Un chico morboso, bastante provocativo y exhibicionista en potencia


"Afronto el erotismo con normalidad porque lo veo en todas partes"

Cuando entró en nuestro vestuario lo primero que dijo, además de su nombre, Juan Antonio, y su edad, 26 años, es que "soy un caos de persona". Por lo que en el vestuario "soy el típico que lo deja todo por todas partes y nunca usa los mismos espacios". Este caos humano es de Alicante, aunque toda su familia tiene raíces andaluzas, de Cádiz,  estudió Comunicación Audiovisual en Burgos y este año está de Erasmus en Oporto, Portugal.


Juan Antonio afronta el erotismo "como algo natural, porque lo veo en todas partes". Ya que, nos explica,  "llevar una sudadera que te queda grande porque no es tuya es algo erótico, no llevar ropa interior, el típico chándal gris o los glúteos de un hombre en chinos, esos pantalones le quedan bien a todo el mundo y yo nunca sé con ponérmelos... Pero es así, también es muy erótico. Y ahora con las mascarillas todavía más, con ese cruce de miradas cuando estas por la calle".

Pero en este universo de lo erótico, su primera visita a una playa nudista tuvo mucho que ver... "Me sentí como un niño pequeño perdido en un centro comercial. A mí me gustaba estar desnudo en casa, cada vez que me quedaba solo me quitaba la ropa. Pero llegar a un sitio donde todo el mundo estaba desnudo sin importar edades, tipos de cuerpos, tamaños… Aquello me pareció el mundo sin complejos y me quedé maravillado".  Ya que a Juan Antonio le da la sensación de que "hay muchos complejos en relación a la ropa, sobre cómo le queda a uno o si debería vestir mejor, pero en una playa nudista los complejos desaparecen".

Cuando le preguntamos por nuestras tres palabras claves, contraseñas para poder entrar en nuestro vestuario, lo tiene claro.  "¡Morboso, bastante provocativo y exhibicionista en potencia! Jajaja... Un poco de todo, que es al final como más se disfruta de las cosas". Por ejemplo, recuerda, "una vez estuve en una playa nudista en el norte que era todo dunas y, claro, ¡ya te imaginas lo que se hacía en esas dunas! Yo fui porque quería playa, pero cuando me di cuenta de que no paraban de pasar por mi lado y mirarme pues a uno le dio cierto morbo y se puso a provocar al personal".

  
"En la cuarentena me di cuenta lo que me gusta la fotografía erótica y lo poco que la practico"
Además, Juan Antonio también tiene su lado voyeur, cuando coge su cámara para hacer fotos, o cuando saca su lado exhibicionista para ponerse delante del objetivo de otro. " Son sensaciones distintas por completo, sí que es verdad que estoy mucho más acostumbrado a estar desnudo delante de una cámara que a tener a alguien desnudo delante de la mía". Por lo que, nos explica, "cuando tengo a alguien delante de la cámara mi preocupación se centra en la técnica y, si además está o están desnudos, pues me centro mucho en que estén cómodos". En su faceta como fotógrafo, "hace poco les hice unas fotos desnudos a una pareja amigos míos y la verdad que fue una buena experiencia, ya que las fotos salieron geniales y ellos estuvieron cómodos, que es lo importante. Pero tengo en tarea pendiente practicar más este tipo de fotografía".

Para ello, durante la pasada cuarentena, aprovechó para poner más atención en los fotógrafos a los que seguía, "una especie de autoanálisis" y se dio cuenta que "me gusta la fotografía erótica y lo poco que lo práctico". Proyectos como "Pornceptual, Tale of men, Hairy Magazine y, lo último que descubrí, Red Hot de un fotógrafo Londinense... Todos estos proyectos me parecen alucinantes y me han ayudado también a ver un poco qué tipo de desnudo me gusta".

Tanto como modelo como fotógrafo, es de los que piensa en una sesión "el peso cae en el modelo", ya que, para Juan Antonio, la "actitud es muy importante".  Y es que "una actitud de seguridad triunfa sin lugar a dudas. No hay nada que ponga más que una persona empoderada, jajaja". Aunque,  si se centra en partes del cuerpo, lo que más le gusta del cuerpo del hombre es "la espalda o las piernas, pero, sobre todo, la espalda, ya que además uno de mis secretos es que me encanta hacer masajes y los hago muy bien".

Aunque, nos confiesa, lo que más le pone del cuerpo desnudo de un hombre es el vello y eso que "yo soy horrible porque me lo quito muchas veces para la práctica del Pole Dance". Y en ausencia de pelo, "cada hombre es un mundo y cada cuerpo tiene algo que te llama la atención". 

Luego, como fotógrafo está claro que "estás observando todo lo que la escena te ofrece, fijándote en los pequeños detalles, que al final son los que van a hacer que tu foto se diferencie del resto, ya que hay veces que unos milímetros en la posición de una pierna, por ejemplo, cambian muchísimo la fotografía". Pero, añade, "pienso que es más importante hablar el tipo de fotos primero y luego dejar al modelo que se divierta".

