El paquete de Fábregas

Cuando pensaba que la liga había terminado y que me iba a pasar un verano tranquilo en el vestuario del gimnasio sin escuchar conversaciones absurdas de fútbol, llego el otro día y me encuentro con una polémica conversación sobre el paquete de Fábregas.  Es escuchar futbolistas y paquetes en una misma frase, mal o bien conjugada, y mis antenas se elevan en busca de señal para captar la conversación.


En apenas unos segundos, entre sonidos inconexos y gritos innecesarios, me pongo al día del tema de la conversación e, incluso, podría haber participado de la misma, pero no me gusta hablar sin fundamento de lo que hablo. Por lo que me tuve que morder la lengua y esperar a llegar a casa para saber por qué se había generado tal polémica en redes sociales con el futbolista, su bañador rojo y un extraño bulto en medio de todo.

Nada como mi amigo Google para poner el paquete de Fábregas y encontrarme con esta maravilla. Debo admitir, aunque se caiga un mito, que en lo primero que me fijo es en su mujer, Daniella Semaan, y en el inexplicable atuendo de la señora en la fotografía. Pero vayamos parte.

Cesc Fábregas está ultimando sus vacaciones en Ibiza y el chico, en un día merengoso, decide compartir con el mundo, el de las redes sociales y los seguidores de su cuenta en Instagram, una instantánea para que se vea lo enamorado que está de su chica.


Contextualicemos. El futbolista, luciendo sólo un bañador y gorra, con look y aspecto informal, con barba. Su mujer, melena al viento, bikini plateado y una camisola de encaje transparente, que me ha dejado loco y ha impedido que me centre en el eje de la foto y en el motivo de que esta instantánea sea una publicación viral.

Los dos están en la terraza de la que parece su casa, el mar de fondo, aparentemente solos, pero no, ya que unas piernas reflejadas en la baranda de cristal, delata a la autora de la fotografía.  El título de la fotografía, aunque parezca una broma, lo dice todo: The big love o, lo que es lo mismo, El gran amor.

Y vaya si parece grande, ya que en pleno acto de amor, absorto por la pasión del momento, el futbolista no se da cuenta, o sí y no le importe, que su bañador, justo y necesario, comienza a delatar las emociones que sus hormonas le están haciendo sentir. Lo que se viene llamando tener una erección.


Con unos 180 mil me gustas, los comentarios no se hicieron esperar, incluso por parte de algunos compañeros de profesión de Cesc.

Enseñando el poder catalan jejeje... Normal, con esa tía, hasta yo... iyoo ke ta emparmao... Se sale el pajarito jaja.... o el piqueton a dado paso al fabregon.

Comentarios que no tienen desperdicio y que han colocado a este centrocampista del Chelsea en el centro del huracán. Hasta ya se habla, como hemos podido ver en algunos comentarios, en un nuevo fenómeno paranormal no identificado que ha desbancado al famoso de Piquetón de Gerad Piqué. Así que bienvenido sea el Fabregón o, lo que es lo mismo, el paquete de Fábregas.




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