Pornografía de lo estético con Pink Narcissus
Película de culto estrenada en 1971 y que convirtió a James Bidgood en un referente de la fotografía y el cine homoerótico.
Filmin es un cajón desastre en el que poder encontrar, si se busca con esmero, un amplio y diverso catálogo de películas gays de todos los tiempos. Una de las que puedes encontrar en esta plataforma de contenido audiovisual es Pink Narcissus, un película de culto y gran emblema del cine underground norteamericano. Una exhaustiva muestra del descarado, transgresor y peculiar trabajo del fotógrafo James Bidgood.
- Título: Pink Narcissus.
- País: Estados Unidos.
- Duración: 65 minutos:
- Dirección: James Bidgood
- Reparto: Bobby Kendall, Don Brooks.
- Género: clásicos, erotismo, glam, underground.
Esta cinta se estrenó en 1971, aunque fue rodada durante siete años, a partir de 1963, en el apartamento que el fotógramo tenía en Manhattan. Se dice que Pink Narcissus, con un estilo kitch, con decorados rococós, nos muestra los sueños de un dulce efebo, que era la pareja de Bidgood en la vida real, Bobby Kendall. Se presenta como una película que se mueve a medio camino entre un erotismo duro y un porno suave, aunque yo prefiero denominarlo simplemente como un erotismo más atrevido.
La estética de las fantasías que recoge esta película de apenas una hora de duración es fantástica. Por momentos parece que estamos inmersos en un videoclip de Fangoria o dentro de la casa del pianista Liberace, por lo recargado de su estilo. Hay muchos guiños a los iconos gays, como los marineros o el cuero, así como la cultura del cruising. El chico sueña que es un torero en plena corrida en la que debe lidiar con un atractivo motorista, pero también que se encuentra en plena orgía del imperio romano o sumergido en la fantasía oriental de las mil y una noche.
Hay mucho traje ajustado, paquetes prominentes, mucho brillo, purpurina y color rosa, algunos desnudos, secuencias de genitales (no demasiados) y hasta una corrida en primer plano. Quizás uno de los momentos más pornográfico del film. Elementos todos que, posteriormente, imitaron muchos fotográfos en sus sesiones homoéroticas o muchos directores en sus películas gays, ya que vemos ciertas similitudes con el Querelle de Fassbinder en la década de los 80.
Es una de esas películas a las que no tienes que buscarle el sentido, una susesión de fantasías que suponemos solo puede poner en pie su creador. Eso es lo que tiene hacer lo que a posteriori es considerada una película de culto, que puedes hacer lo que te de la gana, que siempre habrá alguien que te la va a elevar a los altares por ese motivo, aunque a ti, cuando la veas, no te diga nada. Una sensación similar es la que hemos tenido como Pink Narcissus. Nos quedamos solo con que es una auténtica bacanal estética, pura explosión cromática y de estilo, que ha creado escuela, pero poco más.
Aunque convertida en cinta de culto en los lugares de ambiente, Pink Narcissus fue exhibida durante casi 30 años sin que se mencionara el nombre del autor y sólo aparecía en su lugar "anonymus". Todo se debe a problemas de acuerdo entre el autor y la productora respecto al resultado final del film. Sería en 1999 cuando el creador, tras un largo proceso legal, pudo recuperar los derechos sobre su obra.
¿Quién era James Bidgood?
La producción creativa de James Bidgood se puede definir como escasa y contundente, ya que sus films y fotografías se realizaron entre 1963 y 1970. Este fotógrafo se inició en revistas de fisioculturismo antes de la aparición de la llamada como pornografía explícita. Colaboró en revistas como Physique o Musclebody, donde presentaba una imaginería sexual plagada de metáforas de paraísos glamurosos con chicos musculados envueltos en gasas o purpurinas, con toda una saga que tiene como referente la imaginerría fanstástica de los cuentos de hadas.
James nació en Winsconsin en 1933, pero, con 18 años, se instaló en Nueva York, donde trabajó como drag queen en un club de Manhattan. En aquella época, decidió estudiar arte en la Parsons School of Design, mientras se ganaba la vida como fotógrafo. En este terreno, lo que se destaca del estilo personal de Bidgood es que es un fotógrafo que cuida todos los detalles y la capacidad de inventar historias.
Cada serie fotográfica solía tener un tema y una narración para que, de esra forma, el espectador puediera fijarse en los músculos de los modelos, mientras disfrutaba del universo que lo rodeaba, en el que el sexo es solo una parte de la una aventura romantica. Como no podía ser de otra forma, en sus creaciones influían las corrientes estéticas de la época, como el arte pop o arte óptico.
Lo curioso del trabajo de James Bidgood es que sus creaciones salieron de un pequeño cuarto en su apartamento, ya que nunca tuvo un estudio profesional. Fue en 1962 cuando conoció al que se convirtió en su modelo preferido, además de su novio, Bobby Kendall, un chico de ojos negros y labios carnosos. Fue en ese momento cuando comenzó a gestarse Pink Narcissus, película en la que estuvieron inmersos casi una década, grabada con una técnica rudimentaria, ya que se representan paisajes de plástico y sedas colgadas de ventiladores que simulan nubes, flores de tela y puertas de celofán transparente.
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