Sesión de lucha erótica con Mini Hulk
Crítica de la escena de lucha erótica que se ha montado Steve Manson con Tripp Evans para la productora Hunkswrestling.
Nos hemos reencontrados con nuestros amigos de la productora Hunkswrestling, deseosos de poder disfrutar de una de sus escenas de lucha erótica que tanto nos ponen en nuestro vestuario. Como aquí somos muy calientes, nos hemos metido del tirón en su zona roja y nos hemos encontrado con el cara a cara que mantuvieron en el cuadrilátero uno de sus habituales, el luchador Steve Manson, con el luchador y actor porno, Tripp Evans.
- Título: Tripp Evans versus Steve Manson. Erotic Wrestling.
- Producción: New Vision Entertainment para Hunkswrestling.
- Actores/Luchadores: Steve Manson y Tripp Evans.
- Duración: 36:10 minutos.
- Género: lucha erótica, suspensorios.
Steve llevaba mucho tiempo con una pelea pendiente con Tripp Evans, americano residente en Alemania, y que, gracias a un viaje que hizo a España, se pudo llevar a cabo en la ciudad de Barcelona. La cita tuvo lugar en un club de lucha de barrio, en el que Manson está entranando con algunas patadas y golpes sobre el saco de lucha cuando aparece Tripp. A pesar de su pequeño tamaño, el norteamericano presume de una fuerza y una musculatura increible, que le hacen merecedor del calificativo de Mini Hulk.
Los golpes de Tripp, con esas piernacas que luce, son más certeros y fuertes que los de Steve, pero pronto se dan cuenta de que para qué seguir golpeando un saco cuando se tienen el uno al otro. Es mucho más motivador luchar cuerpo a cuerpo, golpeando con piernas y brazos el físico de otro luchador, que se puede defender y contraatacar, que hacerlo con un objeto inerte. Ambos luchadores van a torso descubierto y llevan unas ajustadas mallas que, más pronto que tarde, comienzan a estorbar. Aquí llega la primera sorpresa de la escena, cuando tanto Steve como Tripp se desnudan mutuamente y nos descubren que, debajo de la prenda deportiva, llevan unos sugerentes suspensorios que dejan sus traseros al aire.
Ya lo he dicho en alguna otra ocasión, pero lo repito, nunca está de mas recordarlo: la lucha cuerpo a cuerpo entre dos hombres es una escena ya de por sí erótica. Es como una danza de cortejo, con pasos de baile que aquí son movimientos o llaves para intentaer derribar al otro. Y es en ese momento cuando los cuerpos alcanzan el mayor momento de intimidad. Tienes que presionar con toda tu anatomía sobre la suya para intentar inmovilizarlo el mayor tiempo posible y hacerte con el combate. Nunca dos hombres, supongamos que no son gays, han estado más juntos y abrazados que en una sesión de lucha.
Ahora bien, si esos hombres, además, luchan solo con unos suspensorios, el erotismo va 'in crescendo' y roza la pornografía, aunque nunca atraviesa esa línea, al menos en esta escena, y eso nos gusta. El atractivo de este tipo de producciones es que nada es explícito y evidente, todo se mueve en el subterfugio de la sugerencia y la provocación. Lo mismo se están golpeando e intentando hacer sufrir a su contricante con sus llaves y golpes, que, de repente, se pellizcan los pezones o se agarran los paquetes fuertemente.
Es normal que durante un combate entre dos hombres semidesnudos, que se tienen tantas ganas, salte la chispa que prende el fuego del deseo, tanto el competitvo, de vencer al rival, de derrivarlo contra el suelo, como el sexual, de ir un paso mas allá. Por ello, no es extraño que ambos luchadores acaben comiéndose la boca, lamiéndose los pezones o poniéndo el paquete en la boca del rival para que lo huela o lama, a su antojo. Pero el amor pronto da paso al "odio" y vuelve la agresividad a la relación de esta pareja, con unas poses que son todo un homenaje a las esculturas clásicas, con esos brazos musculados y ultra venosos en tensión que nos recuerdan a los de las esculturas de Miguel Ángel.
A estas alturas, el fuego ya esta prendido y sus antorchas encendias (solo hay que mirar sus paquetes cómo cada vez abultan mas). No es de extrañar viendo como Tripp roza su entrepiernas por el culo de Steve o cómo le da la vuelta y se tumba sobre él como si se lo estuviese follando con sus movimientos. Aunque también es muy erótico cuando Steve coge a su rival en brazos y lo suelta a horcajadas sobre la cuerda del cuadrilátero, presionándolo para que se clave bien en el ojete de su culo. O cuando Steve, en el suelo, sostiene a Tripp entre sus piernas y le da de mamar de su pezón, regalándonos durante unos segundos esa imagen de La Piedad sedente y con su hijo entre sus brazos.
Dicen que el que más te quiere, te hará sufrir y, en esta escena de lucha erótica, ese dicho va a misa, ya que, a medida que la filmación va llegando a su fin, el combate toma protagonismo sobre el filtreo sexual, regalándonos momentos épicos de este género, plenos de realismo. Y es que nadie pone en duda que ambos están luchando por hacerse con el enfrentamiento, con una lucha muy igualada. En el marco de ese erotismo que no puede ni debe ir a mas, nos gusta que los planos suelen ser más bien generales y, si se acercan a los luchadores, nunca son muy incisivos ni directos, mostrando más allá de lo que se tiene que enseñar al espectador. Como si la cámara fuera uno más de nosotros, arremolinados en torno al cuadrilatero, sin poder acercarse mucho más a Steve y Tripp.
Y aunque dicen que debe haber un ganador, creemos que en esta escena ha ganado el morbo generado entre ambos luchadores, que tiene su momento culmen cuando Tripp Evans mete su mano en el paquete de Steve Manson y entra en contacto directo con su sexo, que toca o masajea durante algunos segundos. Si nos pone ver este tipo de producciones audiovisuales a través de una pantalla, ver un combate de esta índole en directo debe ser todo un espectáculo.
- Lo mejor: Ver a los dos luchadores en suspensorios.
- Una pega: El idioma, que no se entiende lo que hablan entre ellos.
- Un apunte: Primera escena de lucha erótica entre Steve Manson y Tripp Evans.
- Puntuación: ★★★☆☆.
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