Nos gusta el gimnasio de Juan Lucho

Crítica de la escena porno Sex 4 Life de la productora Juanlucho.com.

La productora Juanlucho.com vuelve con una nueva entrega de Gym Series. En este caso un cuarteto lleno de vicio con las dos latinas Sheila Ortega y Lily Veroni, que se irán turnando para ser folladas por los cachas tatuados Rob Diésel y Juan Lucho. 

  • Título: Sex 4 Life.
  • Duración: 29:56 minutos.
  • Productora: juanlucho.com.
  • Actores: Juan Lucho, Rob Diésel, Lily Veroni y Sheila Ortega.
  • Género: cuarteto hetero, sexo duro, comidas de culo.

El porno heterosexual también tiene su punto. Confieso que me gusta ver alguna escena que otra, sobre todo, para comprobar cómo un machote hetero hace disfrutar a una chica. Poniendo de relieve, de nuevo, mi faceta voyeur, la de mirar al chico en pleno acto sexual y contemplar como se maneja en esos lances. Ya que hay muchos que se comen una y presumen de haberse comido veinte.

Quizás, por eso, me he acercado a esta creación del equipo de Juan Lucho, con mujeres de por medio, para ver como Juan y Rob logran saciar el apetito sexual de estas hembras, que nos reciben nada más comenzar la escena desnudas, sobre unas pelotas de yoga y haciendo abdominales. De entrada, me gustaría preguntarle a Juan el gimnasio en el que entrena, porque no me importaría apuntarme, viendo la intensa actividad sexual que hay en su sala de entrenamiento y en sus vestuarios

Pero, centrándome en la escena, entiendo a la perfección que estos dos chulazos hipertatuados se pongan calientes si, nada más entrar en la sala. se topan de cara, como nos hemos topados nosotros, con dos chochos abiertos y con ganas de guerra... Y, evidentemente, no lo han desaprovechado. La escena, se sea hetero o no, es morbosa desde el primer momento porque los cuatro lo dan todo sobre el tatami. 

Aunque, lo que más me ha gustado o impresionado ha sido el físico desnudo de Rob Diésel. Pensaba que no podía haber un cuerpo más tatuado, y más estético a la vez, que el de Juan Lucho. Pero llega este masacote humano y nos deja boquiabierto con esa voluminosa fisionomía prácticamente tintada al cien por cien. Ah, y muy interesante el detalle del suspensorio que luce Rob debajo de su ropa deportiva, poniendo en evidencia que este tipo de prendas no es de uso exclusivo del colectivo homosexual.




Como tampoco lo es que te coman el culo. Y otro de los puntos fuerte de Sex 4 Life es que a los chicos les mola que le coman el ojete, sobre todo a Rob, que lo ha disfrutado de lo lindo. Ver ese trenecito, cada chico follándose a una de las chicas y que una de estas le coma el culo a Rob mientras tanto, ha sido de lo más morboso. Pero sin duda, uno de los mejores planos de la escena ha sido cuando Lily le estaba comiendo la polla a Diesel, éste tumbado boca arriba y con las piernas abiertas, y estimulándole con sus dejos el culo, casi enfocado en primer plano.

Y digo casi, porque al cámara, en ocasiones, parecía que le daba miedo acercarse a la acción y nos hemos perdido algunos momentos que nos hubiese gustado ver en más detalle. Por ejemplo, volvemos a lo anterior, esas comidas de culos de las chicas a sus amantes. No pasa nada si la cámara se acerca y nos enseña el ojete en primer plano mientras le van pasando la lengua. Son detalles que suman.

La nota negativa, por llamarla de alguna forma, o el suspenso, si se prefiere así, el toque violento en algunos momentos sobre las chicas, sobre todo de Rob Diesel con Lily Veroni, cuando la agarra del cuello o le golpea la cara. No estoy diciendo con esto que no sea correcto, ya que en el sexo todo vale si ambas partes consienten y disfrutan de ello. Pero para mí, y también lo he comentado en ocasiones sobre alguna escena gay, un hombre no es más varonil en el sexo por dar muestra de su violencia o por imponer su fuerza sobre la otra persona. Pero apenas es un detalle en casi 30 minutos de escena.

El final es memorable, con ese puzzle perfecto de los cuatro cuerpos mientras follan. Ellas encajadas a la perfección, una boca arriba y su compañera, a cuatro patas, sobre la otra, comiéndose el coño, mientras los chicos cierran los extremos a la par que las penetran. Y la corrida final ha sido muy original, aunque no ha salido a la perfección, ya que ese truco de correrse dentro y luego levantar la pelvis de las chicas para que salga la lefa y le caiga sobre sus cuerpos era la primera vez que lo veía y no está nada mal. 

  • Lo mejor: El descubrimiento de Rob Diesel y las comidas de culo.
  • Una pega: La falta de planos detalles en algunos momentos.
  • Una curiosidad: Escena de colección Gym Series.
  • Puntuación: ★★★☆☆

Si quieres ver la escena u otras producciones de Juan Lucho, entra en el siguiente enlace.





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