La cara porno del estreno de la temporada

Crítica de la primera parte de la escena porno La casa de cartón de Viciousmen para Onlyfans.

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No se puede negar, sería un error hacerlo, el buen ojo creativo y comercial del actor porno Viciousmen, quien ha hecho coincidir el lanzamiento de su nueva producción porno para Onlyfans con el del estreno de la quinta y última temporada de la exitosa La casa de papel. Y es que este creador catalán ha decidido grabar la versión porno gay de este serie de Netflix, La casa de cartón, y ha optado por su misma táctica de lanzamiento. Es decir, ahora veremos la primera entrega y en diciembre, cuando se estrene la segunda parte de la quinta temporada de la original, lanzará la escena final. Buena idea por su parte.

Vicious, con muchas inquietudes y proyectos, algo que le honra, ha decidido unir en este proyecto a un nutrido ramillete de actores porno profesionales y creadores de contenido para adultos. Un reparto de lujo, integrado por Viktor Rom, Pablo Bravo, Charlie Cherry,  Nicholas Bardem, Salvatore Expósito, Jorge Sáinz, Pol Fayfer, Roxas, Roc Barcelona, Ronald Ríos y el propio Viciousmen, quien interpreta en esta escena a un enviado del Profesor con un plan: robar todos los dildos, sobre todo los XXL, de un famoso local de sexo.

Detrás de la cámara se sitúa la profesionalidad en el mundo del porno de Macho Jim y se nota. Ya que, aunque sea un vídeo preparado para difundir por canales pre pago, de contenido amateur, la calidad de sus imágenes es evidente, es una escena de porno profesional, pero sin productoras detrás. Algo que se está convirtiendo en una tónica habitual entre los actores porno con perfiles en estas plataformas quienes, en un estímulo evidente de supervivencia, quieren desmarcarse de la competencia de los creadores amateur que comienzan a intentar ganarse la vida vendiendo su contenido más íntimo y personal.

Pero vamos a lo que vamos. La expectación por el estreno de La casa de cartón ha sido mucha durante este verano, ya que los actores implicados y el propia alma mater del proyecto se han encargado de lanzar una potente campaña de promoción en redes sociales. Y eso es lo que pasa muchas veces cuando se generan unas expectativas muy grandes sobre algo que, luego, es muy difícil satisfacerlas. Mi primera impresión con esta creación, poniendo muchas esperanzas en la segunda parte, es esa. Me ha dejado un poco indiferente, ni fu ni fa, porque en lo que al terreno sexual se refiere, que es de lo que se trata si hablamos de una escena porno, me ha parecido relativamente lenta o poco arriesgada. Con la de juego que puede dar un local como en el que se grabó la escena y los juguetes sexuales motivo del atraco a la hora, por ejemplo, de usarlos como instrumento para sonsacar información a los atracados.

La escena comienza con un Viciousmen trasladando el plan a Salvatores Expósito, Roc Barcelona y Ronald Ríos, que serán los encargados de cometer el atraco de los dildos en un local en el que se encuentran trabajando Jorge Sáinz y Roxas. Todo arranca bien y pronto empiezan a llenar la saca con todos los dildos que van encontrando a su paso, pero, como pasa siempre en la vida, todos queremos más. Los atracadores están convencidos de que hay más ejemplares de estos grandes juguetes de goma y están dispuestos a todo para conseguirlo. Aunque para ello, como era de esperar, se tengan que follar a los dependientes. Que nunca he entendido este castigo, sobre todo, si los castigados muestran un perfil eminentemente pasivo.

Los dos encargados de la tienda se convierten en el centro de atención de los cuatro atracadores, quienes, rifle en mano, los rodean y comienzan a darle polla para que se las coman. Lo mejor de esta primera parte, por quedarme con algo, es ver a Viciousmen metiendo su rifle por el culo de los rehenes y disparando dentro en algún momento. Ha sido lo más original de este primer asalto del atraco, en el que ha brillado, quizás, con algo más de luz propia el actor Salvatore Expósito, quien, de una manera espontánea, parece que se convierte en el cabecilla improvisado de la banda.

Y una vez cansados de las mamadas, los ponen a cuatro patas a los dos y comienzan a follárselos. Sin darte cuenta, la escena va subiendo de tensión sexual por momento, con algunos instantes de complicidad entre los atracadores, que rompen la regla del contacto sexual para besarse o tocarse sus culos mientras follan. Y cuando parecía que nos estábamos acercando al clímax del atraco, Viciousmen descubre que los dependientes han llamado a la policía, por lo que  tiene que estar al caer. No se pierdan a Salva Expósito que, a pesar de la coyuntura, no deja de follarse al dependiente. Profesional hasta el último momento.

El final de esta primera parte nos ofrece otro de sus mejores momentos: ver como dos de los atracadores se follan a los empleados mientras les meten las cabezas en las taquillas. Uno de los mejores planos de la producción, mientras que la policía hace su aparición estelar en el local mostrando a los atracadores y rehenes todas sus armas, todas, y toda su munición. En definitiva, una muy buena idea por parte de Viciousmen, con un buen elenco, pero que, exigentes como somos con la vida, podrían haber dado mucho más. Ponemos ahora toda nuestra confianza en la segunda parte.

  • Lo mejor: La buena idea y dirección de Viciousmen.
  • Una pega: Los flashes del fotógrafo durante el rodaje.
  • Una curiosidad: versión porno gay de la exitosa serie La casa de papel.
  • Puntuación★★★★☆





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