Entrevista a Guillermo Weickert
"Guillermo Weickert ha volcado su parte más extrovertida y exhibicionista en el perfil de Casi40"
Tras su reciente estreno en Sevilla de su último montaje, Parece Nada, nos citamos en nuestro vestuario con un coreógrafo, bailarín y actor onubense que vive el desnudo en su vida personal y profesional como algo natural, humano y saludable. Y aunque no le cuesta enseñar el culo, es muy reservado y pudoroso en el terreno emocional. Por eso hoy hemos intentado desnudar en el sentido más amplio del término a Guillermo Weikert y espero haberlo conseguido.
¿Cómo presentarías a Casi40 si entrases por primera vez en nuestro vestuario?
Casi40 es un nick que uso desde que tenía 30 años en el difunto fotolog. Nació como una gracia de mis amigos en Barcelona, donde vivía entonces, que decían que el tiempo pasaba volando y que recién cumplidos los treinta ya empezaron a llamarme 'casi40'. Y ciertamente el tiempo ha pasado volando y ahora soy casi40 pero por arriba porque tengo 46.
Con este nick, tanto en Fotolog como en Instagram he ido descubriendo mi propia proyección en Internet y las redes sociales. Es con el nick con el que me fui desenvolviendo y aprendiendo a manejarme en la virtualidad. Siempre he volcado mi parte más extrovertida y exhibicionista en ella y he hecho cosas y entablado relaciones con las que no me habría atrevido desde el Guillermo de aquellos años…
Con los años ha habido un trasvase natural entre este “yo virtual” y el mío. Nunca hice nada de lo que me arrepintiera o que quisiera esconder, pero sí que me ha ayudado a conocerme y completarme y hoy en día la comunicación entre ambos es total.
Pero, si yo te pregunto, ¿quién es Guillermo Weickert?
Hoy en día es la misma persona al cien por cien, porque ese perfil me ha ayudado a explorar zonas de mi personalidad que quizás estaban más latentes y todo el mundo sabe que ambos están conectados.
Simplemente cuando estoy en 'modo GW' me pongo más profesional y quizás un poco más serio porque en Casi40 doy más rienda suelta al humor, a la sensualidad y el sexo. Aunque estos aspectos han pasado a ser parte de mi interés artístico e incluso una especie de “causa social” porque me siento un hombre maduro al que le gusta jugar, ver, enseñar y sentirse vivo y también deseable. En muchos sentidos, según el modo en que Internet y las redes sociales están enfocadas, ambas cosas tienden a penalizarse e invisibilizarse. Temas como éste o la censura puritana son cosas que me gusta combatir desde mi perfil de Casi40 pero que han pasado también a Guillermo Weickert.
No sabes la de veces que me han “advertido” de lo perjudicial que podría ser para mi carrera publicar según qué fotos o hablar tan claro de mis gustos. Es flipante que aún hoy quieran que te escondas, pero hay que saber que para muchas personas y en general para el mercado eso es así.
Casi40 es un nick que uso desde que tenía 30 años en el difunto fotolog. Nació como una gracia de mis amigos en Barcelona, donde vivía entonces, que decían que el tiempo pasaba volando y que recién cumplidos los treinta ya empezaron a llamarme 'casi40'. Y ciertamente el tiempo ha pasado volando y ahora soy casi40 pero por arriba porque tengo 46.
Con este nick, tanto en Fotolog como en Instagram he ido descubriendo mi propia proyección en Internet y las redes sociales. Es con el nick con el que me fui desenvolviendo y aprendiendo a manejarme en la virtualidad. Siempre he volcado mi parte más extrovertida y exhibicionista en ella y he hecho cosas y entablado relaciones con las que no me habría atrevido desde el Guillermo de aquellos años…
Con los años ha habido un trasvase natural entre este “yo virtual” y el mío. Nunca hice nada de lo que me arrepintiera o que quisiera esconder, pero sí que me ha ayudado a conocerme y completarme y hoy en día la comunicación entre ambos es total.
Pero, si yo te pregunto, ¿quién es Guillermo Weickert?
