El placer solo de contemplar a un nuevo adonis de la lucha libre

Crítica de la escena de lucha libre entre Steve Mason y Jonathan Álvarez para Hunkswrestling.

El Acomodador se ha interesado esta semana por una de las últimas producciones audiovisuales de Hunkswrestling, una organización española que se dedica producir vídeos de lucha libre y a organizar eventos en vivo, normalmente, en Barcelona. En esta ocasión se ven las caras en  el dojo todo un veterano de este colectivo, Steve Mason, y todo un pipiolo y advenedizo de este deporte de contacto, Jonathan Álvarez.

  • Título: Jonathan Álvarez vs Steve Mason.
  • Productora: Hunkswrestling.
  • Duración: 34:37 minutos.
  • Actores: Steve Mason y Jonathan Álvarez.
  • Género: lucha libre.

Si estás buscando porno puro y duro esta no es tu escena y deja de leer esta entrada, o no, porque a lo mejor te interesa la propuesta. Ya que Hunkswrestling no es una productora pornográfica, sino de lucha libre, lo que no quita que se busque el erotismo en ese contacto cuerpo a cuerpo de los luchadores. En ocasiones de una manera más explícita y, como en esta ocasión, más velada. 

Steve conoce a Jonathan, un joven deportista que se ejercita sin camiseta en un parque público. El choque generacional, del deportista más maduro y el niñato, está muy patente en este vídeo desde el principio. Ya que el veterano pone a prueba al jovencito para ver cuánta fuerza y resistencia tiene, antes de invitarlo, o desafiarlo, a que practique con él el deporte de la lucha libre y se lo lleva a su dojo. Desde los primeros planos de este vídeo en el parque somos conscientes de cuál va a ser el principal atractivo de esta producción: el impresionante físico, musculado e imberbe, de Jonathan, todo un placer para los sentidos. ¿De verdad hay tantos músculos en un abdominal?

Una vez en el dojo, el pique adulto-niñato sigue su curso y Steve intenta amedrentarlo mostrándole sus heridas de guerra y narrándole lo que ha sufrido alguno de sus rivales en la lucha. Pero al joven parece no asustarle nada y desafía al máster a una lucha libre. Ambos se quitan sus calzonas y se quedan casi sin ropa, Jonathan con un bañador cortito y Steve con unos culotes deportivos ajustados. Puntualizo que me gusta más cuando estos hombres pelean en ropa interior, con esas prendas íntimas de algodón que se adhieren más sugerentemente a esos cuerpos sudorosos. Aunque, para decir la verdad, sería mucho más excitante si el combate cuerpo a cuerpo fuese completamente desnudo. 

La filosofía de Hunkswrestling es apostar por vídeos con una apariencia muy amateur, en lo que a la grabación se refiere, y sin demasiados artificios técnicos. Solo una cámara y algunos focos en la sala y el resto lo ponen los luchadores en la escena, ya que, lo que realmente le interesa a los consumidores de estos productos es la lucha y, en todo caso, el punto erótico que puedan tener algunas de sus creaciones. En este caso, como ya he comentado, no es uno de sus vídeos más calientes. En otras producciones los luchadores llegan a tener contacto con las partes íntimas del otro, aunque solo sea para apretarles el paquete, e, incluso, algunos modelos experimentan una incontrolada erección durante el combate.


En este caso, no hay contacto en zona genital y ninguno de los dos, a no ser que se nos haya escapado, muestra un paquete más abultado de lo normal por efecto del placer que les pueda generar luchar con otro hombre. Jonathan, con su físico increíble y su actitud indómita que le da la edad es el principal revulsivo sexual de esta creación. El erotismo es más lo que se sugiere que lo que se muestra de manera más explícita y así ocurre habitualmente en las producciones Hunkswrestling, toqueteos y empalmes a un lado.

Lo morboso es ver como se le marcan los músculos al joven luchador en las diferentes posturas que puede mostrar sobre el tatami durante el combate. Sobre todo cuando el sudor hace su presencia triunfal y su anatomía se muestra húmeda y brillante delante de la cámara. Steve lo pone sobre las cuerdas en más de una ocasión, tirando de su cuerpo desde sus diferentes extremidades, brazos o piernas, y mostrándonos perspectivas de su anatomía que nunca podríamos contemplar en una situación cotidiana de su vida.


Es sugerente vislumbrar su polla y huevos debajo del bañador, sobre todo con el movimiento de la batalla.  Te entretienes en ver dónde están los huevos y dónde empieza su pene propiamente dicho. O si está apuntando para arriba, hacia un lado o hacia el otro. Es sugerente verle la rajita de su trasero, cuando se le baja el bañador en el fragor del combate, o ver que luce marca de bañador, con ese contraste del moreno de su cuerpo y la blancura de su culo.

Pero Steve también pone de su parte en esta empresa de generar algo de morbo en el espectador con posturas que dan lugar a que vuele nuestra imaginación. Como cuando se sienta sobre el torso de Jonathan, colocando su trasero bien cerca de su paquete, casi rozándolo. O lo hace sobre el culo de su joven rival, boca abajo, mientras tira de sus pies hacia atrás, mostrando una imagen bien contraída de sus nalgas.

Aunque supongo que para algunos hombres el morbo reside realmente en la lucha pura y dura. Para ver algo porno ya hay otros contenidos en la red y Hunkswrestling está especializada en este género. Debemos tener algo sádico dentro, de lo que no somos conscientes o si, para atraernos ver cómo sufren dos hombres que luchan sobre un tatami. Esas caras de esfuerzo y esos alaridos de dolor, por no llamarlos gemidos, son lo más parecido al sexo que te vas a encontrar entre dos hombres heteros. 

Por eso, quizás, nos resulta tan excitante cuando dos hombres se pelean y sus cuerpos se rozan, se confunden en el fragor de los movimientos de lucha. En ocasiones parece que se abrazan e, incluso, a veces, puede confundirnos ese cuerpo a cuerpo y llegar a pensar que van a sellar con un beso la batalla. Pero ese no ha sido el caso de Steve y Jonathan. En esta ocasión, la juventud y el vigor joven se han impuesto a la madurez y la experiencia, por lo que el advenedizo ha dejado a su máster derrengado sobre el tatami y se despide de él y nosotros con un grito guerrero muy a lo Cristiano Ronaldo. Una escena, por tanto, para los amantes de ver a dos hombres peleando con poca ropa... y nada más, ya que, si estás buscando otra cosa, quizás, se te puede hacer algo larga.

Lo mejor: Jonathan, su juventud y su increíble físico.
Una pega: Algo extensa y con poco erotismo explícito.
Una curiosidad: Primera productora de lucha libre erótica de España.
Puntuación: ★★★☆☆




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