Quentin Ladelune convierte en moda y arte la figura del torero

Este fotógrafo francés ofrece una visión más contemporánea de la tauromaquia con su serie Traje de luces.

Con independencia de que te pueda gustar o no el mundo de la tauromaquia, contemplar la serie fotográfica Traje de Luces del fotógrafo francés Quentin Ladelune es un placer para la vista. Quentin revisa la tradición taurina desde una mirada contemporánea y visual que fusiona moda, arte y ritual. Además de que logra plasmar su interés por los cuerpos masculinos en contextos de intimidad o serenidad.

En lo que a técnica y estética se refiere, Quentin tira mucho del blanco y negro en esta colección fotográfica de toreros, en la que hay ciertos toques de color o texturas para resaltar la opulencia del atuendo del traje de luces.  Además de su uso cuidadoso de la luz suave, resaltando los brillos dorados de los bordados metálicos.

A través de encuadres cerrados y composiciones centradas, este creador francés trabaja el contraste entre el ritual tradicional y la vulnerabilidad humana. 

Ladelune retrata el traje de luces como una segunda piel, poniéndose el énfasis en su carga cultural y estética, más allá del espectáculo. Un traje que es como una vestimenta ritual con reflejos simbólicos de valor, tradición y exhibición.

Pero, qué partes componen el traje de luces. Por una parte está la chaquetilla, corta y rígida con hombreras reforzadas y bordados metálicos: la taleguilla, que es el pantalón ajustado hasta la rodilla, rematado con alamares y cordones; la montera, el sombrero negro icónico; y el capote de paseo, la capa rica en bordados, usada solo en el paseillo. El traje pesa entre 4 y 5 kilos, confeccionado artesanalmente en seda y bordado con hilo metálico, lentejuelas y, a veces, cristales.

Sus fotografías no son un simple documento, son un ensayo visual sobre diferenciación, identidad y la teatralidad de una tradición que evoluciona. En su obra, Quentin presenta al torero como un personaje temporal, inmerso en un ritual que no es ni glorioso ni decadente, sino humano.

Y quién es Quentin Ladelune. Pues es un fotógrado de moda y arte, que vive en París, cuya mirada melancólica y poética lo ha llevado a capturar tanto escenas de grandes desfiles de moda como retratos íntimos y ediciones de arte en forma de fine-art. Es decir, la fotografía como una obra de arte.

Lo que lo hace único es su estética poética y melancólica, alejada de los convencional; sus temáticas combinan moda, masculinidad y tradición; y su formato son series de edición limitada que convierten la foto en objeto artístico. 

Por todo ello, la figura de Quentin Ladelune tiene una gran repercusión en redes sociales con 175.000 seguidores en Instagram. 

RETRATO
Quentin siente pasión por la moda y la fotografía desde su adolescencia. Su trabajo le permite expresar su sensibilidad artística. Una melancolía poética caracteriza su estilo fotográfico.
Desde 2014, ha sido invitado a fotografiar las semanas de la moda más prestigiosas del mundo. Con el uso de prismas, Quentin juega con la luz, creando una perspectiva única que lo distingue de otros fotógrafos de pasarela.
Lleva 9 años trabajando para las casas de moda más reconocidas, como Chanel, Etro, Giorgio Armani, Marco De Vincenzo, Palomo Spain, Ulyana Sergeenko y Valentino.