Zambombas, masturbadores y mucho pelo: Una tarde de confesiones con Papá Noel

 

"Lo que más me gusta es saber que puedo hacer realidad los deseos y fantasías más ocultas de los chicos del vestuario"

Olvidaos del tierno anciano de Laponia; este 24 de diciembre recibimos a Óscar, un Santa Claus que prefiere ir en cueros al terciopelo y que tiene muy claro qué hacer con los chicos que se han portado mal (y con los que se han portado aún mejor). Entre pesas y bancos, nos sentamos con él para descubrir qué esconde bajo su traje rojo y cuáles son sus fantasías favoritas para estas fiestas.

Cuando el 24 de diciembre visites nuestro vestuario... ¿eres de entrar por la puerta principal o prefieres la discreción de una buena chimenea?
Me gusta entrar por todas partes, pero sobre todo que se note mi llegada: lento, profundo y sin dejar a nadie indiferente.

Cuando los chicos te vean aparecer, ¿cómo prefieren que te llamen: Papá Noel, Santa, Papi o simplemente Óscar?
Depende de la química del momento, pero lo que de verdad me pone a tono es que me susurren guarradas al oído mientras me abrazan.

¿Qué es lo que más disfrutas de encarnar a Papá Noel?
Lo mejor es, sin duda, tener a todos queriendo sentarse en mis rodillas. Me encanta sentir su peso y saber que puedo hacer realidad sus deseos (y fantasías) más ocultas.

¿Qué esconde nuestro Santa bajo ese traje rojo? ¿Eres de slip, bóxer, tanga o prefieres ir "a pelo"? Creo que a estas alturas es evidente… ¡A pelo siempre! Me gusta la libertad de movimientos para lo que pueda surgir.

Vienes de tierras gélidas, pero pareces tener la sangre muy caliente... ¿Cómo lo haces?
Es verdad que el Polo Norte es frío, pero entre mis duendes (que son unos cerdos) y el calorcito que desprende este vestuario, es imposible no estar siempre ardiendo.

En tu día a día, ¿qué es lo que más te motiva a soltar un "Oh, oh, oh"?
Ver a los chicos del vestuario rendidos a mis pies, en mis rodillas o donde ellos prefieran ponerse creativos.

Si solo pudieras sacar tres cosas de tu saco para los chicos, ¿qué les dejarías?
Infinidad de juguetes, una pizca de amor para el postre y, sobre todo, mucho picante.

Y si nosotros quisiéramos regalarte algo a ti... ¿con qué te sorprendemos?
Con un pase VIP ilimitado para juergas con los chicos del vestuario. Quiero seguir gimiendo "oh, oh, oh" (o como sea que suene cuando me lo paso bien) todo el año.

Hablando de juguetes, ¿cuál es tu favorito para estas fechas?
Un buen masturbador eléctrico de última generación, pero siempre que venga acompañado de alguien que sepa manejarlo con arte.

La imagen de Santa está algo anticuada. ¿A qué famoso pondrías tú a repartir regalos?
Lo tengo claro: al hombre más sexi del momento, Jonathan Bailey. Ese toque gentleman pero pícaro le queda increíble.

¿Prefieres que se sienten en tu regazo o sentarte tú en el de ellos?
¿Por qué elegir? Me gusta que se sienten, sentarme yo o, mejor aún, un "todos contra todos" con varios a la vez.

¿Cómo te preparas para aguantar el ritmo de la Nochebuena sin morir en el intento? 
Mis duendes me tienen con una dieta muy estricta: la del cucurucho (comer poco y mucho...), ya sabes, el resto. ¡Es el mejor cardio!

¿En qué transporte te veremos llegar al vestuario este 24? 
Puedo aparecer en mi trineo mágico, cabalgando sobre un buen semental o, si tengo suerte, en volandas en los brazos de algún chico que me tenga ganas.

¿Cuál es tu "instrumento" navideño favorito? 
Una buena zambomba, desde luego. Me encanta cualquier cosa que sirva para gozar y hacer ruido.

Si tuvieras que cantarnos un villancico en la intimidad del vestuario, ¿cuál sería? 
Uno clásico con un toque personal: "Ande, ande, ande, que he comido pavo... y todos los vecinos me comen el rabo".

¿Hay algún sabor que te transporte directamente a la Navidad?
El dulce del mazapán y, por supuesto, el "pollo hembra".

En casa, ¿eres más de montar el árbol o el Belén?
Siendo Papá Noel, el árbol siempre gana. Y que no falten bolas, muchas bolas y bien puestas.

Si fueras un adorno, ¿cuál serías?
La estrella. Me gusta brillar y que todos miren hacia arriba cuando entro.

¿Y una figura del Belén?
El pastor... para tener a todo el rebaño bien controlado.

Además de la barba... ¿Eres un Santa de mucho pelo en el pecho?
¡Por supuesto! Soy un Santa de pelo en pecho, aunque con menos canas de las que aparento, que conste.

¿Qué es lo primero que escaneas cuando entras en un vestuario lleno de tíos?
Soy directo: primero el paquete y luego el culo. Hay que revisar bien la mercancía.

¿Cuál ha sido tu experiencia más morbosa de este 2025?
Encerrarme en un vestuario con 7 chicos (activos, pasivos y versátiles) y cumplir una lista de fantasías inconfesables que aún me hacen sudar al recordarlas.

Para el 2026, ¿algún deseo que te quede por cumplir?
Básicamente, repetir lo anterior... ¡pero con el doble de chicos y el doble de tiempo!

Fotos realizadas por Migno Spagna