Un atleta dorado

Kevin Mayer, además de un currículum envidiable, presume de cuerpo dentro y fuera de la pista de atletismo

Embobado como estaba el otro día en el vestuario del gimnasio con uno de estos querubines rubios que por allí deambulan con mucho músculo y muy poca vergüenza, me acordé de un atleta dorado que conocí en los pasados Mundiales de Atletismo, junto a Jorge Ureña. Sí, se llamaba Kevin Mayer y se llevó el oro en decatlón con 8.768 puntos.


A sus 25 años, este deportista francés presume de tener un currículo envidiable o, al menos, a mí me lo parece, aunque me quede más en el aspecto físico, al que ahora le hincaré el diente, que en el deportivo. Kevin es subcampeón olímpico en los Juegos de Río 2016, completando, en este 2017, la mejor temporada de su vida con récord continental indoor en el Europeo de Belgrado.

Pero es tan rubio y tan mono, que no me extraña que le hayan hecho ya propuestas para dar el salto a la gran pantalla y convertirse en toda una estrella de cine. Lo que sí ha hecho ya es ponerse delante de una cámara, en este caso, fotográfica, para protagonizar junto con otros deportistas franceses una campaña publicitaria de una marca de ropa interior.

De esta guisa posaba un jovencísimo Kevin Mayor, en una postura imposible, escenificando una prueba de salto de longitud en la que empezaba desnudo y terminaba calzándose en el aire uno de esos bóxer de la marca publicitada. Es lo máximo que ha enseñado hasta la fecha este atleta al que le queda mucho que decir en competición deportiva.

Un placer verlo competir

Pero siempre es un placer verlo entrenar o competir, sobre todo, cuando se desprenden de la camiseta y dejan al descubierto los tesoros que esconden en su cuerpo los atletas de élite. Y es que se habrá tenido que comer muchos platos de lentejas con su chorizo para lucir ese torso que parece de hierro, pura fibra, aunque sin rastro de lo ibérico.

Lo mire por donde lo mire, no hay rastro de imperfección y miedo me da que se pueda destruir de tanto mirarlo o ante la delicadeza de la perfección. Pero es que Kevin es para hacerle un retrato y ponértelo todos los días delante con el único fin de alegrarte el día y animarte cada mañana.


Pero no hace falta que se quite la camiseta, ya que, gracias al gran invento de la ropa deportiva para competición ultra ceñida y ajustada, las pruebas de atletismo se han convertido en todo un espectáculo del bulto en movimiento. Y no es que tengan mas o menos en la despensa, pero la lycra es maravillosa y nos hacen pensar en este tipo de pruebas con un mundo mejor, en el que Kevin habita.

A la espera de nuevas competiciones de atletismo, en la modalidad de decatlón en la que compite Kevin Mayer, os dejo con un programa dedicado a este altleta dorado, sobre la vida de un deportista de su categoría, en el que podéis conocerlo un poco mejor y disfrutar con tanta belleza en acción. Aunque, también pueden seguirlo en su perfil de Insrtagram, @mayer.deca, y estar un poco al tanto de su día a día.


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