Miguel Montenegro le pone mucha pasión al sexo

"Tengo una parte exhibicionista que me sirve para provocar"

Hoy hemos quedado en el vestuario con Miguel Montenegro. Un extremeño residente en Badajoz y 32 años de edad, que se presenta como un "chico que disfruta viviendo la vida". Una "persona extrovertida, dinámica, con un toque misterioso, muy morboso y siempre dispuesto a satisfacer los deseos de otros tíos".   Y es que, como él mismo dice, su marca de identidad es que siempre le pone mucha pasión al sexo.


Hablar de Miguel Montenegro es hacerlo de uno de esos chicos a los que les gusta subir la temperatura en su perfil de Vero. Una faceta exhibicionista que empezó, según nos cuenta, un buen día que su amigo y fotógrafo Pistones Cachondos le comentó la idea de hacerse una sesión. Aunque, "en un principio dije no", se lo pensó mejor y le ha cogido tanto gusto a posar desnudo delante de la cámara que se ha convertido en una filosofía de vida.

Si se le pregunta si es una persona exhibicionista, morbosa o provocativa asegura que que "siempre depende del tío que tenga delante o arriba o por detrás". Miguel nos cuenta que "tengo una parte exhibicionista que me sirve para provocar. Una parte intensa de provocación para jugar, crear los preliminares y pasar a la acción. Y una gran parte de morbo necesaria para poner al tío bien cachondo y disfrutar los dos al máximo". Pero, prosigue, "también tiene que haber juego, confianza, diversión, curiosidad por probar cosas nuevas y descubrir qué puede proporcionar placer y pasión... Siempre le pongo pasión al sexo. Es mi marca de identidad".

Suele decir que un cuerpo desnudo es bello, pero cuando se mira delante de un espejo dice que ve "que está incompleto, ya que me falta un tío a mi lado para que sea perfecto". Pero, casi siempre, "miro siempre mi culo, ya que es realmente llamativo y muy apetecible. Tanto que a veces me pongo duro y me provoco a mí mismo".

Uno de sus primeros recuerdos morbosos, nos cuenta, "fue quedar en casa de unos amigos, juntarnos cuatro o cinco chicos y ver la película porno que echaban en el Canal Plus los viernes por la noche codificada". Y mientras algunos, prosigue, "se fijaban en los cuerpos de las tías yo me ponía cachondo imaginando los rabos de los tíos". Ahí fue donde "empecé a despertar mi imaginación morbosa y pícara, jejeje".


Su perfil, su carta de presentación

En su perfil de Vero, al servir "como una carta de presentación, en un vistazo muestras aquello que puede despertar el interés de alguien y romper la barrera de la indiferencia para iniciar contacto. Por lo tanto intento siempre mezclar la parte humana, como mis aficiones, mis gustos, mis hobbies... con la parte física, ya que todos los perfiles entran por los ojos". Ya que, añade, "mejor insinuar, mejor provocar y, entonces, la mezcla es explosiva y casi nunca falla".

Y, aunque es verdad que en redes sociales "me siento libre, protegido y controlo la situación a mi antojo... a veces me gusta tentar y ver cómo reaccionan otros tíos y me pongo ropa deportiva ajustada que marque bien mis nalgas y mi polla, así como camiseta de tirantes, y salgo a jugar". Ver "cómo se ponen calientes también me excita y puedes verme de vez en cuando por algún que otro parque, local gay, zona del río o centro comercial".

Donde más le gusta dar rienda suelta a su faceta exhibicionista es en aquellos sitios en los que "la situación me excite y me provoque tanto que necesite compartirlo con alguien". Por lo que "¡Ay, si los aparcamientos de los centros comerciales hablasen!, jajaja". Y, como buen versátil, "la verdad es que me adapto perfectamente a todo y todos", pero, se confiesa, "mi culo me ofrece grandes satisfacciones y gozo mucho siendo pasivo". Aunque, eso sí, "no me puedo resistir a un buen culo si lo tengo delante". Y es que "etiquetarse está sobrevalorado. Lo bueno es disfrutar, adaptarse a cada momento y jugar mucho, ya que el placer es mucho más intenso y gustoso".


Compartiendo morbos con su entorno

Con su entorno más cercano no sólo comparte esta afición, sino que "con algunos, incluso, la disfruto y la provoco". Para ello, prosigue, "la confianza es fundamental y tener intimidad sana con alguien de confianza es algo que me excita mucho". Y es que "ya conoces los gustos y preferencias de esa persona, tanto personales como sexuales, ya sabes que el físico pasa a un segundo plano porque hay otras cosas que despiertan tus instintos más carnales y la provocación sale sola".

Porque, como él muy bien explica, "tener gente cercana con la que poder exhibirte y provocar es el mejor complemento para disfrutar de buen rollo y no tener que dar explicaciones ni sentirte juzgado". Pero, hay detalles de su vida privada que no comparte con nadie y mucho menos en las redes sociales, ya que "si lo hiciese, dejaría de ser privado".

Y es que "me gusta tener mi propia parcela de tranquilidad y poder desconectar cuando lo considere oportuno. No todo en un perfil debe ser verdadero y jugar con el misterio me gusta. Y si alguien quiere ganarse mi confianza, aquí le espero Solo tiene que intentarlo. ¿Tu quieres conocerme?".


La experiencia más morbosa

La experiencia más morbosa que recuerda hasta el momento fue con "un cristalero que tenía que venir a cambiar una ventana en mi casa. Me dio tanto morbo la situación que la ventana la cambió pero terminamos en la cama y fue impresionante". Ya que, prosigue, "cada momento puede ser especial y distinto, y la imaginación es básica, ya que la rutina aburre y cansa. Por eso jugar es tan divertido y placentero".

Pero si hablamos de filias o fetiches sexuales, Miguel nos habla de uniformes, locales gay, cruising o azotes, ya que "experimentar es la base para llegar a gozar plenamente". Y a veces, añade, "me limito a dar placer y a satisfacer a otros tíos y otras soy yo quien lleva el mando y quiero controlar la situación".

El mundo vestuario le da mucho morbo, ya que representa "gran parte de mi universo de fantasías sexuales homoeróticas", confesándonos que en algún vestuario "he disfrutado muchísimo, sobre todo cuando me voy a la piscina cubierta del gym, con esos cuerpos mojados, esos bañadores ajustados al cuerpo, esa masculinidad a flor de piel... las duchas son claro ejemplo de lo bien que se puede disfrutar cuerpo a cuerpo con otro tío". Por ello, las fantasías las va cumpliendo, por ahora, todas. Y es que Miguel Montenegro siempre le pone mucha pasión al sexo.
















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