El retrato de Fabián Madrid

Cual Dorian Gray, su retrato de vida se mantiene intacto a pesar de los años

Cada vez somos más conscientes de que la edad la llevamos en el espíritu y no en el carnet de identidad. Fabian es un fiel reflejo de ello. Su DNI dice que tiene 46 años, pero su imagen refleja algo muy distinto y es que su pasión por el deporte y la vida sana  han convertido a nuestro invitado de hoy en una especie de Dorian Gray, cuyo retrato de vida se mantiene intacto a pesar del paso de los años. El retrato de Fabián Madrid.




Natural de Barcelona, aunque lleva 17 años viviendo en Madrid. Con 173 centímetros de altura y unos 74 kilos de peso, Fabián puede presumir de lucir una figura envidiable y de lo más trabajada, como si hubiese cincelado todos y cada unos de sus músculos, cual efigie griega. Por lo que, si creyésemos lo que decía Lord Henry, el protagonista del libro de Óscar Wilde, de que "lo único que vale la pena en la vida es la belleza y la satisfacción de los sentidos", con este madrileño de adopción estaríamos más que satisfechos.


Para Fabián el deporte  "es placer y salud" y  su cuerpo es producto de "mucha constancia, ya que no es fácil mantenerlo". Un plan de entrenamiento que va cambiando cada dos o tres meses, siempre poniéndose en manos de profesionales, aunque, con el paso de los años, él cada vez controla más su agenda deportiva.

Y a pesar de cuidar mucho su alimentación, una parte muy importante en el plan de entrenamiento de todo deportista, confiesa que también se da sus caprichitos. Y es que no puede prescindir, aunque luego tenga que sudar un poco más en el gimnasio, del chocolate, "me gusta mucho". Menos mal que otra de sus perdiciones culinarios es más sana, ya que, confiesa, también me encanta la fruta.



Con un físico tan perfecto como el suyo, si tuviera que quedarse con una parte de su cuerpo, además de los ojos, que saltan a la vista, Fabián se quedaría con los pectorales. Y le creemos, ya que su torso es lo que más se fotografía y presenta en su perfil de Instagram, a pesar de que no se considera demasiado exhibicionista y de que "nunca verás una foto mía desnudo por estas redes".


Con una vida tan centrada en el deporte, los vestuarios se han convertido para este chico en una segunda casa, como para nosotros, que nos encanta habitar en ellos. Y a él también, ya que, confiesa que estos espacios "tienen su morbo" y puede dar rienda suelta a sus fantasías. Pero, aunque actualmente no está enamorado, es en ese estado de amor cuando Fabián saca su lado más morboso, ya que "la fidelidad y la complicidad es lo que más me pone".

A la hora de vestir sus interiores lo podrás ver con bóxer y slips, aunque se decanta más por estos últimos. Todo un acierto para un físico como el suyo, moldeado para ser lucido.  Por ello, cuando se mira desnudo delante de un espejo, además de verse a él, "lo contrario sería muy extraño", le gusta lo que ve, "aunque no soy muy narcisista y siempre creo que podría estar mucho mejor".

Pero no sólo de deporte vive este hombre, quien asegura que adora los animales y la naturaleza, en general, encontrando los viajes "una experiencia de los más excitante". Con el buen tiempo, Fabián es un enamorado de la playa, a la que visita con y sin bañador, pero sobre todo con. Si tuvieras que encontrártelo caminando por la orilla del mar, lo más probable es que sea en las Islas Canarias, aunque le encanta la Costa Brava, sobre todo en verano, "por esa conjunción de mar y monte de pinares".

Mientras llega el buen tiempo nos quedamos con Fabián en el vestuario, dónde se nos ocurrirían muchos actos lujuriosos en busca del placer. Pero nos conformamos con contemplar el retrato de Fabián Madrid, todo un símbolo de belleza inmarchitable, como el Dorian Gray de Óscar Wilde.



Comentarios

Lo más visto