Cómo convertir recortes de revista en erotismo puro a través del collage
Mateo Fetén, el collagista que encontró la "exquisitez" en el porno vintage y el cuerpo masculino.
Se presenta como gestor cultural y periodista con curiosidad en otros campos culturales. Como artista, Mateo Fetén se dedica a los collages analógicos, creando solo con lo que ya existe y expresando nuevas ideas con imágenes. Para ello, utiliza materiales originales como revistas de décadas pasadas, fotografías de mercadillos y viejos libros para abordar con sus collage la evolución de la iconografía del cuerpo masculino, el movimiento (danza o deporte), la botánica y el deseo/erotismo.
"Con lo que hago muestro una manera personal de ver el mundo, utilizando los universos de otros"
¿Quién es Mateo Fetén?
Un artista que busca crear solo con lo que ya existe: imágenes que sirvieron para contar algo pasan a expresar una nueva idea. Quiero pensar que con lo que hago muestro una manera personal de ver el mundo, utilizando los universos de otros.
¿Y Emilio Ruiz Mateo?
Un gestor cultural y periodista con una curiosidad que le lleva a introducirse en otros campos.
Todos hemos recortado de revistas, periódicos o folletos de supermercados cuando éramos niños... ¿Recordarías el primer collage de tu historia cuando aún no eras consciente de que te dedicabas a hacer collage analógicos?
Un collage concreto no, pero sí recuerdo ser muy perfeccionista cuando había que recortar fotos para los trabajos que se hacían en asignaturas relacionadas con el medio ambiente, sociales, etc. Los famosos “murales” de cuando era niño. Me obsesionaba con no torcerme con la tijera. ¿Será por eso que ahora combino ese corte exacto con los papeles rasgados?
¿Cuándo, cómo y por qué decides dedicarte al mundo de los collages?
Hay algo que siempre me ha gustado desde que tengo memoria: el papel. Soy muy lector y muy amante de las revistas. Por eso seguramente es la disciplina artística que elegí sin darme cuenta. Y también porque soy de una generación que conoce el mundo sin pantallas. El collage analógico me devuelve a cuando no todo pasaba por la electricidad y el código binario.
Si tuvieras que definir con pocas palabras, por si queda alguno en el vestuario que no lo sepa, qué es un collage, ¿Cómo lo harías?
El collage es una técnica artística que reutiliza fragmentos de obras o materiales ya existentes (fotografía, pintura, publicidad, papel de desecho, objetos, prensa…) y técnicas variadas (desde el sencillo pegado hasta el óleo, la fotografía, la impresión, la risografía, el bordado, la escultura…) para crear una nueva obra. No hay límites para el collage.
Un artista que busca crear solo con lo que ya existe: imágenes que sirvieron para contar algo pasan a expresar una nueva idea. Quiero pensar que con lo que hago muestro una manera personal de ver el mundo, utilizando los universos de otros.
¿Y Emilio Ruiz Mateo?
Un gestor cultural y periodista con una curiosidad que le lleva a introducirse en otros campos.
Todos hemos recortado de revistas, periódicos o folletos de supermercados cuando éramos niños... ¿Recordarías el primer collage de tu historia cuando aún no eras consciente de que te dedicabas a hacer collage analógicos?
Un collage concreto no, pero sí recuerdo ser muy perfeccionista cuando había que recortar fotos para los trabajos que se hacían en asignaturas relacionadas con el medio ambiente, sociales, etc. Los famosos “murales” de cuando era niño. Me obsesionaba con no torcerme con la tijera. ¿Será por eso que ahora combino ese corte exacto con los papeles rasgados?
¿Cuándo, cómo y por qué decides dedicarte al mundo de los collages?
Hay algo que siempre me ha gustado desde que tengo memoria: el papel. Soy muy lector y muy amante de las revistas. Por eso seguramente es la disciplina artística que elegí sin darme cuenta. Y también porque soy de una generación que conoce el mundo sin pantallas. El collage analógico me devuelve a cuando no todo pasaba por la electricidad y el código binario.
Si tuvieras que definir con pocas palabras, por si queda alguno en el vestuario que no lo sepa, qué es un collage, ¿Cómo lo harías?
El collage es una técnica artística que reutiliza fragmentos de obras o materiales ya existentes (fotografía, pintura, publicidad, papel de desecho, objetos, prensa…) y técnicas variadas (desde el sencillo pegado hasta el óleo, la fotografía, la impresión, la risografía, el bordado, la escultura…) para crear una nueva obra. No hay límites para el collage.