Hoy en día es la misma persona al cien por cien, porque ese perfil me ha ayudado a explorar zonas de mi personalidad que quizás estaban más latentes y todo el mundo sabe que ambos están conectados.
Simplemente cuando estoy en 'modo GW' me pongo más profesional y quizás un poco más serio porque en Casi40 doy más rienda suelta al humor, a la sensualidad y el sexo. Aunque estos aspectos han pasado a ser parte de mi interés artístico e incluso una especie de “causa social” porque me siento un hombre maduro al que le gusta jugar, ver, enseñar y sentirse vivo y también deseable. En muchos sentidos, según el modo en que Internet y las redes sociales están enfocadas, ambas cosas tienden a penalizarse e invisibilizarse. Temas como éste o la censura puritana son cosas que me gusta combatir desde mi perfil de Casi40 pero que han pasado también a Guillermo Weickert.
No sabes la de veces que me han “advertido” de lo perjudicial que podría ser para mi carrera publicar según qué fotos o hablar tan claro de mis gustos. Es flipante que aún hoy quieran que te escondas, pero hay que saber que para muchas personas y en general para el mercado eso es así.
"No sabes la de veces que me han 'advertido' de lo perjudicial que podría ser para mi carrera publicar según qué fotos o hablar tan claro de mis gustos"
¿Hay algo de tu personalidad que te recuerde más a tu Huelva natal?
Mi apellido es alemán, ya que mi familia por parte de padre es de ascendencia germana pero ya nacidos en Huelva, y me identifico totalmente con esa mezcla de orígenes y contradicciones en todo. Se puede ser muy de Huelva y no cumplir ninguno de los clichés o ideas preconcebidas que a priori pudieras pensar… Eso es común en otros onubenses y que precisamente son muy referentes míos. Y me gusta esa filosofía para todo en la vida: mezcla, huida de los cánones y de lo preestablecido, sorpresa.
Pues seguramente a la de bailarín, por lo de moverme en la cama. Bailar no, pero moverme y usar todo el cuerpo en el sexo y no solo los genitales sí que me representa. Lo de actuar no. Me habría ido mucho mejor si hubiera interpretado en la cama mis mejores papeles pero, por suerte o por desgracia, soy muy transparente y en la vida real no consigo que no se me note lo que pienso.
"Como bailarín, moverme y usar todo el cuerpo en el sexo, y no sólo los genitales, sí que me representa"
Eso me dicen. Que soy muy mandón y que a veces pongo demasiada fuerza. Creo que es verdad, aunque no soy muy consciente. Y pienso que en realidad me gusta ese rol pero siempre con la idea de ir cambiándolo constantemente. Como cuando bailas con otros u otras, me da mucho gusto que me den órdenes claras y contundentes y que me dirijan con seguridad. Dejarse hacer, también me representa, pero creo que a veces aceptamos el primer rol que conocemos y no dejamos que se produzca el relevo. Yo seré 70% mandón pero hay un 30% ahí que está esperando que alguien tome las riendas.
¿Y qué eres más de números solos, en dúo o en grupo?
Disfruto mucho más el dúo. Mira, como la danza en este país es tan precaria, lo de números grandes no lo he practicado demasiado y no le he cogido el gusto. Solos en cambio he hecho un montón y si no es inevitable ya paso… pues con el sexo igual (jajaja).
No, en serio, después de muuuuuchos años de promiscuidad constante y que disfruté mucho, hace ahora algunos años que he descubierto el “rollo pareja” y todavía no me he cansado. Lo disfruto mucho… cuando llegue su momento siempre podemos ampliar.
Un buen bailarín tiene que conocer bien cada rincón de su cuerpo, ¿cuál es la parte de tu cuerpo más sensual o sexy?
Las piernas, parece ser. Desde luego son una superficie erógena total y extensa porque reaccionan por todos lados.
Daddy o beard, ¿te identificas con algunos de estos términos?
Beard de barba sí, y bear de oso, también. Y a pesar de la pinta de daddy que tengo, como me veo como un crío, a veces no respondo a esa etiqueta… Yo llamo daddies a los de sesenta para arriba, jajaja, y que conste que me encantan.
