La magia del porno de Tetatita

Crítica de la escena porno 'Look at my eyes 10 y 11' de la productora Tetatita.

Que Bel Gris y su equipo de Tetatita son unos genios del porno es algo que no voy a descubrir ahora, aunque a algunos le pueda parecer una exageración típicamente andaluza. Pero no lo es y, si eres de los que lo piensan, solo te invito a ver Look at my eyes, en sus capítulos 10 y 11, para que entiendas de lo que hablo. Cierto es que no siempre se hacen escenas top, pero cuando salta la chispa, y aquí ha saltado, surge la magia del porno, que es lo que es esta escena en dos partes.


En Look at my eyes 10 y 11 Bel Gris se reencuentra delante de una cámara con Sylvan para disfrutar de este fantástico trío con la actriz Tina Fire. Hacía muchos que estos dos chicos no rodaban juntos, pero la espera ha merecido la pena, ya que han protagonizado una de las mejores escenas de las que puedes encontrar en el portal de la productora Tetatita. Sí, de nuevo la consabida exageración andaluza, aunque os aseguro que no es así.

El primer plano es el de un porro mientras Bel fuma en el balcón del piso. La fotografía tiene un leve aire ocre parisino. Dentro aguardan silenciosos y pensativos Sylvan y Tina. No hacen nada, pero sus mentes van por delante de ellos y ya se imaginan la misma escena pero desnudos. Es el deseo latente en el ambiente antes de que surja la magia, en este caso, a modo de trío entre tres, digamos, amigos. Esos momentos a medio camino entre la tensión y el morbo de que salte la chispa, que está muy bien plasmado en esta creación porno. El comienzo ya promete, pero no se queden ahí, sigan...

Hay buen rollo. Bel se tumba en el sofá y apoya su cabeza en las piernas de Sylvan. Este le toca el pecho y, de nuevo, la desnudez. Ese cruce de miradas entre los dos chicos es de lo más delatador, muestra más de lo que esconde, y por eso la chica, que yacía tumbada en la cama, decide acercarse para cerrar la perfección del momento, la de la Santísima Trinidad. 

Si eres de los que piensa que la pornografía siempre es sucia o zafia, es porque no has visto los cortos de Tetatita. Ya he hablado en más de una ocasión, en muchas, que esta productora hace cine de autor, porno de autor, y, aunque no te guste alguno de sus trabajos, la calidad siempre está ahí presente. Me gusta su fotografía, las escenografías que eligen para sus rodajes, ese ambiente cosmopolita en el que se mueven sus protagonistas, la modernidad, la elegancia... 




No hay nada rancio y soez. Es imposible, sobre todo, con ese arranque tan tierno que tiene este trío que nos ocupa. Esos besos a tres bandas. La ternura con la que Sylvan besa a Bel en su mejilla o ese leve roce de labios de los dos hombres mientras le dan un beso a la chica. Es arte, ya que algunas de las primeras instantáneas de este Look at my eyes podŕian haberse llevado a un lienzo pintado al óleo o con acuarelas, como ese momento en el que Sylvan sentado en el sillón y Tina, de rodillas en el suelo, se besan, mientras que Bel, desnudo, se tumba de perfil y apoya la cabeza en su amigo. Es como una Piedad de Tiziano o Miguel Ángel.

Me gusta que no haya música para que no eclipse la magia del silencio en una escena como esta, en la que cobran protagonismo el sonido de esos besos o el lamido de los pezones de Tina. Oh, cuidado, que Bel y Sylvan están a punto de comerse la boca en el fragor de la batalla sexual, pero no hace falta, nos basta con el deseo que emanan sus miradas cuando se cruzan a través de las tetas de la mujer o ver cómo se rozan sus lenguas mientras chupan sus pezones. Por no hablar, y es que se suceden los momentos, de cómo Sylvan, sentado, acaricia las nalgas de Bel, de pie sobre el sillón dándole la espalda, mientras Tina se la mama a la par que le hace una cubana a la polla del primero. Pero también se lo besa y mordisquea en este juego de complicidades masculinas que debería estar más naturalizado en los tríos de esta índole.

El arranque de la segunda parte, en blanco y negro, para presentarnos un breve resumen de la primera, me ha trasladado al cine mudo y me ha dejado con ganas de mas. Quizás hubiera sido rompedor y de lo más acertado que toda la escena se hubiese presentado sin color, como el cine clásico, ya que, esta producción se convertirá en todo un clásico del porno cuando pasen los años. Pero no, vuelve el color y vuelve la acción a este trío de tres amigos. Ya habré dicho en alguna ocasión que una cosa es hacer porno y otra follar y que un cámara lo grabe. En Look at my eyes 10 y 11 yo me decanto más por lo segundo, ya que Bel, Sylvan y Tina están disfrutando del sexo, no fingen, se dejan llevar, y el resultado es que es más realista, más creíble e identificable y, por lo tanto, más morboso.

Muy interesantes los planos contrapicados para no perdernos detalle de la acción casi a vista de pájaro. Como también son muy explícitos los primeros planos, casi detalles, del sexo de la chica, que parece que se va a salir por la pantalla, o cuando Sylvan se folla su chocho, mientras Bel, muy cerca de la polla, se lo lame... Y, sorpresa, el rabo de su amigo, literalmente, le roza la mejilla y pasa muy cerca de su boca. Ya que esta complicidad entre los hombres está siempre presente y se suceden los momentos. Por resaltar alguno más: Bel follándose a Tina boca arriba y, de pie sobre ellos, Sylvan, poniéndole el culo a su amigo en la cara. Aunque la cosa no se queda ahí y Bel pasa la mano por debajo de sus piernas para agarrar y menear la polla de Sylvan. Lo que yo te diga... Y para terminar nada mejor que una buena corrida sobre las tetazas de la chica y la clásica risotada de Bel Gris una vez que ya ha eyaculado.

Lo mejor: Todo.
Una pega: Que no hubiera sido toda la escena en blanco y negro.
Una curiosidad: Reencuentro grabando porno de Bel Gris y Sylvan.
Puntuación
★★★★★









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