"Me muevo entre el Síndrome de Diógenes en el estudio y el minimalismo en la obra"
¿Y cómo defines o presentas los collages de Mateo Fetén?
Trabajo el collage de modo totalmente analógico, a la manera clásica, sin intervención de técnicas digitales y con materiales originales: texturas de papel, revistas de décadas pasadas (rara vez publicaciones recientes), fotografías compradas en mercadillos, viejos libros…
Me muevo entre el síndrome de Diógenes en el estudio y el minimalismo en la obra: disfruto especialmente cuando surge un collage con dos recortes, o incluso solo con uno, aunque eso me exija mucho más tiempo.
En cuanto a temas, diría que tengo algunos recurrentes, como la iconografía del cuerpo masculino a lo largo de las últimas décadas, el movimiento (por eso la danza o el deporte), la botánica y el deseo.
¿Qué te pasa con la realidad digital para querer volver a lo analógico?
Me gusta el papel y lo analógico por muchas razones. Porque no puedes hacer con él lo que quieras: tienes que doblegarte a sus condiciones. Porque, cuando utilizas papel vintage, ese material viene cargado de historias. Porque depender de lo que encuentras en el mundo real, no en el digital, crea conexiones e ideas que escapan a tus intenciones (es en ese terreno entre la sorpresa y el experimento donde me desarrollo mejor). Por el tacto. Por el olor.
¿Qué te impulsó a unir el universo collage con el erotismo?
El erotismo no es algo que forma parte de una zona escondida de la realidad. Está en todos sitios. El arte no puede escapar a esa fuerza.
¿Con qué se topó antes en su vida con el arte collage o con el erotismo?
Con el erotismo, por supuesto. El deseo forma parte de nuestra biografía desde el minuto cero. Que lo reprimas, lo potencies, lo analices, lo investigues o lo enriquezcas ya depende de ti, pero está ahí desde que tienes conciencia, y antes.
¿Cuál es la parte del cuerpo masculino que más le gusta recortar para sus creaciones?
Me encanta recortar las zonas curvas y alterarlas mínimamente: es increíble lo que puede cambiar el resultado final si recortas de un modo u otro. Puedes potenciar un músculo, mejorar un culo, rebajar un cuerpo demasiado inflado/ciclado… Pero más aún que en el recorte, disfruto en la composición y el montaje, en colocar cada cosa en su lugar exacto, ocultar unas y destacar otras… Para mí el erotismo y la excitación vienen de lo que tratas de producir en la imaginación del que mira. Ahí está la provocación. Es mucho más erótico si consigues que quien mira imagine lo que quiera. Que dé forma a su propio deseo.
Trabajo el collage de modo totalmente analógico, a la manera clásica, sin intervención de técnicas digitales y con materiales originales: texturas de papel, revistas de décadas pasadas (rara vez publicaciones recientes), fotografías compradas en mercadillos, viejos libros…
Me muevo entre el síndrome de Diógenes en el estudio y el minimalismo en la obra: disfruto especialmente cuando surge un collage con dos recortes, o incluso solo con uno, aunque eso me exija mucho más tiempo.
En cuanto a temas, diría que tengo algunos recurrentes, como la iconografía del cuerpo masculino a lo largo de las últimas décadas, el movimiento (por eso la danza o el deporte), la botánica y el deseo.
¿Qué te pasa con la realidad digital para querer volver a lo analógico?
Me gusta el papel y lo analógico por muchas razones. Porque no puedes hacer con él lo que quieras: tienes que doblegarte a sus condiciones. Porque, cuando utilizas papel vintage, ese material viene cargado de historias. Porque depender de lo que encuentras en el mundo real, no en el digital, crea conexiones e ideas que escapan a tus intenciones (es en ese terreno entre la sorpresa y el experimento donde me desarrollo mejor). Por el tacto. Por el olor.
¿Qué te impulsó a unir el universo collage con el erotismo?
El erotismo no es algo que forma parte de una zona escondida de la realidad. Está en todos sitios. El arte no puede escapar a esa fuerza.
¿Con qué se topó antes en su vida con el arte collage o con el erotismo?
Con el erotismo, por supuesto. El deseo forma parte de nuestra biografía desde el minuto cero. Que lo reprimas, lo potencies, lo analices, lo investigues o lo enriquezcas ya depende de ti, pero está ahí desde que tienes conciencia, y antes.
¿Cuál es la parte del cuerpo masculino que más le gusta recortar para sus creaciones?
