Película sobre el bailarín Sergei Polunin

Se convirtió en todo un icono de la danza al llegar a ser, con sus 22 años, el primer bailarín más joven de la historia del Royal Ballet y, de repente, dejarlo todo, colgando sus zapatillas en el momento más alto de su carrera. Ahora, Dancer llega al cine como la película sobre el bailarín Sergei Polunin.


Este fin de semana ha llegado a las carteleras de todo el mundo esta película, a modo de documental, que dirige el ganador de un Emmy y nominado a un Óscar, Steven Cantor. Una cinta que hace un recorrido por la vida y obra de este artista ucraniano, que fue considerado todo un rebelde del ballet por mostrar otra visión de la danza, rompiendo estereotipos con su particular e inverosímil forma de bailar.

Siempre se ha dicho que las personas perfectas se auto destruyen y esto fue lo que le iba a pasar a este joven que lo tenía todo y por ello decidió parar y poner su cronómetro profesional en pausa. Una decisión que dejó perplejos a los amantes de este género, que no podían ver o entender los motivos que llevaban a un genio de la danza a bajarse de los escenarios cuando más aplausos recibía.

Cantor ha construido su trabajo con imágenes de archivo, material privado rodado por sus padres y entrevistas con familiares, amigos y otros bailarines. Toda una oportunidad para acercarse a ese olvidado mundo de la danza y que ha sido muy bien recibida por la crítica, estando nominada en los British Independent Film Awards y el Sindicato de Productores.

La película sobre el bairaín Sergei Polunin se divide en dos partes, la que ha creado el propio director y otra creada por el fotógrafo y director David LaChapelle, un artista muy reconocido y aplaudido por sus trabajos gráficos en tornos  al danza.

El declive personal de un genio

Sergei nació en 1990 y creció en un barrio pobre de una ciudad situada al sur de Ucrania, en el que pronto relució, entre tanta penuria, su potencial artísticos. Una pieza clave en su carrera fue la figura de su madre, que viajó hasta Londres para que su hijo se formara en la British Royal Ballet School, explotando su potencial desde los 13 años.

Pero la parte oscura de su vida pudo más que la profesional luminosa y el bailarín se sumió en la bebida y el consumo de cocaína. Haciendo uso de las redes sociales, dejó constancia de sus juergas nocturnas y su cuerpo esculpido en fibra comenzó a llenarse de tatuajes, uno de ellos, el rostro del actor Heath Ledger.

Sería en el año 2012 cuando Polunin decide retirarse de la vida pública, aunque años después, Igor Zelensky lo recuperó como  bailarín principal en el Teatro Musical Académico de Stanislavski y Nemiróvich-Dánchenko de Moscú y en el Teatro de Ópera y Ballet de Novosibirsk. Pero ya no era lo mismo y, aunque sigue bailando, no lo hace al nivel ni en las esferas en las que se movió en su juventud.

Una interesante vida que ahora se puede conocer algo más a fondo gracias a Dancer o la película sobre el bailarín Sergei Polunin.




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