Ritual de apareamiento a través de la lucha libre

Crítica de la escena porno Midnight jocks fever, de la serie Spy Shot de la productora Wrestlingmale.

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La familia Wrestlingmale sigue creciendo y una de sus últimas incorporaciones ha sido la del actor porno Bastian Karim. En Midnight jocks fever, el capítulo 14 de la serie Spy Shot, se mide en el cuadrilátero a su amigo en la vida real, el también actor porno Ruslan Angelo. Una hora de lucha libre y porno en la que, como siempre ocurre en esta productora, y quizás un poco más, el vicio y el morbo está más que servido.

• Título: Midnigt Jocks Fever.
• Productora: Wrestlingmale.
• Duración: 61 minutos. 
• Actores: Bastian Karim y Ruslan Angelo.
• Género: Lucha libre, bareback.

El título de esta escena responde al hecho de que la grabación se retrasó considerablemente y se hizo un poco tarde, pero ambos, Bastian y Ruslan, coincidieron en que no podían esperar y estaban ansiosos por medir sus fuerzas. Lo iban a hacer en un combate que se iba a decidir por la corrida, es decir, el primero que eyaculase perdía... De ahí lo de fiebre de los luchadores de medianoche.

Las producciones de Wrestlingmale son punto y aparte, no tienen nada que ver con las grabaciones porno convencionales. Sobre todo en esta serie en la que, además de la filmación normal, se ofrece la versión de la cámara espía. Esta corre a cargo del gran Alter Sin, quien muestra otra perspectiva de la escena, sin cortes, como ese ojo que todo lo ve y que ofrece una versión más completa de lo que sucede en este combate a vida o corrida. 

Esta cámara espía nos representa al público, como si fuésemos nosotros los que estuviésemos en pleno set de rodaje, no perdiendo detalle de lo que ocurre entre estos dos tiarrones que son capaces de derretir un iceberg de hielo en pleno polo norte con el fuego sexual que desprenden en pleno enfrentamiento cuerpo a cuerpo. Cuando veas la versión espía, imagina que la cámara son tus ojos y que buscas aquello que te da más morbo, lo que la cámara principal no llega a mostrarte, por lo que la experiencia porno es mucho más completa y satisfactoria.

Por primera vez, al ver esta escena he tenido una visión diferente a la de dos hombres luchando sobre un cuadrilátero. Desde el primer momento parecía que estaba presenciando el proceso de cortejo, previo apareamiento, entre dos bestias de la naturaleza. Por una parte, el macho de la sabana, Bastiam, en busca de un agujero en el que meter su rabo y, por otra, digámoslo así, "la hembra", Ruslan, dispuesta a dar placer a su macho. El primero buscando en todo momento su culo para darle lametazos e irlo lubricando para la follada y el segundo, perreando en todo momento, dando culo y buscando el rabo de su contrincante para hacerle una buena mamada.

Cuando he dicho lo de bestias, lo he hecho en el más amplio sentido de la palabra, ya que vaya par de tiarracos nos encontramos en esta producción porno. Ha sido lo más parecido a visualizar esa fantasía que seguro más de uno ha tenido de ver a dos 'niñatos' jóvenes jugando a pelearse para ver cuál es el gallito del corral, el más fuerte y que le da una buena turra al otro. Lo que pasa es que Wrestlingmale lleva nuestra fantasía al extremo y nos lo presenta en suspensorios, fantasía máxima, mostrando bien de culo y buen paquete desde el primer momento. Aunque pronto sobra la ropa, ya que, no olvidemos, que para ganar tienen que lograr que se corra el otro... ¿Se imaginan a los niñatos de su barrio luchando para conseguir que su colega lefe primero? Lo dicho. Eso es lo que representan sobre el ring Bastian y Ruslan con esas erecciones a prueba de caída.

La actuación de ambas es magnífica y no debe ser fácil, más bien agotador, combinar la lucha, una intensa actividad física, con el sexo, ya que ambos follan en algunos momentos sobre el cuadrilátero. Bastian se la mete a Ruslan en más de una ocasión, en esa fusión de dos cuerpos muy bien definidos y sudados. Muy bien Bastian como más activo, con ese quiero y no puedo chuparte la polla, pero te la lamo y agarro bien fuerte con las manos. Aunque lo mejor es cuando se llevó a la boca sus dedos llenos de la leche de su contrincante, como su botín de lucha. Y Ruslan, como siempre, puro vicio, descarado, un volcán de sexo, luciendo unas nalgas hipnóticas.

La escena de lucha se presenta en dos partes o 'rounds'. Uno primero en el que Ruslan se corre primero sobre el tapiz, con lo que pierde. Pero, media hora después, vuelven para seguir con la pelea, incansables, y esta vez lo hacen luciendo unos ajustados slips de competición o bañadores turbo, que pronto desaparecen de la escena. Esta segunda parte parece que termina incompleta. No hay un punto y final contundente. 

Aquí juega un papel importante la versión espía, de la que hablamos antes, donde sí nos cuentan qué pasa realmente al final, con la aparición del máster, Etienne, para solucionar un asunto entre los dos. Sin contar mucho más, por no hacer spoiler, increíble ese plano de Etienne sosteniendo en sus piernas a Bastian desnudo, cuál Piedad, mientras este se masturba y se corre. Una eyaculación, todo hay que decirlo, algo peculiar y extraña, aunque corrida a fin de cuenta.

Técnicamente, nos gusta la posición de la cámara siempre fuera del ring, como si fuese un espectador o público de un espectáculo de lucha libre. Convirtiendo, a veces, las cuerdas del cuadrilátero en una especie de ventana por la que nos asomamos para ver qué pasa dentro, aunque a veces alguno de los chicos, sobre todo Ruslan, las sobrepasa, mientras su rival se lo folla o le come el culo. El sonido también juega un papel muy importante, sobre todo en el momento de los golpes o caídas sobre el tapiz, contundente. 

Por lo demás, quizás abusa de la cámara lenta, algo muy habitual en estas creaciones de Wrestlingmale, pero que deberían presentarse con un fin, como un acento o énfasis de un plano o movimiento en la lucha del que no queramos perder detalle. Además de que sigo pensando que son escenas muy largas, casi una película, que podrían presentarse más reducidas y lograr el mismo efecto. Aunque los amantes de la lucha libre puedan creer lo contrario y hayan disfrutado con estos más de 60 minutos de pelea de gatos. Yo lo he hecho.

Si quieres ver la escena entra en la web de Wrestlingmale.

• Lo mejor: La escena extra final en la versión espía.
• Una pega: El exceso de cámaras lentas o su larga duración.
• Una curiosidad: Primera escena de lucha libre para Bastian Karim.
• Puntuación: ★★★★★

Si quieres ver nuestra parte favorita de la escena, entra en nuesto Onlyfans.