Me encanta recortar las zonas curvas y alterarlas mínimamente: es increíble lo que puede cambiar el resultado final si recortas de un modo u otro. Puedes potenciar un músculo, mejorar un culo, rebajar un cuerpo demasiado inflado/ciclado… Pero más aún que en el recorte, disfruto en la composición y el montaje, en colocar cada cosa en su lugar exacto, ocultar unas y destacar otras… Para mí el erotismo y la excitación vienen de lo que tratas de producir en la imaginación del que mira. Ahí está la provocación. Es mucho más erótico si consigues que quien mira imagine lo que quiera. Que dé forma a su propio deseo.
"Me inspiran las revistas de los 70 y 80, en las que no solo importaba la imagen, sino también los textos e historias que las acompañaban"
Y ¿qué situaciones cotidianas o íntimas en la vida de un hombre le atrae más para inspirarse?
Como trabajo con materiales de revistas y libros, y pensando en revistas porno, te diría que me inspiran mucho más las situaciones que proponen las de los 70 y 80 –en las que no solo importaba la imagen, sino también los textos e historias que las acompañaban, ¡y esos títulos tan divertidos!– que las de los 90 y 2000. El posado sin más, “me pongo aquí delante para el fotógrafo”, me inspira mucho menos que los típicos relatos de “Sorpresa en el vestuario” o “El policía que me salvó”.
¿Qué aporta a este binomio las revistas antiguas? ¿Qué elementos eróticos encuentras en otras décadas y que no haya en la actualidad?
No encuentro apenas humor. En los reportajes de las revistas vintage a veces notas cómo el autor se divierte metiendo guiños y bromas. También me llama la atención cierta ingenuidad en aquellas publicaciones: por supuesto brillan sobre todos los modelos profesionales, pero suelen mezclarse con otros en los que se intuye una espontaneidad que ni siquiera en el porno amateur actual se percibe, mucho más consciente.
¿Qué sueles buscar cuando buceas en la hemeroteca para algunas de tus creaciones?
Imágenes que sugieran y sorprendan.
Entendemos que son publicaciones tuyas. ¿Tienes muchas revistas antiguas? ¿algunas curiosidades o publicaciones de culto para el colectivo gay?
A Jacob Elordi y Jeremy Allen White me los imagino bien en ese papel…
Se habla mucho de esta iconografía del santo, sobre todo en el universo gay, pero, para ti, como creador, ¿qué te transmite la figura de San Sebastián a la hora de crear en el erotismo?
Satisfacción y peligro. Santidad y perdición. Entrega y dolor. Me interesan mucho las conexiones que se producen en la imaginación cuando se mezclan la iconografía religiosa y el erotismo.
También es curioso el matrimonio que hace del cuerpo desnudo con la flora en su colección Botanicum. ¿Es complicado encajar el erotismo vintage en una rosa o un narciso? ¿Qué persigue con estas creaciones?
Las láminas botánicas me fascinan, tienen una gran carga estética, pero sorprendentemente son poco sensuales. Las fotografías pornográficas a menudo pierden erotismo por ser demasiado obvias. Con Botanicum encontré la manera de darle “carne” a la botánica y exquisitez al porno. Es una de mis series favoritas. De hecho, estoy pensando últimamente que debería volver a ella…
¿Hay algún artista de este género del collage en el que se mira o inspira a la hora de hacer su obra?
No sé si del collage… Si pienso artistas de estilos, épocas y disciplinas muy dispares que me ayudan a inspirarme, aunque obviamente están a galaxias de distancia sobre mi arte menor, me vienen a la cabeza Genet, los primitivos flamencos, Guido Reni, Pasolini, Derek Jarman…
En collage actual me gusta mucho lo que hacen Sr. García, Elisa Sobelman, Chema Perona, Aurora Duque, Sean Mackaoui, Hollie Chastain, Raúl Lázaro, Erre Gálvez…
Si tuviera que hacer uno de sus collages inspirados en los vestuarios y en los chicos del vestuario... ¿qué haría?
Algo cargado de sugerencias, miradas de reojo, ropa deportiva y sudor.
Como trabajo con materiales de revistas y libros, y pensando en revistas porno, te diría que me inspiran mucho más las situaciones que proponen las de los 70 y 80 –en las que no solo importaba la imagen, sino también los textos e historias que las acompañaban, ¡y esos títulos tan divertidos!– que las de los 90 y 2000. El posado sin más, “me pongo aquí delante para el fotógrafo”, me inspira mucho menos que los típicos relatos de “Sorpresa en el vestuario” o “El policía que me salvó”.
