Un charrúa con fuego en el cuerpo

Ernesto, uruguayo afincado en España, ha encontrado su mayor pasión en el desnudo y la fotografía

Hay personas que nacen con el don de la provocación en su ADN y eso es lo que le ocurre a  nuestro invitado de hoy en el vestuario.  Este uruguayo de 40 años ha encontrado en la conjunción de desnudo y fotografía su mayor pasión, que explota a diario en su cuenta de Instagram en la que se presenta como un charrúa con fuego en el cuerpo.


Se llama Ernesto y lo de charrúa, su nick en redes sociales, es en homenaje a cómo se les conocía a los índigenas de Uruaguay en los tiempos de la colonización. Pero este hombre tan sexy y atractivo ya es medio español, pues ha vivido 17 años en Mallorca y lleva un mes residiendo en la capital de España, en Madrid. 


En Baleares regentaba dos bares de ambiente gay, The2 Palma y el Dark Cruising Bar, pero hace dos años decidió echar el cerrojo, según él, porque estaba mayor para la noche, trabajando actualmente como camarero en un restaurante madrileño.


Pero cuando deja de servir en su trabajo, a Ernesto le gusta perderse por los lugares más insólitos en los que fotografiarse. Y es que confiesa que, además de exhibirse, sugerir y provocar, le encanta la fotografía artística y los espacios abandonados, como fábricas o castillos. Allí  "en lugar de tomarme fotografías como todo el mundo, me las hago yo mismo con mi móvil, pero desnudo".




No puede negar que le apasiona el desnudo, y no lo dudamos, pero para sugerir o provocar, asegura, "no hace falta desnudarse" y también da buena muestra de ello. De esta forma surgió esta aventura en Instagram en la que en una etapa anterior llegó a atesorar más de 3.000 instantáneas, pero, llegó la censura, y desaparecieron de un plumazo.

Pero, estando como estamos en un vestuario, aquí el desnudo no es censurable, y hemos invitado a nuestro charrúa favorito, Ernesto, a que de rienda suelta a su lado más exhibicionista y erótico. El resultado no tiene desperdicio y, eso sí, no es apto para personas sensibles o con una monja escondida en su interior. Si eres de los que te gusta las emociones fuerte, sigue disfrutando con este charrúa con fuego en el cuerpo.

A sus 40 años, Ernesto luce estupendo, con un físico de lo más envidiable, aunque confiesa que no tiene mucho secreto y que no se cuida mucho en lo que a ejercicio físico se refiere. "Me cuido más bien en la comida y practico yoga, aunque ahora lo tengo un poco olvidado", reconoce.

La clave está, confiesa, en saber sacarse partido delante de la cámara a lo mejor de ti. Como él explica, "yo soy un tío muy normal, pero con un buen trasero y unas buenas piernas", unas de las partes de su cuerpo más fotografiadas en su cuenta de Instagram.




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