El neorrealismo en el porno
Crítica de la escena porno Voyeur.River de la productora Tetatita
El vestuario estrena hoy pequeña sala de cine independiente en la que hablaremos de las escenas del cine porno que se estrenen todos los meses. Hoy, el acomodador de este cine llega bajo el brazo con una de las últimas creaciones de la productora Tetatita . Se llama Voyeur. River, todo un ejemplo del neorrealismo en el porno.
- Título: Voyeur. River.
- Productora: Tetatita.com
- Actor: Anónimo.
- Categoría: Beach/Mountain y Gayfriendly.
- Duración: 8 minutos
El porno no deja de ser cine, aunque para adultos, y eso es algo que Bel Gris sabe y plasma en cada una de sus creaciones pornográficas para su productora Tetatita. Esta es una de sus principales bazas como creador de Cine X, el intentar escapar o desmarcarse de las escenas vacías a las que nos tienen acostumbrado las productoras porno, en las hay mucho ruido, pero muy pocas nueces.
Recientemente se estrenó Voyeur. River, un corto pornográfico, que no llega a los 10 minutos de metraje y que muestra el momento de onanismo de un chico anónimo que decide pasear por un paraje natural con río. En la tranquilad y aparente soledad del paisaje, el joven decide desnudarse y autosatisfacer sus deseos sexuales. Él sabe que no está sólo, alguien lo mira desde la roca, pero parece no importarle demasiado.
LO MEJOR : cómo transmite una escena voyeur real y creíble, así como su banda sonora.
LO PEOR: Los movimientos casi robóticos del actor por las rocas, aunque las expresiones de placer en su cara son de lo mejor.
Si tuviéramos que encajar esta creación de Tetatita en una de las corrientes cinematográficas del cine, podríamos decir que es un corto neorrealista. Y al igual que el movimiento surgido en la Italia de la primera mitad del Siglo XX, la escena intenta mostrar realidades más auténticas y humanas, más creíbles para el público y ese es uno de los encantos del cine porno de Bel Gris.
Además de la ambigüedad, ya que, como hemos dicho, hay una persona voyeur en la escena, pero no sabemos si es hombre o mujer, no importa, sólo que hay dos ojos que miran uno de los momentos más íntimos en los que se puede espiar a una persona. La libertad sexual como bandera, sin etiquetas ni tendencias sexuales, sólo un cuerpo excitado y dándose placer, y otro que disfruta viéndolo. Lo demás da igual. Así entiende el concepto gayfriendly Bel y su productora de porno heterosexual.
Sabemos que existe alguien sobre la roca porque la cámara con sus movimientos se encarga de recordárnoslo, desplazándose de uno a otro lado y ocultándose cuando se encuentra con los ojos del chico del río. Porque hay contacto visual entre las dos personas en escena, tres concretamente: uno cuando se ubica entre las rocas y oye algo, otro cuando se desnuda y empieza a tocar su sexo y un tercero y último, momentos antes de alcanzar la eyaculación. Por lo que entendemos que al chico no le importa, es más, puede que le ponga que alguien lo mire.
Uno de los grandes aciertos de la escena es su banda sonora y hasta el sonido el agua del río forma parte de ella. Pero que la canción que suena casi durante todo el cortometraje sea una versión a cuerda del tema Amor de Hombre, de Mocedades, es muy significativo en relación a lo que hemos hablado. Por no hablar de la pieza a piano que suena al final. Y es que seguro que nunca habías imaginado que una corrida pudiese tener como banda sonora la música que sale de sus teclas.
El actor no habla en ningún momento. No hace falta. Aparece en escena como un animal al que acaban de dejar en libertad y, como tal, se libera y desnuda en la naturaleza, mostrando sus instintos más primarios. Apenas se le oye mientras gime durante la masturbación, pero tampoco hace falta, ya que los gestos de placer de su cara, de su boca, nos aseguran que lo está pasando muy bien y nosotros también con trabajos tan reales y placenteros como este Voyeur. River, el neorrealismo en el porno, que ya puedes disfrutar en la web de Tetatita.
Comentarios
Publicar un comentario