Fotógrafo militar y homoerótico
Gregorio ha sabido compaginar su deber en las Fuerzas Armadas con sus dos grandes pasiones: fotografía y hombres,
Es cabo del ejército del aire, cartógrafo y fotógrafo. Se llama Gregorio, tiene 42 años y es de Badajoz. Militar gay que ha sido capaz de compaginar, sin morir en el intento, su deber con las Fuerzas Armadas con sus dos grandes pasiones, la fotografía y los hombres, a través de su dedicación como fotógrafo militar y homoerótico.
Aunque ahora se presenta abiertamente así como fotógrafo militar gay al que le gusta también la fotografía homoerótica, no siempre fue fácil hacerlo tan abiertamente, ya que, en un principio "me costó un poco, no por mi familia o la sociedad, sino por la mentalidad militar".
Pero actualmente, confiesa, se siente muy bien en su trabajo en el ejército, "ya que desde el primer momento que se conoció mi orientación sexual no hubo ningún tipo de problema y soy uno mas". Algo, asegura, "que es de agradecer, sobre todo en una empresa tan tradicional y con sus costumbres". En este sentido "el ejército ha cambiado mucho, al menos, en mi caso".
En lo que a la relación con sus compañeros se refiere, "aquí somos todos iguales, respetando el rango de cada uno". Por lo que "me siento muy orgulloso de ser militar homosexual, ya que antes no se podía decir y ahora no tengo problema alguno por decirlo y el trato es excelente". Hasta el punto de que Gregorio tiene dos condecoraciones hasta la fecha, una al mérito al trabajo y otra al mérito aeronáutico. "Una forma de reconocer mi labor y por la que estoy muy contento".
Estando en un cuartel rodeado de hombres todo el día, no hemos podido dejar pasar la oportunidad de preguntarle por el momento ducha, uno de los grandes morbos que tiene el resto de los mortales cuando piensa en la vida militar. Pero, desde dentro, se ve de otra forma y para Gregorio, "el momento ducha es de lo mas normal y no tiene nada de morbo. Es algo habitual".
Pero cuando deja el uniforme, ya que no le gusta mezclar un trabajo con otro, y se pone tras la cámara para fotografiar a sus modelos masculinos, lo que más le gusta plasmar es "su belleza, su sensualidad y ese toque erótico natural que transmiten, nada forzado". Gregorio se confiesa como un fotógrafo de "disparar mucho" con la cámara y "plasmar lo mejor del tema erótico".
A la hora de explorar este lado homoerótico, le gustan los modelos en slips o suspensorios, semidesnudos, sintiendo especial predilección por el culo, como la parte del cuerpo masculino que más le transmite. Gregorio considera que "los hombres deberían arriesgar más en el tema de los desnudos, no posando tanto con ropa o traje, ya que, en este terreno, las mujeres nos llevan mucha ventaja".
Pero hay un tema por el que este fotógrafo siente especial predilección y es el mundo del toro, como amigo de algunos toreros, a los que ha retratado con su objetivo, ya que, confiesa, "me gusta su sensualidad a la hora de hacer una faena, su figura, sus gestos y cómo colocan su cuerpo con el traje de luces". Entre hacer una foto en interiores o al aire libre, también lo tiene claro y opta por los exteriores, "ya que los estudios los veo muy artificiales".
Sobre si sus compañeros de cuartel están al tanto de sus fotografías homoeróticas, Gregorio vuelve a insistir en que intenta separar "lo profesional de lo personal", ya que, "aunque esté rodeado igualmente de hombres", son dos mundos muy distintos. Eso sí, algunos compañeros saben de sus sesiones con modelos masculinos "y se lo toman genial". Incluso, confiesa que ha "fotografiado a un compañero militar, vestido y en ropa interior".
En los modelos que utiliza para sus sesiones, este fotógrafo extremeño valora mucho "que transmita sensualidad, erotismo y una pose muy natural". No importa el físico, aclara, "sólo transmitir todo lo que un hombre tiene y explotarlo al máximo". En este sentido, Gregorio confiesa tener dos musos: Cesar Myl y Edu Garbel.
Pero, a pesar de tener delante a estos chicos en poses sensuales o eróticas, él es todo un profesional. "Para mí es normal porque estoy muy concentrado y no pienso nada más que en realizar la sesión lo mejor posible". Y con esta profesionalidad le encantaría poder fotografiar al modelo y actor Jon Kortajarena y hacerlo "en plena naturaleza y al desnudo". Ya que, explica, "es un modelo muy completo y que trasmite al máximo su masculinidad".
Sobre si le gustaría hacer una sesión en el vestuario, este fotógrafo militar y homoerótico confiesa que es algo que tiene pendiente, pero "es complicado juntar a tantos hombres desnudos y/o en slips para este estilo de sesión. Para mí sería un logro como fotógrafo".
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