Nos gustan los días de verano en Sitges

Crítica de la escena porno Summer Sitges Day de la productora Juanlucho.com

Nueva cita semanal con el cine porno de la mano de El Acomodador de Los chicos del vestuario, quien, en esta ocasión, nos trae a nuestra particular sala de cine x la última producción de Juan Lucho para el porno gayfriendly, Una escena con el actor gay, Manuel Reyes, en la que ambos comparten una paja al aire libre en una playa de Sitges. Así es un Summer Sitges day.

El morbo de una escena o película porno reside en la historia y en su buena contextualización más que en la acción que ocurrre delante de una cámara. Y esto, aunque parezca una obviedad, es algo que muchos creadores porno pasan por alto en un 90 por ciento de las produciones que se publican. No es lo mismo ver a dos tíos follando en las duchas de un gym que saber que uno es un cliente gay y el otro el monitor de musculación hetero, al que ha estado provocando y calentando durante su entrenamiento en la sala de máquinas.

De tíos follando o haciéndose una paja están las redes llenas, por eso, los profesionales de la industria porno tienen que diferenciarse de ese contenido básico y gratuito aportando un plus de calidad y morbo a lo que vemos en sus escenas. Como profesionales del cine, nos tienen que contar una historia, una historia creíble, ya que en las cosas cotidianas de la vida, en la realidad del día a día, residen los mejores relatos para filmar y en el porno no iba a ser menos.

La productora de Juan Lucho presenta un nuevo contenido gayfriendly y, el hecho de que el actor porno heterosexual más importante de España lo haga ya es motivo de alegría. Summer Sitges Day es el título de este corto en el que Juan Lucho  coincide delante de la cámara con el actor porno gay Manuel Reyes. Ambos deciden pasar un día juntos en Sitges, el municipio más gay de la Costa Brava, con paseo por el pueblo, un helado de nieve y bajada a una cala recóndita.



Pero, con esta escena, nos pasa lo que he comentado antes, que le falta una historia de fondo que le de ese plus de morbo del que carece. Entendemos que Juan y Manuel interpretan a dos amigos, ya que, si hubiesen sido novios la escena hubiese terminado diferente, pero poco más. Toda la introducción a la secuencia porno, propiamente dicha, esta narrada con musica de fondo, sin diálogos o una mínima conversación que nos permitan entender su desenlace. Las elipsis u omisiones de información pueden ser un buen recurso, ya que el público no es tonto y sabe contextualizar, pero, en el porno, no siempre menos es mas. Sobre todo cuando lo que suele primar habitualmente es el menos.

Cierto es que con el sólo hecho de ver a Juan Lucho masturbándose con otro tío en una de sus producciones la escena ya merece la pena. Y si su acompañante de pajas es un chico gay y, más concretamente, el morboso Manuel Reyes,  el éxito está asegurado. Pero, en esta ocasión, nos ha faltado esa complicidad e interacción que sí hubo, por ejemplo, en el encuentro de Lucho con el actor Andrea Suárez para juanlucho.com.  Y eso que Reyes ya nos dejó a todos con la boca abierta por sus provocaciones y atrevimientos con Bel Gris en el programa de cocina de la serie Bake it cum. Pero aquí no ha funcionado igual.

Volviendo a la introducción de Summer Sitges Day, hubiese sido interesante, sin darle demasiadas vueltas al asuntos, que ambos se hubiesen interpretado a si mismo en una especie de quedada de estos dos actores porno del momento, charlando un poco entre ellos y conociéndose más, con alguna que otra pregunta comprometida, sobre todo de Manuel a Juan, antes de pasar a la acción. E, incluso, que esta paja real hubiese surgido de ese momento confidencias.

Cada uno en su estilo es una fantasía de chico y desde el momento en el que deciden desnudarse y quedarse en ese bañador turbo que deja poco lugar a la imaginación la cosa se pone interesante. Por cierto, a Juan Lucho el look de media melenita y coleta alta le da un rollo interesante. Nos gusta.



Porque la escena, que no lo habíamos desvelado, termina en una paja compartida en una cala perdida y de difícil acceso en la que deciden concluir su cita. Y ese es uno de los puntos fuertes de esta creación, el que ambos decidan pajearse en un espacio público en el que podrían haber sido descubiertos por miradas curiosas. Un detalle, ahora que lo pienso, que le hubiese dado otro plus de excitación a la historia de este corto: los voyeurs que deciden pararse a contemplar como ambos se masturban.

Por eso, en este encuentro de 'real dogging' o cruising entre amigos, es un acierto esas miradas a todos lados de ambos actores para cerciorarse que no viene nadie. Pero las miraditas que más nos han gustado son las de Manuel a la polla de Juan Lucho, demostrando un gran poder de contencion ante semejante tentación, ya que, en alguna ocasión, pensabe que se iba a terminar lanzando sobre ella o, al menos, agarrándola con la mano. 

Incluso hay algunos planos que te pueden dar a entender que, en la zona que queda fuera de cámara, puede estar pasando lo que todos esperábamos que pasase entre ambos. La esperanza es lo último que se pierde. Pero, para planos, el primer plano del paquete de ambos para mostrarnos como se quitan los bañadores y dejan al descubierto sus hermosas pollas.

  • Lo mejor: El plano en el que se quitan los bañadores.
  • Una pega: Le falta morbo o historia morbosa de trasfondo.
  • Una curiosidad: Primera escena juntos de Juan Lucho y Manuel Reyes.
  • Puntuación: ★★★☆☆

Si quieres ver la escena, entra en web de juanlucho.com.

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