Vemos que no tienes mucho pudor a mostrarte desnudo en redes sociales y nos encanta... ¿todo artista lleva de una u otra manera un exhibicionista dentro?
Pues se ve que todos no, pero yo desde luego sí. A estas alturas no voy a negar que me encanta posar desnudo y que me da mucho morbo el tema, en muchas variantes.
Me parece algo super natural, saludable y humano. Pero entiendo que no todos somos iguales. A mi por ejemplo el exhibicionismo emocional o sentimental sí que me echa para atrás. Me parece importante que todos seamos consciente que las redes están ahí para jugar con ellas pero que no hay que olvidar nunca que son una proyección y no la realidad. Ni enseño tanto como parece ni mucho menos lo enseño todo y con los que mejor me llevo son con los que me pillan rápido el rollo y entienden los límites personales sin necesidad de tener que decir nada. Quiero decir que enseñar el culo no me cuesta nada, pero sin embargo soy muy reservado y pudoroso en lo emocional. De lo que yo considero mi verdadera intimidad, enseño más bien poco.
Daddy o beard, ¿te identificas con algunos de estos términos?
Beard de barba sí, y bear de oso, también. Y a pesar de la pinta de daddy que tengo, como me veo como un crío, a veces no respondo a esa etiqueta… Yo llamo daddies a los de sesenta para arriba, jajaja, y que conste que me encantan.
Vemos que no tienes mucho pudor a mostrarte desnudo en redes sociales y nos encanta... ¿todo artista lleva de una u otra manera un exhibicionista dentro?
Pues se ve que todos no, pero yo desde luego sí. A estas alturas no voy a negar que me encanta posar desnudo y que me da mucho morbo el tema, en muchas variantes.
Me parece algo super natural, saludable y humano. Pero entiendo que no todos somos iguales. A mi por ejemplo el exhibicionismo emocional o sentimental sí que me echa para atrás. Me parece importante que todos seamos consciente que las redes están ahí para jugar con ellas pero que no hay que olvidar nunca que son una proyección y no la realidad. Ni enseño tanto como parece ni mucho menos lo enseño todo y con los que mejor me llevo son con los que me pillan rápido el rollo y entienden los límites personales sin necesidad de tener que decir nada. Quiero decir que enseñar el culo no me cuesta nada, pero sin embargo soy muy reservado y pudoroso en lo emocional. De lo que yo considero mi verdadera intimidad, enseño más bien poco.
"Enseñar el culo no me cuesta nada, pero sin embargo soy muy reservado y pudoroso en lo emocional"¿Ha habido alguna semana en la que no hayas enseñado el culo?
Alguna pero más por aburrimiento de la censura de Instagram o porque el trabajo no me deja, porque me encantaría no faltar ni una.
¿Te has desnudado o has desnudado a alguien en un escenario? ¿Lo harías ahora?
Llevo años desnudándome en el escenario, pero creo que hay un antes y un después de interpretar El Público de Lorca que dirigió Alex Rigola en el teatro de La Abadía de Madrid. Ahí, interpretaba a uno de los caballos, que en la simbología Lorquiana representan el deseo sexual. Alex habló con nosotros (otro actor y una actriz) y nos contó que su idea era que fueran tres cuerpos humanos desnudos sin ninguna máscara ni prótesis (que es como se suelen interpretar) y que trabajáramos la sexualidad desde la contención del cuerpo, la temperatura y el impulso nervioso… desde el principio de la obra estábamos en escena completamente desnudos y con el cuerpo siempre untado en aceite. Creo que mucha gente agradeció esa contundencia de la propuesta en estos tiempos tan puritanos. Realmente, no sólo este aspecto sino en toda la propuesta, el montaje era de una elegancia y belleza, al tiempo que de una carga explícitamente sexual muy bestia. Estuvimos dos años de gira por prácticamente toda España así que después de eso poco me queda que ocultar.
Y sí, en mi próximo estreno en el Teatro Central de Sevilla a finales de octubre estoy media obra desnudo, así que aún lo hago. Me parece que en cada etapa de tu vida tu cuerpo cuenta unas cosas diferentes y transmite unas emociones u otras porque nuestro cuerpo es nuestro registro. Yo ahora estoy menos musculado, con más kilos después del confinamiento… nada de lo que me avergüence y justamente me viene genial para lo que quiero contar ahora. Por eso lo hago. Si no iría vestido y tan contento también.
