Dicen que tiene el morbo a flor de piel

Conocemos un poco más a 'Castelo', un cordobés que descubrió que lo suyo era ir exhibiéndose por la vida.

Fue a raíz de sentirse más a gusto consigo mismo, tras su aceptación sexual, cuando nuestro chico del vestuario de hoy comenzó a dar rienda suelta a su faceta más exhibicionista y provocadora. Y es que dicen que tiene el morbo a flor de piel... Pero, cuando no está desnudo o provocando, reparte su tiempo entre el trabajo, el gimnasio y sus partidos de fútbol.


Se llama Francisco José, aunque quizás lo reconozcas más por su apellido, Castelo, que emplea más como nick en sus redes sociales. Este cordobés, de 38 años de edad y albañil de profesión, asegura estar enamorado de su vida. Y es que se define como un "persona súper normal y correcta, con mucho respeto hacia los demás.

Cuando se le pregunta si se define como una persona provocadora y exhibicionista, no lo tiene claro, "a veces, sí, a veces no". Aunque fue a raíz de su salida del armario cuando descubrió que lo suyo era ir exhibiéndose por la vida. Ya que "me sentí mejor conmigo mismo", confiesa.

Y es que es algo que "me da mucho morbo" y "me pongo demasiado cachondo". Aunque también confiesa que, "a pesar de que me gusta que me miren, me da mucha vergüenza cuando alguien se queda fijamente mirando".

Para ver a Castelo en esta faceta suya de exhibicionista por las redes sociales, puedes buscarlo en Twitter o Vero, además de haber participado en la última edición del Calendario Gafotas. En la vida real, en el sitio en el que más le gusta exhibirse es "en la cama con hombres".

Lo más morboso de Castelo

Lo que más pone de Castelo a las personas que lo siguen en redes sociales es "la cara de morboso, por lo que me dicen". Aunque para él lo más morboso es "mi cuerpo".

La gente que le rodea es conocedores de su afición a quedare sin ropa, sobre todos su amigas que "me hicieron una sesión de fotos desnudo en el campo, jejeje". Además, confiesa, nunca ha sentido el rechazo de la gente por hacerlo. Al contrario, "me dan buenos consejos.

Cuando Castelo se mira desnudo en un espejo "veo a un chico que se quiere tal y como es". Pero, si tuviera que quedarse con una parte de su cuerpo, "mi torso me encanta". Y un defecto, "mis pies". Y es que se ha sentado con nosotros en el vestuario dispuesto a sincerarse.

Le hemos preguntado por un secreto que quisiera contarnos. "Pues, si se puede llamar secreto, que me enrollé con un chico feo sólo porque tenía que follar y no encontraba a nadie". Su principal filia sexual, "grabarme mientras me pajeo, me pone demasiado cachondo".


Abierto al porno

El sitio más morboso en el que ha dado rienda suelta a su provocación "en la mesa de una zona de campo en la que va todo el mundo a comer". Y la experiencia sexual más morbosa hasta la fecha, "chupársela a un tío en los baños". Lo que nunca haría ni por todo el dinero del mundo: una doble penetración".

A la preguntaría de si dejaría las puertas abiertas al mundo del porno, Castelo tiene claro que la abriría "como una experiencia y trabajo". Es más, "un conocido mío me dijo que tenía contactos y que me ayudaría".

Mientras llega esa oportunidad a Francisco Javier, que lleva el morbo a flor de piel confiesa que le dan "mucho morbo" los vestuarios del gimnasio "aunque me duche yo solo, jejeje". La única experiencia morbosa que ha vivido es "pajearme cuando estoy muy cachondo". Una fantasía por cumplir en los vestuarios "que me follaran".





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