Homenaje porno a Hitchcock y su ventana indiscreta

Crítica de la escena porno Terraza Indiscreta de Morreo Studio para Tetatita.com.

Claro homenaje a Hitchcock el que ha hecho Morreo Studio en su última creación porno para Tetatita.com. Terraza indiscreta, en sus dos partes, nos recuerda a Stewart, ese reportero fotográfico que se ve obligado a permanecer en reposo por una lesión en la pierna. La convalecencia, aunque cuenta con el apoyo de su novia, como el prota de la peli de suspense, decide hacerla más llevadera espiando con sus prismáticos lo que ocurre en las viviendas de enfrente.

  • Título: Terraza indiscreta 1 y 2.
  • Producción: Morreo Studio para Tetatita.com.
  • Duración: 7:18 y 10:24 minutos.
  • Actores: desconocidos.
  • Género: Sueño, paja, bareback.

En líneas generales es lo que ocurre en esta versión porno, aunque el protagonista lo que espía desde su terraza, con su cámara de fotos, es un parque cercano a su casa en el que se dan cita los chicos para hacer cruising. Además de que este fotógrafo con la pata coja, a diferencia de Stewart, es mucho más desinhibido y le gusta estar en su silla de ruedas simplemente con unos calzoncillos blancos.

Pero vayamos al principio, ya que tiene, para mi gusto, un buen comienzo, antes de entrar de lleno en el homenaje porno a Hitchcock. Y es que el chico tiene que asearse y cuenta con la ayuda inestimable de su pareja, una chica muy pizpireta, que convierte el momento ducha en todo un tributo al culo de su pareja. 

Ese instante del chico con el culo semi en pompa mientras ella enfoca el chorro de la ducha en su ojete y se le escapan algunos gemidos de placer son muy clarificadores de por donde va a ir la historia. Aunque, como es lógico y se sabe, el culo no tiene género ni tendencia sexual y todos podemos disfrutar de él. Por lo que es una maravilla ver cómo una pareja chico-chica disfruta jugando con el trasero de él. No me olvido de ese plano de sus nalgas apretadas contra el cristal de la mampara.

Aunque aquí la auténtica protagonista es la terraza y allí se traslada la acción, una vez que nuestro Stewart particular ya está perfectamente aseado y se sienta en calzoncillos en su silla de ruedas con la cámara bien cerca. Él no pierde detalle de lo que está pasando al otro lado, en el parque, y a la única que quiere perder de vista es a su chica, que no deja de importunar su momento voyeur antes de irse a trabajar. ¿Quizás te gustaría estar ahí? Le pregunta ella, en relación con el parque, y su novio no puede responder otra cosa que un sí rotundo.




Sobre todo cuando mira por el objetivo, ya con la ausencia de su chica, y se encuentra  a dos chicos haciendo cruising, con mamada incluida. Él se une a la fiesta, se saca la polla recien limpia y comienza a masturbarse. Nos gusta la ausencia de música en esta parte de la escena, en la que solo se oye el sonido ambiente, con el murmullo de la gente de la calle y el cantar de los pájaros. Lo mismo que escucha el protagonista mientras disfruta de su masturbación.

Pero esta paz dura poco, porque pronto entra en acción una música enigmática que nos va introduciendo, aunque a partir de la segunda parte, en la fantasía que se está montando Stewart para disfrutar de su momento onanístico. La magia del cine nos permite disfrutarla en vivo, ya que uno de los dos chicos de la zona cruising del parque sube a la terraza indiscreta y arde el ambiente.

Me gustan los hombres que graban porno, pero que no parecen actores de la industria. Recurriendo a un término ya empleado otras veces, dos chicos de la calle, de los que te cruzas haciendo running o comprando plátanos en el supermercado. Por lo que la acción sexual transcurre igual, con la naturalidad de lo amateur. Los dos son morbosos y se mamam mutuamente las pollas e, incluso, algo que me encanta, también se comen el culo del otro. Muy bueno ese momento del 'chico de cruising' a cuatro patas sobre la silla de ruedas mientras el 'chico voyeur' lame su ano. O cuando este se lo folla, metiendo su rabo por un expuesto culo, gracias a la postura del pasivo, de perfil y con el trasero en pompa. 

Aunque hay montaje, el encuentro sexual parece que transcurre sin cortes, fluye hasta el momento de la corrida final. Muy buen también, por cierto. Primero es nuestro Stewart el que echa su semen sobre el torso del otro para, a continuación, montarse sobre él y rozar su culo con su polla, mientras se pajea, para correrse sobre él. Muy morboso todo... Aunque, claro, los sueños son sueños y, en la vida real, nos duele la pierna.

Lo mejor: Que es porno con historia y la química de los actores.
Una pega: La música ambiente sobra a veces.
Una curiosidad: Ese guiño a la película de Hitchcock 'La ventana indiscreta'.
Puntuación★★★★★





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