"Después de años de promiscuidad que disfruté mucho, he descubierto el 'rollo pareja' y todavía no me he cansado"
No, pero entiendo que a veces no te apetece exponerte si no es porque te compense artísticamente. No es que un desnudo tenga que justificarte pero igual que a veces no te apetece hacer según qué trabajos, puede que no te apetezca poner eso al servicio de la creación, si no te compensa. Cada uno debe escoger muy bien y esa decisión sí que no tiene que justificarse: por que no quiero y punto. O porque no quiero, y punto.
¿Cuál ha sido el desnudo en cine y/o teatro que más te impactó en su momento o que más te llamó la atención?
Pues sin llegar a ser desnudos totales, los del cine de Fassbender, en concreto Querelle o los del cine de Passolini. Los vi de muy niño y en un momento en el que prácticamente en TV no se veía jamás un desnudo masculino y recuerdo quedarme ojiplático… por la belleza de los cuerpos pero también por el cine de esos dos monstruos.
¿Y si tuvieras que desnudar a algún actor actual para uno de tus espectáculos o montajes teatrales?
Pues muchos, no sólo porque estén físicamente bien, hay muchas cualidades en el cuerpo humano que me resultan maravillosas para ver en un escenario y crear con ellos: desde una determinada calidad de movimiento, o la presencia… pero por decir uno que me salta a la cabeza, Raúl Tejón, que es una verdadera fantasía… ¿hay alguien para el que no lo sea?
"Me gustaría desnudar en uno de mis espectáculos al actor Raúl Tejón, que es una verdadera fantasía"
¿Cuándo te das cuenta que te gusta exhibir tu cuerpo desnudo con naturalidad?
Creo que estudié en una escuela modélica en nuestro país: el Instituto del Teatro de Sevilla, que cerró sus puertas hace ya más de veinte años. En ella, además de la conciencia de la importancia del cuerpo en el trabajo del actor, se inculcaba una naturalidad muy presente en toda la formación: desde la no segregación por géneros de los vestuarios, que eran comunes, al entendimiento profundo de todo lo que pones al servicio de la creación contemporánea. Creo que algunos de los valores de esa escuela deberían estar presentes en algún momento en la formación de cualquiera: desde entonces, allá por el 1992, que mi relación con mi propio cuerpo y desnudo ha sido de lo más saludable.
Un amigo tuyo, Paco Tomás, tiene una cruzada contra la censura en redes. ¿Cuál es tu postura al respecto?
Pues que parece que es sólo el berrinche de algunos pero esconde algo verdaderamente perverso y que realmente hay que denunciar y compartir: las redes sociales e Instagram a la cabeza, censura unas fotos sí y otra no en base a razones puramente económicas y racistas: los considerados “viejos” (es una de las formas de racismo más bestias hoy en día), los cuerpos no normativos… también razones clasistas y demás perversidades. Si no hay un interés mercantilista detrás se censura. Se censuran los cuerpos incluso los de las obra de arte clásicas, lo cual es aberrante. Se da una visión pecaminosa o prohibida del cuerpo humanos mientras que se dejan pasar discursos de odio y de violencia como si nada. Se que no es lo único ni lo más importante, pero señalar estos abusos y combatirlos para mi, como para el señor Paco Tomás, se ha convertido en un símbolo de lucha por nuestros derechos y libertades conseguidos después de muchos años y que no queremos perder. No queremos dar ni un paso atrás en este sentido.
Por cierto, ¿qué ves cuando te miras desnudo delante de un espejo?
Te incluyo una foto de Manel Ortega en la que estoy en bolas delante de un espejo y me lo dices tú.
Como buen choquero, ¿alguna playa de la costa onubense por la que te encontraríamos en pelotas?
La playa en la que me he perdido más es la de Los Enebrales, en Punta Umbría, que además de maravillosa es bien movidita y no te aburres nunca, si no quieres. Pero un paraíso para realmente perderte, mi playa de infancia: La Casa del Palo en La Flecha de El Rompido.
