Lucha libre, fectiches y mucha perversión
Crítica del capítulo 1 de la serie porno Viktor Secret de la productora porno Wrestingmale.
El Acomodador se adentra esta semana en la primera serie BDSM de la productora Wrestingmale. Unas producciones en las que la lucha libre convive con muchos fetiches de dominación y sumisión, muy en la línea de la casa. El secreto de Victor es el título de esta serie protagonizada por todo un amo del porno, Vicktor Rom, que comparte escena en estos dos capítulos con Joe Gillis y Michael Román.
- Título: El secreto de Viktor, Capítulo 1 y 2.
- Duración: 50:47 y 42:48 minutos.
- Productora: Wrestingmale.
- Actores: Viktor Rom, Joe Gillis y Michael Roman.
- Género: lucha libre y BDSM.
En esta serie Viktor Rom lidera una organización secreta, Viktorum, a través de la cual selecciona gradualmente un ejército de esclavos para su placer megalómano. Comparte esta acción con Etienne, quien le ayuda con el reclutamiento para lograr su objetivo: la creación de un banco de esperma de sus mejores esclavos.
Este primer episodio se estructura en dos capítulos. En el primero Viktor recibe a sus primeros reclutamientos, Joe Gilliis y Michael Román para ver cuál de los dos será el chico dominante/activo y el esclavo sumiso/ pasivo. Es en el arranque de este primer capítulo en el que disfrutamos de la esencia básica de Wrestingmale: la lucha cuerpo a cuerpo entre dos hombres con poca ropa. Esos primeros planos de Michael con esas minúsculas y ajustadas calzonas o de Joe con un mínimo suspensorio son de lo más morbosas.
Pero antes de que acabe esta primera entrega nos vamos percatando de que este secreto club de Viktor es más pervertido de lo que parece, sobre todo, cuando el sexo entra en escena con estos tres machos imponentes o cuando pasan a una celda con sling, en la que entran en juego otros fetiches, como el fisting. Viktor Rom y Michael Roman hacen de las suyas con sus puños y el culo de Joe Gillis.
La calidad técnica de Wrestingmale es impecable. La imagen es limpia y los planos son libres, nada encorsetados, siempre buscando la cámara la mejor perspectiva que mostrarle el espectador. Haciendo uso, en ocasiones, de los planos superpuestos en el que ver al unísono la misma secuencia pero desde dos cámaras diferentes. En lo que a la iluminación se refiere, en este primera capítulo, es la justa y necesaria para envolver a los cuerpos durante la escena y no deslumbrarlos.
Una vez elegido al candidato perfecto para ser esclavo, pasamos a una segunda parte no apta para almas sensibles. Ya que en este segundo capítulo Viktor Rom saca la artillería pesada con el único objetivo de someter a Joe a sus juegos más perversos de este ritual de iniciación. De la penumbra, tímida iluminada, de la mazmorra del primer capítulo, pasamos a una habitación de tortura explícitamente más iluminada.
Ríase Christian Grey de lo que es un cuarto de tortura. Lo suyo en comparación con lo del Viktorum es una casa de muñecas. Ya que no paramos de sorprendernos viendo todos los instrumentos que va sacando para jugar con su esclavo, indefenso y atado a una silla. Que si una fusta para pegarle, mordaza para la boca, dilatador anal o una bomba de vacío para el pene. Ver cómo crecía la polla de Joe Gillis aplicando este instrumento es pura fantasía sexual.
Pero lo mejor aún está por llegar. Sobre todo para aquellos a los que les gustan las emociones fuertes. Como colocar pinzas de la ropa sobre el escroto de los testículos o, mi favorito, meter una vela encendida por el culo de Joe. Pero esto no es todo, ya que Viktor se anima, incluso, a hacer fisting con su pie. Recordando a su esclavo que es un tío de lo más perverso.
En lo que a interpretaciones se refiere, Viktor Rom se mete a la perfección en el papel de amo vicioso, en un personaje que, en ocasiones, llega a caer mal. Aunque esa sensación se nos pasa rápido cuando vemos lo guapo que los amigos de Wrestingmale lo sacan en sus planos.
La actuación de este venezolano, toda una estrella del porno, es impecable e imponente. Pero me ha gustado mucho la interpretación de sumiso que hace todo un tiarrón como Joe Gillis. En ocasiones no sabemos realmente si está sintiendo lo que está expresando con su cara, gritos o jadeos, o todo es producto de su actuación. Lo que evidencia, por tanto, que es muy buen actor. Por lo que, con dos bestias del porno como éstas, es normal que el atractivo Michael Roman pase, un poco, sin pena ni gloria por esta secuencia.
Si queréis ver un resumen de este primer capítulo de Viktor Secret, entra en el siguiente enlace.
- Lo mejor: La actuación sumisa de Joe Gillis.
- Una pega: No la encontré.
- Una curiosidad: Primera serie BDSM de la productora Wrestingmale.
- Puntuación: ★★★★★
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