"Las nuevas generaciones vienen libres de prejuicios frente al desnudo y eso es una maravilla"
Juan Antonio es de la opinión de que cada vez los hombres tienen menos prejuicios a desnudarse delante de una cámara. "Las nuevas generaciones vienen muy libres de prejuicios y eso la verdad que es una maravilla. Y los prejuicios que podía haber, la verdad, noto que se van disipando un poco".

Cuando hace de modelo, lo que más le gusta es "juego con la cámara", aunque, evidentemente, "tiene que haber un trabajo de confianza previo con el fotógrafo". Pero, nos cuenta, "cuando hago una sesión así, lo que me gusta es poner cachondo al fotógrafo y, jugando, es como al final acobo poniéndome cachondo".  Esas son las fotos que "al final más me gustan".

Pero, ¿posar para él mismo o para otros fotógrafos? ¿qué le gusta más? "Posar para alguien es muchísimo más cómodo. Imagínate el juego anterior cuando estoy fotografiándome a mi mismo… jajaja. Lo hago igual, que yo a mi mismo me tengo ganas, pero necesito una concentración increíble".

Y a la hora de elegir la sesión más morbosa hasta la fecha, Juan Antonio se queda con la primera que hizo para Pistones Cachondos. Conocía su trabajo y le encantaba, por lo que, asegura, "cuando tuvimos la oportunidad, quedamos para hacerla". Llevaba mucho tiempo sin que le hicieran fotos, "así que quedamos, fuimos a un lugar abandonado y empezamos la sesión". Como ya ha aclarado ante, "yo fui a jugar desde el primer momento, estaba con un chándal y una camiseta de Disney que dio mucho juego. Y en cuanto empezamos la sesión yo empecé a subirme la camiseta, a bajarme un poco el pantalón, a mostrarle nalgas, a tocarme el pecho, a quitarme el pantalón, esconderme con la camisa… No sé, ahora lo pienso y parecía que estaba haciendo un striptease a la cámara".

De su última sesión para Workbylobo, en Oporto, en la bañera, en suspensorio y con sombrero de marinero, recuerda que su compañero de piso se había bañado antes y "no había agua caliente para nadie". Por lo que se vio "hirviendo dos ollas de agua y llené la bañera" y, confiesa, "en esas fotos que quedaron estupendas, yo estaba muerto de frío, ya que las ollas no daban para calentar la bañera, pero, bueno, fue gracioso, morboso y de todo".


"Al ver la reacción de la gente de mi pueblo por mis fotos con poca ropa, iba más allá"
Echando la vista atrás, Juan Antonio recuerda cuando descubrió que llevaba esa persona morbosa y provocativa dentro. Fue cuando "empecé a subir fotos sin camiseta y, al ver las reacciones en mi pueblo, yo todavía iba más allá". Ahora ya están más acostumbrados, pero, con 18 años, "todo el mundo comentaba y yo me iba animando". Si a eso se suma que Instagram empezó a censurar sus fotos, "ahí el juego se convirtió en a ver cuánto permite esta red social".

Actualmente, Juan Antonio no tiene pudor a que lo vean desnudo porque "me ha visto medio mundo". Pero, eso sí, "tampoco pongo mis fotos de desnudo integral demasiado en abierto". Prefiere ir publicando en su cuenta de Twitter candado y así "tampoco saturo a todo el mundo". Aunque unas Navidades, recuerda, fue a mandar una felicitación por privado de Instagram, "en la que se me veía de todo", y la puso sin darse cuenta en las historias. "A la media hora me habla una de mis mejores amigas, pensando que lo había hecho a postas, y me quise morir de la vergüenza... Ella estuvo un mes riéndose".

Desde que se inició en la práctica del Pole Dance, este chico morboso está uniendo sus dos grandes, el baile y la fotografía, pero siempre desde el punto de vista del erotismo. Ya que, el simple deporte "ya tiene mucha carga erótica, que viene impuesta por la visión que tiene la sociedad sobre el Pole Dance".


"Hay muchos fetiches que me llaman la atención y quiero ir experimentando"
Actualmente está con un proyecto, gracias a la universidad, como un trabajo dentro de una asignatura que se llama Proyecto Artístico, "y es un corto en el que hablo un poco de mí, de la vida y del Pole Dance". Es algo, lo asume, "bastante íntimo y de primeras costó un poco, pero ya en estos meses estará listo". 

Entrando en el mundo de los fetiches o filias sexuales, Juan Antonio está tonteando con el mundo lencería y, la verdad, "es que me ha gustado muchísimo". Además, lleva más de un año con ganas de probar el shibari, o el arte de atar, "pero con la pandemia ha sido imposible". Además, le encantan los arneses, "que de estos sí que tengo algunos", y las máscaras puppy o de cachorro. "Son cosas que me llaman la atención y que tengo que ir experimentando".

A la pregunta de que a qué famoso de actualidad le gustaría tener desnudo delante de su objetivo fotográfico, recurre a un cantante portugués, Syro, y al actor español de la serie Élite, Arón Piper.  Y, por supuesto, no les importaría que fuese en un vestuario, ya que "son todo morbo". En el caso de hacer una sesión en uno de ellos, "me imagino una cámara espía con el modelo desnudándose sin saber que es fotografiado o inventar algo similar". Nos hemos quedado con ganas de verlo.

Fotos del artículo: Personales, Pistones, Semuret y Workbylobo.

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