Todo un titán del remo

Nos recreamos la vista con David Prada Fernández, un deportista al que el mono de competición le sienta de maravilla

En este vestuario nos encanta cruzarnos con los mejores deportistas de este país y este remero gallego es, sin duda, uno de ellos. Todo un titán del remo que a sus 30 años se ha tomado en serio la competición y su ambición de llegar a lo más alto en el mundo del remo. Hoy nos metemos en el bote con David Prada Fernández, un deportista al que el mono de competición le sienta igual de bien que las medallas que ya atesora.

Natural del municipio de Tuy, en Pontevedra, David lleva desde que tenía siete años en este deporte. Le gustaba y se le daba bien navegar veloz sobre las aguas, por lo que se llevó mucho año compitiendo y cosechando premios hasta que, superado los 20 años, una lesión le obligó a dejar el bote. Por aquel entonces, este joven gallego se estaba iniciando en el mundo de la hostelería y no podía llevar las dos cosas para delante.

Pero, afortunadamente para todos, cinco años después, decidió retomar la competición y los entrenamientos, convirtiéndose en uno de los cuerpos, cuerpazos, más habituales de la Federación Española de Remo, sobre todo, en los últimos tres años, con la que se concentra habitualmente en Sevilla.  No perdiéndose ninguna de las competiciones más importantes, como los campeonatos y copas del mundo o los Juegos del Mediterráneo, en los que ha competido en este 2018.

En una entrevista reciente, David confesaba que en su vuelta a la alta competición lo hizo "con otra perspectiva y me lo tomé más en serio". Y es que, antes, con la juventud, "iba un poco a ver qué pasaba" y, ahora, prosigue, "tengo más ambición, intento marcarme otras metas y me considero más profesional a la hora de trabajar.

Y es que, como se puede entender, no debe ser nada fácil competir a esos niveles, ya que, como él mismo explica, "significa marcharte de casa y dedicarte a entrenar, descansar, comer y volver a entrenar". Así, seis días a la semana para poder estar en la élite del remo, que es lo que David precisamente quiere.

Sobre su forma de competir en el bote, David se define como "más explosivo o bruto" y sólo hay que fijarse en su físico de 188 centímetros de altura para entender de lo que habla. Además de darte una vuelta por su perfil personal de Instagram para ver a este deportista entregado con los entrenamientos y la competición.

Este gallego, como todos los deportistas que reman en el agua, es puro músculo y nos resulta de lo más placentero ver a todo un titán del remo con ese cuerpazo que tan bien luce en ese mono de competición que deja tan poco margen a la imaginación. Pero cuando no lleva el uniforme de trabajo, también es pura delicia ver la anatomía de hierro de este hombretón, bien con barba o, incluso, bigote, al que ni su lindo gatito le contrarresta su apariencia de tipo duro.

Por ello, no hemos dudado en darnos una paseo, Guadalquivir abajo, en el bote con este portento de hombre, con el que aprovecharíamos para dar una interesante y práctica clase de anatomía. Músculos no le faltan y de todos los tipos para refrescar nuestras nociones en la materia y hacerlo con conocimiento de causa.

La expedición sería de lo más provechosa y espero que para vosotros este viaje por uno de los mejores cuerpos del remo español haya sido muy placentera.