Porno para (casi todos) los sentidos

Crítica de la escena porno Fruta de la Pasión de Maripaini Produccionex para Tetatita

No es una de las más recientes producciones presentadas por Tetatita, pero sí una de las más originales de las últimas semanas. Por ello, El Acomodador no ha querido dejar pasar la ocasión de sacar su lupa curiosa y analizarnos al detalle esta escena creada por Maripaini Produccionex en la que la masturbación y las frutas se unen en una secuencia que te hará la boca agua.

  • Título: Fruta de la pasión.
  • Duración: 10:17 minutos.
  • Productora:  Maripaini Produccionex para Tetatita.
  • Género: masturbación, naturaleza.

No es la primera vez, y supongo que no será la última, que un hombre hace uso de la fruta para su deleite sexual. Pero en Fruta de la Pasión, Maripaini nos presenta por primera vez lo que podríamos llamar porno para los sentidos. Para casi todos, ya que, en producciones como estas, echamos en falta que el cine para adultos se pueda oler, por ejemplo.

Dicen que el origen está en una manzana, la que mordieron Adán y Eva para ser expulsados del paraíso por sucumbir a la tentación. Eso es lo que hace precisamente el chico de este corto, caer en el juego de una manzana y morderla. Lo hace tras una maravillosa vista de pájaro del verde campo, con la que comienza esta secuencia, para irnos sumergiendo poco a poco en una especia de jardín del Edén con adonis incluido.

En Fruta de la Pasión juega un papel fundamental los primeros planos de la cámara y ese sonido real amplificado para sentir al cien por cien la experiencia pornográfica sensitiva en que se convierte el corto. En cada plano conectas directamente con el chico y la naturaleza, con esos planos detalles de la boca mientras muerde y mastica la manzana o de sus pies desnudos en contacto directo con la tierra, con el verde del suelo.

Pero no de manzana vive el deseo sexual de un chico joven, como el protagonista de esta escena, otro de los grandes aciertos de la producción. Un jovenzuelo de pelo claro, barba y sonrisa a medio camino entre la ingenuidad y la picardía. Ya que sólo un chico en edad de experimentar, de probar con el sexo, protagonizaría un momento tan jugoso y libidinoso como éste.

Y es que, detrás de la manzana, hay una naranja, con la que el chico juega, tras partirla en dos, como si estuviera teniendo su primera experiencia sexual con la vagina de una chica. Esos lametazos o ese contacto con sus dedos, simulando que los está introduciendo por una vulva. De nuevo, la importancia del sonido, de esa fricción entre dedos y fruta, que es capaz de derretir al más frío témpano de hielo. Sobre todo cuando el chico exprime la naranja y todo el jugo cae en su boca, el torso o su paquete, que no deja de sobar desde el comienzo de la escena.

A partir de aquí, una vez desnudo y dejando al descubierto su fruta de la pasión, empieza todo un manual, en apenas unos minutos, de como penetrar o follarse un melón. Primero se quita uno de los 'culos' de la pieza, dejando al descubierto su fruta. Se lubrica con la lengua y con uno o dos dedos comenzamos a hacer el agujero que nos servirá para la penetración...Y para dentro.

De pie, sentado o tumbado el chico se ve que está disfrutando mientras se folla al melón. Sólo hay que ver la expresión de su cara o el deseo que fluye de su mirada mientras lo hace. Transmite y no hacen falta más exageraciones ni sobreactuaciones. Ya que, en muchos casos, y éste es uno de ellos, las palabras sobran. Y, si no, ahí está esa sonrisa, incluso leve risa, que se le escapa en alguna ocasión a este pícaro jovenzuelo.

Lo que sí se echa en falta, y por eso es una experiencia porno para casi todos los sentidos, es que la escena se pudiese oler. Nos hubiese encantado percibir ese olor dulzón y empalagoso que el interior del melón estaba dejando impregnado en su sexo. Con el detalle de las pepitas, que de tanta fricción interior, se quedan adheridas a la piel de su polla. 

Y por pedir, aunque no sea necesario ni imprescindible para la escena, echamos en falta la presencia del plátano, el auténtico fruto de la pasión, para ver el partido que le hubiese sacado el chico del corto. Habrá que esperar a una nueva entrega.

Lo mejor: El sonido tan explícito.
Una pega: Que no hubiera un plátano en el menú.
Puntuación: ★★



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