El culo más imponente del universo Wrestlingmale
Guido Stahl nos hipnotiza con su anatomía en su prueba de fuego para la productora francesa de lucha libre.
Episodio 11 de la temporada 3 de la serie Spy Shot de la productora Wrestlingmale. Una nueva sesión que lleva a los amantes de estas creaciones audiovisuales de lucha libre a los rincones más pequeños del Barcelona Fight Club y a los secretos más sucios de sus rodajes. En esta ocasión, de la mano de Guido Stahl, al que Etienne Erik le da la bienvenida a su universo de luchadores morbosos. Es su prueba de fuego y creemos que la ha superado con creces.
- Título: S03/E11 Welcome to Wrestlingmale.
- Duración: 48 minutos ( 56:32, Spy Cam).
- Producción: Wrestlingmale.
- Dirección artística: Etienne Erik.
- Actores: Guido Stahl y Etienne Erik.
- Género: lucha libre, culturismo, suspensorios.
Solo con verle el portentoso culo a Guido Stahl, al que no teníamos el gusto de conocer hasta el momento, merece la pena echarle un ojo a este capítulo en el que, de nuevo, la lucha libre y el erotismo(con algunos momentos pornográficos) van de la mano. Esta escena se centra, prácticamente, en el entrenamiento que el jefe, Etienne, le hace a la nueva adquisición de la productora, aunque no era la primera vez que coincidían en este mundillo. Ambos ya protagonizaron en 2023 un show en vivo muy caliente en una famosa sauna de Colonia, en Alemania.
Guido es un actor porno y bailarín alemán de 39 años de edad, que se presenta como una persona introvertida, pero vanidosa, valiente y viciosa. Es un portento físico, de metro y 75 centímetros de altura y unos 85 kilos de peso, que te mantiene hipnotizado durante los 48 minutos de rodaje con su anatomía y sus movimientos en escena. Y es que es la personificación del calificativo culturista dilf, es decir, un papi, que, a pesar de su edad, se mantiene perfectamente en forma y como objeto de deseo. Algo que queda ratificado en esta producción.
Etienne y Guido se encuentran en plena sesión de entrenamiento en el cuadrilátero. El neófito está haciendo estiramientos y su nuevo jefe le impone una serie de ejercicios para poner a prueba su flexibilidad. Es increíble la elasticidad que tiene un cuerpo que, a simple vista, tiene la apariencia de una roca dura en toda su extensión y plenitud. Verlo abrirse de piernas sobre el ring es uno de los grandes espectáculos de la naturaleza humana, sobre todo cuando comienza a desprenderse de su ropa y se queda tan solo con un suspensorio que deja al descubierto su mayor tesoro: unos glúteos que deberían ser patrimonio nacional de alemania.
Entre estiramientos, la cosa se va calentando y comienzan los ataques de machos alfas entre estos dos hombres. Un buen ejercicio de iniciación con el que Etienne quiere poner a prueba a Guido para los retos y machos a los que deberá hacer frente en próxima peleas.
Como insinuamos antes, esta escena es menos pornográfica que las que habíamos visto de Wrestlingmale hasta la fecha. Se centra más en el entrenamiento, en el primer contacto, cuerpo a cuerpo, de estos dos luchadores, el veterano y el novato. Eso sí, no faltan los agarrones de paquetes y los golpeteos en los genitales y ano, con sonidos contundentes. Además del roceteo, que ya sabemos que hace el cariño, con posturas imposibles de Guido, que nos permiten disfrutar de su culo en todas las posturas y desde todas las perspectivas. Muy sugerente, por cierto, el detalle del gran piercing de su sexo que se escapa por el suspensorio de este actor alemán.
A medida que avanza la acción, Etienne va entrando en calor y comienza a desprenderse de su ropa, hasta quedarse en suspensorios, que también terminan sobrándole en los momentos finales de la escena. Es aquí cuando vemos los primeros toques pornográficos de esta creación, ya que Etienne obliga a Guido a que le coma la polla e, incluso, el culo, en una complicada postura entre las cuerdas del cuadrilátero, sin descuidar, claro está, sus estiramientos.
En este vestuario nos gustan las productoras que apuestan en sus creaciones por perfiles de hombres muy diferentes. En un lado del cuadrilátero tenemos al culturista que sigue reteniendo su contundencia física a pesar del paso de los años y, en el otro lado, a un señor de 51 años, 1,89 metros de altura y 99 de kilos de peso, con un físico más "normal" y que muestra los estragos del paso de los años. Algo que no le impide ser uno de los señores más morbosos del porno europeo actual. Se tenía que decir y se dijo.
Lo que sí vemos algo forzado es el momento final, el de la eyaculación de Etienne en la boca de Guido. Hay un dicho popular, que son los más sabios, que dice que "ojos que no ven, corazón que no siente". Nosotros no hemos visto el acto de eyacular, lo hemos intuido por los espasmos corporales de Etienne y nos hemos encontrado con el "semen" o la "corrida" ya en la boda del luchador novato. Por lo que desconocemos su procedencia. Sea real o no, creo que nos sobra.
Sobre todo, al visionar la versión de la Spy Cam o cámara espia, que se suma a esta escena complementando su contenido, y comprobar que la otra visión de la grabación tampoco nos saca de duda. Pero es muy interesante esta doble apuesta de Wrestlingmale por ofrecernos, de una parte, una escena más convencional, con una estética de cámara más propia de los vídeos de los 70 y 80, con una colorimetría más artística.
A la que se suma, de otra, la versión espía, más cruda y sin cortes, que da una visión completa de lo que ocurre detrás de las cámaras, durante y después de la acción. Y es que incluye planos o momentos que no hemos visto en la escena principal y que le añaden, en algunos casos o momentos, un plus de morbo al contenido. Por ejemplo, podemos ver como los dos actores o luchadores se estimulan sus genitales mientras conversan o preparan el devenir de la grabación.
El momento final de Etienne abrazando a Guido por detrás, a través de las cuerdas del cuadrilátero, nos ha impactado. Aunque lo agarra con su brazo por debajo de la barbilla, como si lo estuviera asfixiando, hay cierta ternura en su rostro y en su gesto. Dualidad entre la dominación del mentor al alumno y la protección de un padre a un hijo.
Wrestlingame nunca defrauda a los amantes del género. Todas y cada una de sus escenas están realizadas con una gran profesionalidad y eso se nota en el resultado final. Solo hay que ver a Etienne Erik que controla todo el proceso de grabación, como su creador y director, mientras que ejerce de luchador y actor principal. Increible, pero cierto.
- Lo mejor: el hipnótico culo de Guido Stahl.
- Una pega: el forzado desenlace de la escena.
- Una curiosidad: Primera toma de contacto de Guido con Wrestlingmale.
- Calificación: ★★★☆☆
Puedes ver la escena completa, entrando en este enlace.
Comentarios
Publicar un comentario