Juan Lucho y el crusing gay

Crítica de la escena porno Gipsy Cruising con Gitano Silva y Xuxo Bcn para la productora JuanLucho.com

El Acomodador de nuestra Sala X particular en el vestuario no se pierde una cita con el cine porno gay que nos llega de la productora del actor, director y productor porno heterosexual Juan Lucho. En esta ocasión, el catalán se adentra en el mundo del cruising y lo hace de la mano de dos de los tíos más morbosos de la industria del contenido para adultos: Gitano Silva y Xuxo Bcn. 

• Título: Gypsy Cruising 1 y 2.
• Producción: JuanLucho.com.
• Duración: 09:07 y 20:28 minutos.
• Actores: Gitano Silva y Xuxo Bcn.
• Género: cruising, a pelo.

El acercamiento de Juan Lucho, aunque sea como director o productor, y a veces como actor, al mundo gay cada vez es mayor. Él se ha propuesto conquistar al público homosexual con su trabajo porno y parece que lo está consiguiendo. Al menos, el contenido enfocado a este público es cada vez mayor en su página web y, afortunadamente, el creador catalán ha entendido que hacer porno gay friendly es algo más que poner a dos tíos pajeándose uno al lado del otro. Esto parece que está ya sa superado y nosotros nos alegramos. 

En esta ocasión, con Gypsy Cruising, como su propio nombre indica, Juan Lucho nos ofrece una escena sobre el sexo entre tíos al aire libre, aunque de los 29 minutos de metraje de la creación en dos partes, solo unos nueve transcurre en un espacio público. Por lo que comenzamos esta crítica poniendo la puntillita o dando el tirón de orejas al respecto, ya que, nos hubiese gustado que, si no toda la acción, al menos mucho más hubiera transcurrido en ese paraje en el que se encuentran los dos chicos de esta escena.

El elenco artístico sí es un acierto por parte de Lucho, ya que ha logrado unir a dos de los tíos que más morbos generan en redes sociales, como Gitano Silva y Xuxo Bcn. Este último va haciendo un poco de deporte por un paraje natural cuando se encuentra con Gitano que, apoyado como el moreno de la copla, con cigarro en la boca, le provoca desde su posición mientras se toca el paquete. En este aspecto la escena refleja muy fielmente lo que es el cortejo o ronroneo de dos tíos en un lugar de cruising, aunque, en este caso, los dos lo tenían muy claro y no hubo lugar al mareo de perdiz tan característico de esta práctica.

Pronto ambos se ven ocultos entre matorrales y Xuxo se arrodilla, sin pensárselo, para comerle la polla a Gitano, quien se alza desde este momento como el activo dominante de la pareja. De la escuela de Viktor Rom, con miedo al silencio en escena, Silva no para de hablar en todo momento, dejando claro cómo le gusta lo que le hace Xuxo, al le pide constantemente que le chupe bien el capullo y le pregunta si le gusta el rabo gitano. Eso, después de decirle que le encantan las perras en el campo. 

Pero Xuxo también quiere que le coman el rabo y así lo deja saber levantándose y sacándoselo para que ahora sea Gitano el que le haga una buena mamada. El mismo ímpetu que le pone a la acción mientras se la comen se traduce en la efusividad con la que se convierte él también en un buen mamador. Sin embargo ya ha dejado claro quién domina este encuentro y pronto se vuelve a poner de pie para que sea su nuevo amigo el que siga chupando. Regalándonos el cámara un plano de lo más morboso de Xuxo arrodillado y con su culo peludo al aire mientras da placer a Gitano.

Técnicamente, la grabación no tiene demasiados artificios y la cámara se limita a captar la acción con el sonido ambiente del lugar, sirenas de ambulancia incluidas, que le confiere ese toque de realismo a lo que sucede delante del objetivo y lo hace más creíble. Por poner una pega, quizás los desenfoques de la cámara en algunos momentos de la acción, tanto en la primera como en la segunda parte, que enturbian, a veces, la visión de la misma.

Los chicos deciden que prefieren continuar la acción bajo techo y alejados de posibles miradas indiscretas que los puedan pillar con las manos en la masa. Y es aquí donde arranca la segunda parte de Gypsy Cruising con Xuxo y Gitano llegando a casa. Ya en la intimidad prosiguen con la misma tónica, en un ambiente más oscuro, quizás, en contraposición con la luminosidad de la escena al aire libre. Xuxo sigue mamando la polla a Gitano, quien, minutos después decide comerle el culo e ir preparándolo para comenzar la follada.

Este momento es idóneo para resaltar lo que nos pone el cuerpo desnudo de Xuxo Bcn, quien se ha convertido en uno de los ositos más sexys del mundo cibernético. Ese culo peludito a cuatro patas, mientras se lo comen o se lo follan, es pura delicia para la vista. Uno de esos traseros achuchables y a los que no te importarían hincarle el diento. Y, como efectivamente corrobora Gitano Silva mientras mete su polla en su interior, tiene pinta de ser un resguardo muy calentito.

Es en la casa donde la escena puede que flaquee en algún momento, con ese temido momento llanura, en el que la acción va perdiendo fuelle. El deseo se va durmiendo, las mamadas y folladas se van sucediendo, como los cortes en el montaje, que denotan pausas en el acto, en busca ya de la necesaria corrida que ponga el punto y final. Ver a un chico con los ojos cerrados esperando la lefa del otro, para mí, es lo más anti morbo que puedo ver en el porno. O quieres la leche o no, pero da la sensación de que estás obligado a hacerlo y eso no es excitable. 

Pero al final la cosa remonta y ver a Gitano Silva echando su semen en la barba de Xuxo nos pone, como también es muy hot el momento en el que aquel se arrodilla para recibir la corrida de este y, aunque la cámara vuelve a estar desenfocada, intuimos el líquido blanco chorreándole por la boca. A Gitano le ha sorprendido la eyaculación de su partener de escena dentro de su boca, pero reconoce que está rica, que le gusta como sabe, llevándose un sabor dulce al final de esta jornada de cruising.

Lo mejor: El culazo de Xuxo Bcn.
Una pega: Que se vayan a casa y no sigan de cruising.
Una curiosidad: Escena gay de la productora de Juan Lucho.
Calificación: ★★★☆☆