Queremos un jefe como Juan Lucho

Crítica de la escena porno Boss Voyeurs 1 y 2 de la productora de Juan Lucho.

El Acomodador abre una semana más su sala de cine para echar un vistazo a la última entrega gayfriendly de la factoria porno del actor, productor y director Juan Lucho. Boss Voyeurs es una escena en dos partes que cuenta con Jorge Sainz y Apolo Adri para componer una paja a tres bandas con corrida compartida.

Imagina que tras un intenso día de trabajo, cuando tú y tu compañero estáis a punto de salir del trabajo, os encontráis a vuestro jefe masturbándose delante de su portátil mientras ve una porno. Bueno, mejor contextualizo algo más porque puede ser algo corta punto para algunos si pensáis en vuestros respectivos mandamases. 

Jorge Sainz y Apolo Adri están a punto de irse a casa cuando Juan Lucho, que cree que ya se han marchado, decide masturbarse en su oficina mientras ve una peli porno. Como era de esperar, los dos chicos entran en el despacho y se encuentran con el cuadro. ¿Tú qué harías? Pues lo que hacen ellos: hacerse una paja.

Boss Voyeurs es la última entrega de la colección gayfriendly de la factoría porno de Juan Lucho. El creador de porno catalán está sabiendo rodearse de las figuras del contenido gay para adultos que más están sonando en este momento y que, por qué no, más atractivas o morbosas son. 



Este es el caso de Jorge Sainz y Apolo Adri, dos chulazos patrios que han disfrutado en directo de uno de los shows calientes de la gran estrella de la pornografía heterosexual española. Y es que, cuando Juan Lucho descubre que cuenta con dos mirones mientras se hace una paja, les invita a pasar y sentarse para que terminen lo que han empezado. Eso sí, luego aquí no ha pasado nada.

La escena no termina de ser nada más que reproducir esa vivencia que muchos tíos, con independencia de su tendencia sexual, atesoran de su juventud o adolescencia, cuando, con una peli de por medio, han terminado haciéndose una paja colectiva. La interacción entre el bando gay, por llamarlo así, y el frente heterosexual es prácticamente inexistente, ya que Lucho se esconde prácticamente durante toda la escena detrás de su escritorio y con un portátil de por medio, que se levanta como una especie de muro para los chicos cuando intentan mirarlo en su masturbación.

Bueno, hay un momento, eso sí, en el que Juan decide levantarse de la silla y sentarse en el escritorio, exhibiéndose un poco para su público, que intenta no perderse detalle de nada de lo que pasa delante de ellos, con portátil o sin él de por medio. Lo mejor, sin duda, antes de que lleguemos al final, la paja compartida de Jorge y Apolo, quienes, en varios momentos de la acción, se masturban mutuamente o, incluso, cada uno de ellos, se menea la suya y la del otro.



Buena interpretación de estos dos chicos de principio a fin, sobre todo en lo que transmiten con sus caras, pura excitación en determinados instantes, e, incluso, con su expresión corporal. Sus cuerpos, mientras se la jalan sentados en las sillas, llegan a tensarse de tal manera que, si hubiesen sido cuerdas, se habrían roto.

La cámara hace muy buen trabajo para mostrarnos esta paja a tres bandas desde todas las perspectivas posibles. Desde Jorge y Apolo hacia Juan y desde este hacia los dos chicos. Con algunos cenitales que nos dan una visión más global del despacho y de lo que en él está pasando. Sin olvidarnos de esos primeros planos de las pollas de los tres chicos que tanto nos gustan por poder ver con todo lujo de detalle y con una gran nitidez sus sexos en su máximo esplendor.

Muy bien resuelta la escena que, a pesar de durar apenas unos diez minutos, se hace un pelín pesada cuando ya has visto todo lo que tenías que ver: la paja de tres hombres, dos de ellos con algo de interacción. Y es que la mesa se convierte en la superficie en la que todos deciden echar su semen. El primero en hacerlo es Juan Lucho, que se levanta, todo un detalle, para que los otros dos puedan ver sin obstáculos su corrida. Muy buena lefada, por cierto, de Jorge Sainz, la más abundante y que llega a confundirse con la de su jefe. Apolo cierra este momento eyaculatorio con una expulsión algo más discreta. Los tres de pie sobre la mesa y un fundido en negro, como el olvido, ponen fin a la escena.

  • Lo mejor: El morbo que desprenden Jorge Sainz y Apolo Adri.
  • Una pega: La poco exhibición de Juan Lucho ante los chicos.
  • Una curiosidad: primera escena de Apolo Adri y Jorge Sainz para Juan Lucho.
  • Puntuación: ★★★☆☆



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