Bustamante, en el punto de mira

Tras su separación de su mujer, el cantante es criticado por su físico

El refranero popular es muy sabio y hay uno que dice que "al perro flaco todo se le vuelven pulgas". Y eso es lo que le ha pasado a Bustamante, en el punto de mira mediático, desde que se anunciara su separación con la actriz Paula Echevarría. Pero parece que todos los dardos van últimamente hacia la misma diana, la de David.


Por eso, hemos querido invitar al cantante, ex concursante de Operación Triunfo, y todo un fenómeno de la música en España, a que se pase por nuestro vestuario. Falta le hace, el gimnasio, me refiero, pero para soltar tensiones y evitar esa carra de vinagre que se le está quedando, muy justificada, por el duro momento sentimental por el que atraviesa.

Aclaro esto, porque una de las principales críticas malintencionadas que se están haciendo en los últimos días es que Busta está "gordo" o "fofo", que ha ganado peso con tantos disgustos y no es el David que nos encandilaba en veranos pasados, cuando no se ponía una camiseta para bañarse.

Pura fibra

Sí, ese Bustamante pura fibra, que no se cansaba de lucir torso super tonificado y musculado allá donde fuera, ya estuviese en la playa, haciendo un poco de ejercicio en la calle o, incluso, en pleno concierto. Cualquier momento era apropiado para enseñarle al mundo el cuerpo que el gimnasio le había dado.

Pero ahora, la sombra de la separación ha empañado tanto brillo muscular, y David Bustamante ha bajado del Olimpo de los Dioses y ahora, mientras espera qué va a pasar con su vida personal, suspende algún concierto que otro, se le achaca que falsifica partes médicos y se le mete, aún más, el dedo en la llaga, recordándole que su último disco no vende tanto con sus predecesores.

Hundiendo a las estrellas

En España somos especialistas en hundir a las estrellas que nosotros mismos colocamos en el cielo y con Bustamante está pasando un fenómeno similar. Cuando posaba todos los veranos con su mujer en la playa, como la pareja perfecta, regalándole a los medios imágenes con los que llenar páginas y horas de contenido para sus publicaciones, todo era maravilloso, pero ahora que David pone al mal tiempo mala cara, parece que nos hemos propuesto darle el último pisotón para terminar de rematarlo.

Por eso, los chicos del vestuario sólo queremos no ver más a David, en el punto de mira, cuando el cometido es un linchamiento público. Preferimos verlo feliz como cantaba en uno de sus últimos éxitos, del que recordamos su videoclip.


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