Estoy loco por Feliciano López

Repasamos los momentos más sexys de uno de los tenistas que más ha estado en el candelero.

Estoy loco por el tenis, me encanta su juego tan emocionante... su ritmo tan electrizante.  Estoy loco por el tenis y lo quiero practicar para ver si mañana soy un Santana para triunfar.  Así cantaba Florencio Torrelledó en esta canción del tiempo de la polca y que se ha convertido en todo un himno y declaración de intenciones que quiero hacer mía para gritar a los cuatro vientos que estoy loco por Feliciano López.



Ya tenía ganas de pillar a este jugador de tenis, nacido en Toledo hace 36 años y que es una de las grandes figuras de este deporte a nivel nacional e internacional desde que en iniciara su carrera profesional en el año 1997. Desde entonces ha logrado seis títulos ATP en individual y uno en doble.

Entre los méritos profesionales de Feli, aunque Alba Carrillo pueda ponerlo en duda, ya se sabe cómo es el despecho, destaca el hecho de que ha disputado 64 torneos de Gran Slam, el quinto con más participaciones de la historia y primer español. Además, en el 2005 fue el primer tenista español en alcanzar los cuartos de final en Wimbledon, estando presente, además, en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 y ha sido parte del equipo español de la Copa David, ganando en tres ocasiones la copa, en los años 2008, 2009 y 2011.


Pero mentiría si dijese que he entendido todo lo que he escrito antes y es que, lo siento mucho, señor Torrelledó, pero nunca he estado loco por el tenis, estoy loco por Feliciano López, al que no me importaría cruzarme en el vestuario. Y es que, este tiarrón de 186 centímetro de altura y 85 kilos de peso tiene uno de esos cuerpos que se deberían conservar para siempre en los museos de España.



Verlo entrenar sin camiseta, sudado, con ese torso, que parece cincelado en mármol, tan bien definido, es toda una experiencia religiosa. Por no hablar de ese portentoso trasero, tan protagonista en esas jugadas de recepción, cuando el tenista se agacha en la pista, le da el culo a la grada, metafóricamente hablando, y espera la pelota.

Por lo que no es extraño, a la única que se lo parece es a la supermodelo, que el chico esté hecho todo un ligón. Yo no sé si le pediría amor eterno, pero un rato de lanzamientos y voleas en la intimidad no lo descartaría. Pero no hay nada que hacer, ya que, aunque alguna ha querido tacharlo de homosexual, por su escaso interés sexual en ella, algo que parece estar de moda últimamente, él lo niega.

Ante estos rumores, como demostró en un plato de televisión, el tenista le pone un poco de risa al asunto y frases tópicas, como "no hubiera pasado nada, pero no es cierto", además de contar una anécdota cuando se cuestionó su sexualidad en televisión.

Recuerdo que cuando se dijo estaba fuera de España y mi Instagram empezó a llenarse de mensajes directos de hombres que querían ligar conmigo. ¡70 mensajes solo de hombres! Pensé que algo pasaba y me enteré de que en televisión se había hablado de mi supuesta homosexualidad. La risa es lo que me queda.




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