El leather como un estilo de vida
Nos adentramos en el mundo del cuero de la mano de Antonio Albert Pons
En el mundo fetish hay gente que se disfraza y hay gente que lo vive. Y en el caso de Antonio Albert Pons, mallorquín de 47 años, criado en Valencia y residente en Madrid, el leather se ha convertido en un estilo de vida en los últimos meses. Por ello, lo hemos elegido para adentrarnos poco a poco en este vestuario en un mundillo que cada vez está más extendido, pero a la vez resulta de lo más desconocido.
Dice la Real Academia de la Lengua que el fetichismo es el culto de los fetiches o, incluso, lo define como “una desviación sexual que consiste en fijar alguna parte del cuerpo o alguna prenda relacionada con él como objeto de excitación y de deseo”. En este sentido, explica Tony, el fetichismo suele estar relacionado con ropa erótica o sexual, existiendo diferentes tipos de fetichismo como el rubber, cuero, ropa deportiva, uniformes o látex.
En el caso de nuestro invitado, se centra en el cuero y látex, aunque también tiene algunas prendas de neopreno. El rollo fetish llamó su atención porque “me gusta verme sexy y atractivo hacia los demás”, ya que, apostilla, “siempre he sido una persona muy acomplejada, delgada y con dientes grandes, por lo que descubrí que, dependiendo cómo te vestías, la gente te miraba de una manera u otra”.
George Michael y Freddy Mercuri, sus referentes
Por ello le llamó la atención el mundo leather, aunque no fue hasta hace unos meses cuando se metió de lleno gracias a que comenzó a trabajar como camarero en el Organic Club, un sex bar de Chueca, en Madrid, en el que tenía que ir en suspensorios o cuero. Entre sus referentes fetish siempre han estado dos figuras del mundo de la música como los desaparecidos George Michael y Freddy Mercuri.
Ahora viste así habitualmente, ya que va por la calle de cuero o rollo deportivo, aunque también ha ido por Madrid en suspensorio y chaps de cuero, esas prendas usadas inicialmente por vaqueros o motoristas para ponerlas sobre los vaqueros, pero que los fetichistas usan sin nada o con suspensorios debajo. “Lo hago cuando voy a trabajar al bar, que está relativamente cerca de mi casa”.
Por ello, Tony reconoce que suele ser muy habitual que la gente mire a los leather cuando van por la calle, como cantaba Gloria Trevy. Aunque en un principio “te sientes como un circo, luego te das cuenta que te encanta que te miren y te la suda, si les gusta bien y si no, también”. Añadiendo que “prefiero que me miren por ser fetish que por los complejos que tenía antes”.
Una actitud que ratifica el leather como un estilo de vida, con el que se siente cómodo en su día a día, aunque reconoce que “hay mucho postureo”, es decir, “gente que se pone este tipo de ropa para fiestas o quedadas pero luego tiene muchos complejos y no quiere que le hagan fotos o lo identifiquen con él”.
Un estilo de vida que atrae cada vez a más gente, diferentes tipos de personas, “algunas de ellas que nunca imaginarias que le gustase el fetichismo”. El nivel sociocultural es medio-alto, aunque también depende del dinero que quieras invertir en esta afición. Una cosa es buscar la ropa de marca o de diseño, que es más caro, o como en el caso de Tony que se busca la vida para bajar el coste. “A mí lo que me gusta es el material, no el diseño, por lo que me compro el cuero en los mercadillos y luego un modisto me lo prepara”.
Prendas leather y con significado
Entre las prendas o complementos más habituales en el mundo leather se encuentran, además de las botas, pantalones o los chalecos, bien de camarero, de cowboy o de arnés, las muñequeras o brazaletes, los arneses, los collares de perro y, en ropa interior, los tangas, suspensorios y bóxer.
Aunque cada vez está menos extendido y cada vez se compra más por estética, todo este tipo de prendas puede tener, por su posición o color, una simbología sexual. Por ejemplo, explica Tony, si la muñequera o brazalete lo lleves en el brazo derecho eres pasivo y si lo haces en el izquierdo, activo; marcando la versatilidad si lo colocas en ambas manos.
En el caso de los arneses, lo que prima son los colores: rojo es fisting; azul, activo dominante; blanco nevato; crema, lefa; marron, scat; amarillo, lluvia dorada; verde, chapero; naranja, que te gusta todo; y negro, neutro.
Aunque la tendencia actual consiste en huir de cualquier vinculación estrecha del mundo leather con el sexo o guarreo. Para ello, comenta Tony, se están creando los Leather Social Club, que “persiguen abrir puertas y que nos hagamos visibles, evitando que siempre se relacione con grupos cerrados para orgías o vicio”. La gente no lo entiende y “por eso hemos creado estos movimientos para llevarlo con libertad y que nos vean que somos iguales que todo el mundo”.
Está tan inmerso que tiene en mente presentarse para ser el próximo Mr. Fetish 2019 porque “dicen que tengo la imagen, la actitud y el tipo de ropa”. El primer paso será presentarse el próximo otoño a Mr. Fetish Baleares y, si no lo consigue, probar suerte en Andalucía en Mr Fetish Sevilla, para poder llegar en marzo a la final nacional de este hombre que ve el leather como un estilo de vida y de belleza.
[…] dos entrevistas que he hecho en persona hasta la fecha. Una con un chico aficionado al cuero, Tony, al que le hice fotos con diferentes prendas fetiches, hasta que terminó medio desnudo en la cama. […]
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarSoy modelo. Me encantaria posar para vuestra revista.