Un fumeta de barrio morbosete y con mucho vicio

Así se presenta Daniel al llegar a nuestro vestuario, una persona morbosa, exhibicionista y provocativa

Nuestro chico de hoy se llama Daniel, tiene 35 años y trabaja como repartidor. Nacido en Aranjuez, donde reside, asegura que le encanta salir de fiesta, el campo y los animales, pero, sobre todo, estar en casa en pelotas. Aunque cuando ha entrado en nuestro vestuario simplemente ha dicho, "hola, soy Dani, un chaval de Madrid, un fumeta de barrio morbosete y con mucho vicio".


Eso ha sido después de mirar el paquete de los chico del vestuario y luego sus ojos, ya que, como nos ha confesado, es lo primero que hace cuando llega a un espacio frecuentado por tíos con poca ropa. Y hablando de poca ropa, si fuésemos a su casa, "de imprevisto", lo más seguro es que nos encontremos a Daniel "desnudo, sin ropa".

Por lo que lo que más nos llamaría la atención de ese cuerpo desprovisto de prendas, según él, serían "sus tatuajes". Aunque cuando Dani se mira desnudo delante de un espejo en lo primero que se fija es en sus ojos. Pero no sólo de tinta vive su cuerpo, ya que nos toparíamos con algunos piercings en su anatomía. Como la nariz o los pezones, así como en su pene, "éste por puro placer, ya que la sensación es increíble".

A la pregunta de si se considera morboso, provocativo, exhibicionista, asegura que primero se identifica como una persona morbosa, luego exhibicionista y, por último, provocativa. identifico primero morboso luego exhibicionista y por último provocativo La primera experiencia morbosa que recuerda en su vida fue cuando con unos 21 años entró primera vez en una sauna. "Estaba en el paraíso, nunca mejor dicho".



¿Y la experiencia morbosa más reciente? Lo tendría más difícil, ya que, nos explica, "siempre que tengo sexo soy muy morboso. Por lo que es habitual encontrarlo en algunas zonas de cruising de Madrid, como la Casa de Campo. Aunque el sitio más original en el que ha dado rienda suelta a su vena exhibicionista ha sido "conduciendo en bolas por el aparcamiento de la playa".

Pero no pensemos que Daniel va siempre en pelotas y, si sólo pudiera llevar una prenda sobre su cuerpo, "sólo luciría un pantalón de chándal". Y lo que más le pone de la ropa deportiva es "las calzonas de futbolistas". Confesando que debajo de estas prendas "siempre sin ropa interior", ya que "no la suelo usar nunca".

Y es que sus principales filias sexuales son el cuero y la ropa deportiva, siendo el sexo al aire libre lo que más le pone, sobre todo, "sexo en grupo". En el terreno del fetiche de los olores, que tanto le ponen, que "no uso colonias ni desodorantes", por lo que "huelo simplemente a mí". Por lo que reconoce que el olor que más le pone es el de "un hombre recién salido del gimnasio".



Si mirásemos por un agujerito en su intimidad, nos lo encontraríamos "masturbándome, mientas me fumo un porro y huelo unas zapas". Y sobre alguna filia sexual que le gustase experimentar y que todavía no ha hecho, "sentirme violado a la fuerza".

Pero, lo que más morbo le da a los tíos de Daniel es que "todos me dicen que tengo una cara de morboso, vicioso y guarrete". Y lo que a él más le pone de otros, "¡hay tantas cosas!, pero sobre todo la barba o el pelo en el pecho, la voz...".

Y los vestuarios, los vestuarios también le dan mucho morbo a este fumeta de barrio morbosete y con mucho vicio, "ese momento cambiéndote de ropa o en la ducha y que sin querer se te vaya la mirada a otro tío". ¿Alguna fantasía por cumplir? Pues que"siempre me ha dado morbo poder liarme con dos gemelos".























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