No sé si frecuentas los gimnasios y sus vestuarios, pero ¿hacía dónde miraremos si te encontrásemos desnudo?
Creo que a la cara porque soy muy afable y sonriente y me encanta saludar y que me saluden. Después, a donde más te guste, que no me molesta en absoluto, y menos si me invitas a mirar a mí también.
¿Dónde has vivido experiencias más morbosas en un vestuario o en los camerinos de un teatro? ¿Nos contarías alguna?
Para ser sincero, en muchos vestuarios. Es una fantasía recurrente desde pequeño y supongo que la de muchos. A finales de los noventa en los gimnasios DIR de Barcelona se nos iba un poco la olla a todos. El vestuario de hombres del de Castillejos era ya pasarse de la raya pero ahí estuve y ahí se montaron, a veces, bastante gordas. Lo siento por aquellos que se pudieron sentir molestados, pero la verdad es que la atmósfera era claramente de sexo: la sauna de vapor y el jacuzzi echaban algo más que humo y burbujas.
"En los vestuarios he vivido experiencias muy morbosas. Es una fantasía recurrente desde pequeño y supongo que la de muchos".
Uff, creo que hoy en día la peña pone el listón muy alto. No creo que pueda ponerme ninguna medalla de originalidad con esto. En el fondo soy un clasicorro.
Has sido coreógrafo del espectáculo The Hole, ¿te gustan los agujeros y los espacios oscuros?
Siento una atracción natural, qué le vamos a hacer. Me gustan los tugurios y los agujeros, aunque últimamente no me parece tan fácil encontrar esos sitios imperdibles en cada ciudad. Te confesaré que cuando me llamaron para coreografiar The Hole fue un subidón que duró poco, porque a pesar de que guardo muy buenos recuerdos y fue una experiencia muy chula, nunca pensé que habría tanto límite y tanta autocensura. Pensé que iba a ser un formato mucho más trasgresor y “peligroso” pero los productores optaron por un contenido muy blanco y muy “Disney”. Después de Eduardo Casanova, que fue el maestro de ceremonias más bestia y políticamente incorrecto y al que le censuraron su propuesta por todos lados, decidí que mi trabajo allí ya no iba a llegar más lejos y me fui. Guardo grandes amigos y recuerdos, entre ellos a mi Vinila, a la que adoro, y les deseo lo mejor y el mayor de los éxitos pero te confieso que no he visto ninguno de los que hicieron después.
"Cuando me llamaron para coreografiar The Hole el subidón me duró poco: nunca pensé que habría tanto límite y tanta autocensura"¿Tienes algún fetiche o filia sexual que hayas explotado más artísticamente?
Tengo una pieza en la que voy vestido completamente de cuero, cara incluida. En otro, me meaba en escena, aunque no podría decir que la orina sea mi fetiche... Además de eso, deberías venir a ver mi último estreno, Parece Nada y después me cuentas tú lo que has visto sobre este tema. Creo que es algo que siempre está de una manera u otra presente en mi trabajo, pero me gustaría pensar que de una manera.
Imagina que tienes que hacer un espectáculo de cabaret o burlesque con diferentes personajes de la historia, ¿a quién te gustaría ver bailando sobre el escenario?
Me encantaría contar con Isadora Duncan y Lousie Fuller, que eran dos gamberras, seguro. De maestro de ceremonias pondría un buen Calígula, que realmente nos llevara a un límite difícil de mirar.
Si tuvieras que hacer un número de danza inspirado en un vestuario del gimnasio, ¿cómo lo imaginas?
Con ropa sudada y sucia, olor, temperatura…Odio cuando tratan de apropiarse una estética y lo quieren convertir en algo de plástico sin vida y sin los elementos que precisamente son los que provocan todo el morbo.
¿Tienes alguna fantasía por cumplir en uno de estos vestuarios?
Después de esa etapa que te contaba antes en Barcelona, muy pocas… pero con ganas de repetirlas, siempre!
Luis Gaspar, Pedro Arnay y Manel Ortega son los autores de algunas de las fotografías de esta entrevista, el resto son realizadas por Guillermo Weickert.
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