¿Qué aporta a este binomio las revistas antiguas? ¿Qué elementos eróticos encuentras en otras décadas y que no haya en la actualidad?
No encuentro apenas humor. En los reportajes de las revistas vintage a veces notas cómo el autor se divierte metiendo guiños y bromas. También me llama la atención cierta ingenuidad en aquellas publicaciones: por supuesto brillan sobre todos los modelos profesionales, pero suelen mezclarse con otros en los que se intuye una espontaneidad que ni siquiera en el porno amateur actual se percibe, mucho más consciente.
¿Qué sueles buscar cuando buceas en la hemeroteca para algunas de tus creaciones?
Imágenes que sugieran y sorprendan.
Entendemos que son publicaciones tuyas. ¿Tienes muchas revistas antiguas? ¿algunas curiosidades o publicaciones de culto para el colectivo gay?
Tengo un arsenal que no para de crecer. Pero no son de mi propia adolescencia y juventud, porque no era fácil conseguirlas en una ciudad de provincias, apenas tuve, y las pocas que conseguía no las guardé. Hablando de publicaciones concretas, me encanta el Advocate de USA de los 80, los Party y demás de la España de los 70 y 80, publicaciones puntuales como Romance Gay o Pantalla Gay, los álbumes de Colt…
Y lo que no tiene, ¿dónde lo busca?
Cuando mis amigos y conocidos encuentran alguna, me las regalan. Pero sobre todo busco y rebusco en lugares de venta de segunda mano allí donde voy. También he recibido revistas de pisos que se quitaban, de bares en los que aparecían cajas de revistas en zonas oscuras del sótano, de supuestos familiares (“las vendo porque son de un familiar mío y ya no las quiere”)…
Y lo que no tiene, ¿dónde lo busca?
Cuando mis amigos y conocidos encuentran alguna, me las regalan. Pero sobre todo busco y rebusco en lugares de venta de segunda mano allí donde voy. También he recibido revistas de pisos que se quitaban, de bares en los que aparecían cajas de revistas en zonas oscuras del sótano, de supuestos familiares (“las vendo porque son de un familiar mío y ya no las quiere”)…
"A Jacob Elordi y Jeremy White me los imagino en el papel de San Sebastián"Tienes especial predilección por la figura de San Sebastián, del que has realizado un rastreo en publicaciones pornográficas de las últimas décadas. Si tuvieras que coger a un personaje "famoso" o de actualidad en este momento para que fuera un San Sebastián porno de 2025, ¿a quién elegirías?
A Jacob Elordi y Jeremy Allen White me los imagino bien en ese papel…
Se habla mucho de esta iconografía del santo, sobre todo en el universo gay, pero, para ti, como creador, ¿qué te transmite la figura de San Sebastián a la hora de crear en el erotismo?
Satisfacción y peligro. Santidad y perdición. Entrega y dolor. Me interesan mucho las conexiones que se producen en la imaginación cuando se mezclan la iconografía religiosa y el erotismo.
También es curioso el matrimonio que hace del cuerpo desnudo con la flora en su colección Botanicum. ¿Es complicado encajar el erotismo vintage en una rosa o un narciso? ¿Qué persigue con estas creaciones?
Las láminas botánicas me fascinan, tienen una gran carga estética, pero sorprendentemente son poco sensuales. Las fotografías pornográficas a menudo pierden erotismo por ser demasiado obvias. Con Botanicum encontré la manera de darle “carne” a la botánica y exquisitez al porno. Es una de mis series favoritas. De hecho, estoy pensando últimamente que debería volver a ella…
¿Hay algún artista de este género del collage en el que se mira o inspira a la hora de hacer su obra?
No sé si del collage… Si pienso artistas de estilos, épocas y disciplinas muy dispares que me ayudan a inspirarme, aunque obviamente están a galaxias de distancia sobre mi arte menor, me vienen a la cabeza Genet, los primitivos flamencos, Guido Reni, Pasolini, Derek Jarman…
En collage actual me gusta mucho lo que hacen Sr. García, Elisa Sobelman, Chema Perona, Aurora Duque, Sean Mackaoui, Hollie Chastain, Raúl Lázaro, Erre Gálvez…
Si tuviera que hacer uno de sus collages inspirados en los vestuarios y en los chicos del vestuario... ¿qué haría?
Algo cargado de sugerencias, miradas de reojo, ropa deportiva y sudor.














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