Un sueño pornográfico muy real

Crítica de la escena porno gay El sueño del dragón de Rui Luar para Tetatita

El Acomodador del Cine X de nuestro vestuario ha viajado hoy hasta Portugal, a Oporto, y nos ha traído la última creación porno gay del director español, afincado en el país luso, Rui Luar, para la productora de Bel Gris, Tetatita.  Un sueño pornográfico muy real, El sueño del dragón.



  • Título: El sueño del dragón (O sonho do dragão)
  • Duración: 16:25 minutos.
  • Dirección: Rui Luar.
  • Actores: Angello Rossell y Thiago Montes.
  • Productora: Tetatita.com
  • Categoría: sexo al aire libre.


Ya lo decía Calderón, que "la vida es sueño y los sueños, sueños son". Pero, quizás, en el mundo de los dragones, ésto no sea tal cual... O sí. El sueño del dragón es el título de la nueva escena porno gay que el director Rui Luar ha filmado para la productora Tetatita, la cuarta para su colección y la segunda en la que filma a una pareja, tras dos primeras escenas muy onanistas.

¿Alguna vez has soñado que caminas por un paraje en Oporto, por ejemplo, y que te encuentras en las ruinas abandonadas de un edificio a un tío desnudo y trasteando con el móvil? Eso es lo que le pasa al actor Thiago Montes, que se topa con Ángello Rossell y su gran herramienta entre las piernas.

Este es el arranque de El sueño del dragón o, como se dice en portugués, O sonho do Dragäo, una escena que desde el minuto cero de arranque lleva el sello inconfundible de la productora del actor y director Bel Gris: el realismo de lo que te muestra y cómo te lo muestra.


En esta creación de Rui Luar no hay música y no hace falta. Y es que en un paraje abandonado no hay música, sólo el sonido del silencio, sólo roto por el ruido de los elementos de la naturaleza, como los pájaros o la vegetación en movimiento, o los pasos del actor mientras se acerca al epicentro de la acción. La banda sonora es el sonido ambiente, en el que hasta un helicóptero se encarga de poner música.

A pesar de que estamos ante un director aún novel, y se nota a veces, nos gusta la manera de filmar de Rui Luar. En El sueño del dragón hay dos elementos bien diferenciados: la escena sexual de dos hombres que se encuentran en medio del campo y una cámara que lo filma, que lo recoge, sin inmiscuirse en lo que ocurre entre ellos, a una distancia prudencial, como no queriendo molestar.



Esta discreción del objetivo le regala al público unos planos de lo más personales y poco habituales en la industria del porno, con unos encuadres que son de lo más sugerente. Como cuando se cuela entre las piernas de uno de los actores en busca de las pollas de ambos. Propuesta muy alejada de esos planos invasivos a los que nos tienen acostumbrado la mayoría de los directores porno.


Por cierto, que grandes miembros tienen los portugueses o, al menos, Thiago y Ángello, uno de los principales alicientes de la escena, además del paraje en el que Rui y sus chicos se han perdido para grabar este sueño del dragón, una auténtica belleza que me hizo recordar películas como El lago azul, aunque aquí no hay agua de por medio.

El toque amateur que impregna esta y todas las escenas de Tetatita es un punto a su favor, su sello personal, que provoca que te identifiques e involucres más con los que estás viendo. Los chicos no son "nada del otro mundo", no le sobran músculos ni nada de lo artificioso que hay en esos cuerpos ¿perfectos? Podrían ser tú o yo, si nos pillaran haciendo cruising e hiciesen una película con nosotros.

Pero también es sinónimo, a veces, de inexperiencia, y los chicos en la escena se muestran perdidos, en ocasiones, o con coreografías escénicas poco pulidas o sucias. Como el momento de la penetración, uno de los menos conseguidos y sugerentes del corto, a pesar de que nos regalan por primera vez gemidos en un acto sexual.


Y es que si la vida no es un sueño es algo real y en la realidad nunca todo es perfecto, ni si quiera los polvos en casa o al aire libre. Todo podría salir mejor o ser susceptible de mejorar y Rui Luar va por el buen camino. Tiene sensibilidad artística y se le nota que quiere ofrecer una visión diferente de la pornografía gay. Por ahora lo está consiguiendo con este sueño pornográfico muy real del que ya puedes disfrutar en la web de Tetatita.

Lo mejor: el paraje en el que se ha rodado y que la cámara no invade la escena, con algunos planos de lo más sugerentes y bellos.
Lo peor: Miradas innecesarias a cámara de los actores por su inexperiencia.

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