Ecce Homos en paraísos artificiales

Ecce Homos en paraísos artificiales

Ramón Tormes visita nuestro vestuario para presentar sus sugerentes y originales collages

Cuando ha llegado a nuestro vestuario sólo ha tenido que decir "Hola" y es que un artista como Ramón Tormes no necesita mucho más para presentarse, ya que, como él mismo dice, "la actitud es la que cuenta" y el tiene mucha. Como su arte, en el que el collage tiene mucho protagonismo para, según Paco Tomás,  "manifestar que sus paraísos son mucho más artificiales de los que pudiese haber visitado Baudelaire hace un siglo y medio". 

Ecce Homos en paraísos artificiales
Nacido en Salamanca en un año que ni debo ni quiero acordarme, estudia en la Escuela de Arte Aplicada, donde se forma como artista para dar vida a una obra que está muy influenciada por sus largas temporadas en República Dominicana, cautivado por su cultura y naturaleza, sus años en Ibiza, colmando sus deseos de disfrutar de la vida al máximo, o su llegada a Madrid, inmersa en su movida. Apadrinado por los artistas Rubenimichi, el diseñador Carlos Díez Díez y  la diseñadora María Escoté, edita el libro Vida y color, con lo que será su primera gran exposición.

La elección del collage como herramienta para transmitir su universo artístico "no fue algo premeditado, sino que surgió", como él asegura. "Primero fueron con tijeras, pero, cuando se fueron haciendo más complejos, fue necesaria la ayuda digital". Lo que sí es más premeditado es la presencia del desnudo masculino,  ya que "siempre ha sido un motivo para mi arte y  un desnudo puede hacer un buen collage, pero no es imprescindible".

Con ellos, con los hombres desnudos, creó su colección Ecce Homo, que ya expuso el año pasado en Madrid y Salamanca, afrontando su segunda edición. El título, del Ecce Homo, "ssurgió hablando con mi amigo y colega, Fernando Bayona, que es la imagen central de la primera serie". En esta primera tanda ya han siso "tormenizados" muchos chicos, sobre todo, primeras espadas del mundo del porno, como Louis Ricoute, Koldo Goran,  Dolf Dietrich, Colby Keller o  François Sagal".

Ecce Homos en paraísos artificiales

Aunque no tienes que dedicarte al porno para formar parte de la colección Ecce Homo, simplemente, apunta, "que me impacte alguna imagen suya y después que tenga plena confianza en mí". A la hora de colocar a uno de estos hombres desnudos en un contexto, Ramón Tormes prefiere "los paisajes que no existen o que sólo aparecen en mis sueños". Ya que, añade, "un hombre desnudo lo puedo colocar en cualquier paisaje o decorado, por incoherente que pueda parecer en un principio, todo depende de la teatralidad que le confieras a la imagen".

¿Y cómo es el proceso de creación? Depende de la composición, pero, en el caso de los Ecce Homo, "primero recibo las fotos del propio modelo, siempre las que él quiera y en las que se encuentre mejor. De ellas, yo elijo una para trabajarla. Silueteo al modelo y lo pongo sobre un fondo blanco y, a partir de ahí, comienza la creación. Nunca trabajo con la idea preconcebida".

Además de su arte, su gran vocación,  Ramón es florista paisajista y regenta un vivero en Salamanca. Gran amante de las flores, confiesa que  "pocas veces busco parecidos entre flores y penes, sólo si es muy evidente, como es el caso de  los Anthuriums, las Banksias, los Eremurus, las Molucellas o las Proteas...". Pero, añade, "ahora que lo pienso no encuentro tantas flores que se asemejen al pene como a la vagina, que hay muchas más".
Ecce Homos en paraísos artificiales

Sobre la dicotomía entre erotismo y pornografía, Tormes puntualiza que "hay veces que una imagen erótica es más pornográfica y viceversa". En su caso, "yo una imagen erótica siempre la veré desde el punto de vista artístico y una pornográfica, en su extensión de la palabra, la veré muy excitante y estimulante... Soy muy voyeur, puntualizo".

Por lo que no entiende que escandalice la presencia de un pene en las diferentes manifestaciones artísticas. "Habría que preguntárselo a esas personas que se dedican a denunciarnos. Yo estoy encantado de ver penes, pitos, pollas, rabos en cualquiera de sus estados. ¡¡Viva el falo!!"

Una actitud que le ha propiciado "una experiencia nefasta con la censura", ya que "llevo casi dos años peleándome con Facebook e Instagram. Su política es tan retrógrada y pudorosamente mojigata, con esa falsa moral. Estamos retrocediendo a tiempos pasados ¡muy pasados!". Las redes, añade, "me han ayudado a conectar con muchísima gente y es genial, pero la parte oscura es la facilidad que tiene la gente enfermiza, los odiadores, en denunciarte apoyados por el anonimato .En contra de esto, deberíamos de luchar por la eliminación de las denuncias anónimas".

Sobre cómo sería el homenaje de Ramón Tormes a Los chicos del vestuario, el artista lo tiene claro: "Pues el mejor homenaje sería desnudarte a ti, pero como no creo que sea factible, seguramente reuniría a un buen elenco de tus seguidores y los colocaría en un vestuario al aire libre". Todo se andará.

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