El tío malote se rinde al culazo de Guido Stahl

Crítica de la escena Big Ass vs Bad Ass de Wrestlingmale con Guido Stahl y Aryx Quinn 

Sobre el cuadrilatero de este cuarto de lucha en el torneo intercontinental que ha organizado Wrestlingmale se encuentran cara a cara, cuerpo a cuerpo, Guido Stahl y Aryx Quinn. Este asegura que su cometido es ofrecer un buen entrenamiento de lucha libre a Guido, pero hay algo en su mirada que lo delata.  Aryx quier divertirse con este culturista principiante, del que le pone muy cachondo su imponente culo. El juego, al final, se le va de las manos, en un excitante castigo final, que termina como tenía que terminar.

• Titulo: Big Ass vs Bad Ass (Fight Room / S02: Intercontinental Session).
• Duración: 42:20 minutos.
• Producción: Wrestlingmale.
• Dirección artística: Etienne Erik.
• Actores/Luchadores: Arix Quinn y  Guido Stahl. 
• Categoría: lucha libre erótica, fisioculturista, suspensorios, culos.

Para los chicos del vestuario ha sido todo un  placer reencontrarnos en una producción de Wrestlingmale con uno de los culos más grandes y calientes de la escena de la lucha libre underground y del porno gay. Pero no basta solo con tener un buen trasero, lo importante es el rollo que tiene desde que aparece en escena Guido Stahl. Verlo ahí en el cuadrilátero estirando con esa musculatura y flexibilidad, además de con la cadencia de sus movimientos, es el mejor calentamiento para entrar en acción.

Desde que ha entrado en escena, nos ha encantado el rollo de Aryx Quinn. Es como el chico malote del instituto, el que te hace la vida imposible, pero cuando te lo encuentras tres décadas después. En el caso de Aryx, a diferencia de lo que ocurre en la vida real, la madurez le sienta muy bien y no nos importaría tener un encuentro cuerpo a cuerpo con él. Nos ha gustado este rol que le hemos asignado, el de chico malote del instituto, aunque no sea así en la escena, y Guido tiene toda la pinta de ser el chico al que le hacía la vida imposible. Con este punto de partida en nuestra mente, todo lo que ha pasado después nos ha resultado súper morboso.

Parece que Aryx entra en el cuadrilátero con un rol asignado, el de entrenar al novato Guido en las artes de la lucha libre, pero, no tarda mucho en palparse una especie de tensión sexual no resuelta que se irá desarrollando a lo largo de la escena. Aryx lleva al límite a Guido, aprovechando su flexibilidad al máximo, con posturas imposibles y que nos han dejado con la boca abierta en más de una ocasión, como él se ha quedado, literalmente, con las piernas de par en par.

Pero Guido sobrelleva bien esta prueba a la que se siente sometido y parece más enfocado en seducir a su contrincante que en ponérselo complicado en el combate. El culo de la lucha libre parece una serpiente sibilina que se mueve cadenciosamente en torno a Aryx, seduciéndolo y poniéndolo caliente. Y parece que lo consigue, ya que este va entrando poco a poco en el juego, con algún beso y lamida de pezón. Uno de los  primeros momentos más calientes de la escena se ha vivido cuando, desprovisto de su bañador y luciendo solo un suspensorio, Guido, en una de sus posturas imposibles, le ha ofrecido una imagen de su ano en primer plano. Aryx no se ha controlado, lo ha ensalivado y ha masajeado levemente son su dedo.

La tensión sexual va en aumento y Aryx le pone el paquete en la cara a Guido para que se lo chupe e, incluso, se sienta sobre su cara como si quisiese que este le hiciera una buena comida de culo. El chico malote se quita tambien el bañador y se queda en suspensorio, dejando al descubierto un culo que también nos parece muy reseñable.  La temperatura del ring debió subir como en una ola de calor en la campiña sevillana porque la lucha pasa de repente a un segundo o tercer plano. Normal, si están los dos calientes como una perra.

Aryx quiere dar un paso más en esta prueba y quiere infringir una especie de humillación sexual a Guido, al que parece que le da igual todo, con tal de restregarse con su cuerpo. Nos recuerda en más de una ocasión como esos dos amigos que vienen de fiesta, uno de ellos más pasado de rosca con el alcohol y el otro tiene que convertirse en su soporte y apoyo para que no termine caído en el suelo. Guido es el amigo disfrutón, el achispado, y Aryx el que lo controla para que llegue sano y salvo a casa.

En un rincón del cuadrilátero, Aryx desnuda a Guido, dejando a relucir el piercing de su glande, y lo ata a las cuerdas del ring. Si nos gustó el culo del instructor de lucha, cuando se quita el suspensorio y deja al descubierto esa polla morcillona, los ojos desorbitados de Guido mirándolo y cómo se le hace la boca agua, nos representa a todo. Y si volvemos a la fantasía inicial, la del matón del instituto y su víctima que se reencuentran con los años, lo que pasa a partir de este momento, te va a calentar mucho más.

Aryx le chupa la polla a Guido (imaginad por un momento a vuestro matón particular, entre tus piernas, mamando), pero también le pone su culo para que lo chupe y vuelta a mamar, metiendo, incluso, un dedo por el culazo de su víctima mientras se masturba tumbado sobre el ring. La escena de lucha se le ha ido de las manos, pero nos encanta.

Si eres de los que buscas escenas de pollas muy erectas, esta no es la tuya, pero no creo que sea el ingrediente principal, ya que el morbo sexual de ambos está muy presente, sobre todo en la recta final. Ese momento en el que Guido agarra la polla de Aryx para masturbarla, sentados los dos en el suelo, es muy caliente, incluso cuando se la chupa, antes de que éste se corra sobre el torso de aquel para poner fin a este entrenamiento especial.

De nuevo, Wrestlingmale aporta un plus de morbo a sus creaciones de lucha libre y erotismo. En esta caso con la posición de la cámara que se mantiene en todo momento fuera de las cuerdas del ring, como si fuera el público que contempla la acción desde muy cerca o nuestros ojos para no perder detalle. Los momentos de cámara lenta tampoco pueden faltar en una de estas producciones, aunque, sinceramente, creo que se podrían prescindir de ellos, ya que, en este caso, no aportan nada y podrían parecer repetitivos.

Nos quedamos, sin duda, con la tensión sexual entre los luchadores. Aryx Quinn y Guido Stahl saben en este enfrentamiento mantener el morbo sexual que va en aumento, de principio a fin, con unos minutos finales que son de los mejores entre las producciones de Wrestlingmale.

Fight Room- Sesión Intercontinental

La segunda temporada de Fight Room o Cuarto de Lucha amplía su elenco europeo a uno de escala intercontinental. Y es que, por primera vez, se organiza un torneo intercontinental, el Iron Man, entre 12 luchadores con todas las categorías de peso, edades y niveles técnicos que compiten sin distinción. En esta segunda temporada te encontrarás con algunos de los favoritos de la lucha libre, como Airon Muscle, Aryx Quinn o Butch.J; figuras de producción en ascenso, como Axel Reed, Julius, Matteo Carpin, AJ The Machine; retadores como Dimitri Venum, Mika Ayden y Serg Shepard; así como la actual superestrella de la escena underground de Estados Unidos, Johnny Bronco.

• Lo mejor: La tensión sexual resuelta entre Guido y Aryx. Además del descubrimiento del tío malote.
• Una pega: Guido parece durante la escena el amigo ebrio que tienes que acompañar a casa y se te va cayendo.
• Una curiosidad: Episodio 12 de la seria Fight Room en su Intercontinental Session.
• Puntuación: ★★★★★