Morbo y diversión, la conjunción perfecta para el porno
Crítica de la escena porno Azotea de MorreoStudio para Tetatita.
El Acomodador vuelve a nuestro vestuario con su crítica de la escena y con uno de los últimos estrenos de Tetatita. Un vídeo, en dos partes, firmado por MorreoStudio, en el que la azotea y el sexo son los protagonistas. ¿Encuentran una combinación más adecuada? El Acomodador cree que no y así nos lo explica en su crítica de las dos partes de Azotea. ¿Te animas a subir?
- Título: Azotea.
- Productora: Tetatita.
- Duración: 8:54 y 8:03.
- Actores: desconocidos.
- Género: trío, bareback, sexo al aire libre.
Con temor de que tiréis de archivo y descubráis esta frase en otra de mis críticas, me atrevo a decir que acabo de ver una de las escenas porno gay más morbosa de los últimos tiempos. Y eso que no es una producción perfecta, ¿quién lo es?, pero, quizás, ahí resida su encanto. Y sí, ya sé que me he repetido en este sentido, pero nos gusta que el porno que vemos nos transporte a nuestro día a día, a lo que podemos vivir en nuestra vida cotidiana, para que así nos identifiquemos con lo que vemos y nos excitamos. Es así de fácil o de dificil y Tetatita, a través de esta creación de MorreoStudio, ha vuelto a conseguirlo.
Me encanta el rollo vintage que tiene Azotea, que así es como se llama esta escena en dos partes, de apenas ocho minutos cada una. ¿Para qué más? Si luego tienden a repetirse. Me recuerda a los vídeos porno americanos de los 90, que bebe mucho del lenguaje videoclip, en el que las imágenes se suceden ágiles al compas de la música, al menos, en el arranque de cada escena. El morbo y la diversión, la que transmiten estos chulazos, son la conjunción perfecta para disfrutar de esta escena.
Los chicos entrenan en su azotea, hay una mini piscina de plástico o una pistola de agua de por medio e, incluso, un flotador de tortuga. Uno de los tres chicos, que solo luce un slip azul, contempla a los otros dos que se van calentando a medida que van haciendo deporte. Se quitan la ropa y se quedan en unos coloristas bañadores turbo. Todo muy pop. Los dos le disparan con la pistolita en la mini prenda íntima de algodón, le sacan la polla por el lado y la escena comienza a fluir. Sin olvidar el cava del que beben a morro o sobre sus propios cuerpos.
Los tres chicos son atractivos, pero, sobre todo, son muy morbosos y hay una química sexual entre ellos que está palpable desde el inicio de la escena, sobre todo, cuando uno de los chicos comienza a hacer flexiones sobre el cuerpo de otro y este le baja el bañador. A partir de aquí hay muchos besos, mamadas de pollas, comidas de culo y follada entre los dos chicos deportistas, mientras el rubito del slip azul va complementando la acción, ofreciendo al que lo quiera disfrutar uno de los mejores rabos de la escena.
Ese rítmo ágil del que hablábamos al principio, de la escuela del videoclip ochentero, se mantiene durante toda la producción, con planos directos y concisos, que nos sumergen en el morbo de este encuentro a tres. Pero ya sin música porque no es necesario. Una ausencia de banda sonora que nos permite sumergirnos, sin distracciones, en una de las grandes aportaciones de esta creación: su escenografía y su entorno. Es decir, la azotea y todo lo que la rodea. Ya que este silencio nos deja percibir el viento que sopla, mientras las nubes negras se van acercando, con una fotografía del vídeo muy de terrazo, de edificio antiguo, y tonos fríos.
Uno de mis momentos favoritos de la primera parte es cuando los tres se ponen en posición trenecito, vagón a vagón, y comienzan a comerse los culos. Mientras que en la segunda parte, por elegir un momento, rescato la follada sentados en el suelo de dos de los chicos, mientras el tercero, muy pegados a ellos no aparta la mirada de la cara del pasivo. Además de las divertidas introducciones de cada una de estas partes, que muestran la cara más desenfadada de los actores.
El chico pasivo no tarda mucho en correrse sobre el torso de su follador, pero, lejos de venirse abajo, nos ofrece una de las comidas de culo más interesantes que hemos visto en el porno gay últimamente, mientras que el chico del slip azul, que sigue masturbando su enorme miembro, no puede evitar correrse sobre ellos. Una escena de traca, como las que se lanzan, literalmente, al final de vídeo, y que es muy recomendable, sobre todo, si eres un amante del porno sencillo y directo, pero elegante y bien cuidado. Y en este sentido, Tetatita nunca nos falla.
Lo mejor: Todo. Una escena idónea para paja.Una pega: No le vi ninguna.
Una curiosidad: Ese guiño al videoclip, que nos ha encantado.
Puntuación: ★★★★★
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