La mejor y más diversa terapia sexual

Crítica de la escena porno Raptoterapia Volumen 2 de Morreostudio para Tetatita.com.

La enviada del cosmos vuelve para salvar a la humanidad masculina con su raptoterapia en una nueva entrega de esta serie ideada por Morreostudio para el portal porno Tetatita.com. Si en la primera parte, esta punkera de lo más viciosa se sirvió de un novio punky para raptar a un chico que hacía deporte por el monte, en esta ocasión, es su perro Papiloma el que la ayuda a buscar sus víctimas, dos, concretamente.

El primero es un turista alemán, que está disfrutando de un paseo al aire libre, además de una buena paja entre la maleza, mientras que el segundo es un jardinero que está arrancando mala hierba en el campo. Un poco de su "agua misteriosa" y pierden el conocimiento al instante. Cuando despiertan, ambos están amarrados, espalda con espalda, y comienza la raptoterapia. Lo que pretende con ella, así se lo hace saber la punkera viciosa, es "sacar la mierda que llevan dentro y reconocer que son unas cerdas". Y parece que funciona.

El arranque de esta nueva sesión de raptoterapia tiene muy buena pinta, con la iniciación a la mamada. Nuestra envida especial se vale de un doble dildo para meterlo en la boca de uno y otro, haciéndoles girar la cabeza para que pueda entrar bien en sus bocas. Es morboso ver a estos chicos, de los que desconocemos su tendencia sexual, jugando con esa polla de látex negra... 

Y si son dos tíos heteros hipnotizados y que se están dejándose llevar. Nosotros, puestos a jugar, pensamos que el alemán rubito es más rollo gay, mientras que el jardinero velludo representa el perfil hetero, aunque bien podría ser al contrario o no. ¿Qué más da? Cuando lo que importa es ver cómo dos hombres se dejan llevar y disfrutan del sexo sin más, muy en el rollo del 'leit motiv' de Tetatita.


En la segunda entrega, la acción sigue su curso. Los chicos se desnudan uno al otro, uno de ellos tirando del calzoncillo con la boca, mientras ella les golpea con una fusta. Pronto, las pollas comienzan a tener protagonismo, incluso una de látex, que la dominatrix se coloca para meterla en la boca del jardinero, mientras que el guiri le chupa la suya con poca destreza... ¿Será la primera que se come? ¡Quién sabe!

Siguiendo con el rollo de la terapia, parece muy acertada esa iluminación natural que se cuela por la ventana, dándole un toque muy místico a esta sesión. Ese plano contrapicado del 69 que se marcan los dos chicos y que recuerda a la escena de la película Carne Trémula, de Pedo Almodóvar, también es una maravilla, con el sol y sombra del estor reflejado en sus cuerpos desnudos.

La raptoterapia parece que comienza a tener efecto, sobre todo al ver cómo el guiri alemán se convierte en todo un bastardo y le pide a la chica que le meta el dildo en la boca más profundo. Mientras tanto, el jardinero se afana, con muy buena maña, en comerle el rabo y los huevos. La cámara sabe lo que nos tiene que mostrar en cada momento y cómo mostrarlo, con planos más cercanos o detalles y otros más genéricos, para contextualizar bien la acción. Y así sí se disfruta una escena. 


Como esa perspectiva desde la parte baja de la cama mientras los dos chicos se dan el lote y uno de ellos juega con su pie en el coño de la punky, que nos da culo en primer plano. Y es que esta raptoterpia no escatima en recursos para conseguir sus objetivos y si hay que meter un dildo por el culo del jardinero, que se ha revelado como el gran pasivo de la escena, se mete. Para, de esta forma, ir abriendo hueco y que luego la enviada del cosmos le meta el que lleva atado a su cintura y el guiri alemán termine follándoselo. Como en la vida misma, esta raptoterapia es una evolución.

De nuevo, muy buena la perspectiva que nos regala el cámara de la follada de los dos chicos, mientras el jardinero se masturba con una mano y con la otra estimula el sexo de la chica. Lo vemos de nuevo desde abajo, concentrando todos los detalles importantes en una imaginaria línea diagonal que cruza el plano. Podríamos decir, incluso, que el porno es cuestión de geometría. 

En esa misma perspectiva nos muestra más momentos de la follada de los dos chicos, a cuatro patas o el pasivo saltando sobre el activo frente a la cámara, antes de llegar a la corrida final. Muy buena la lefada del guiri sobre la polla y torso del jardinero, quien, por cierto, no ha expulsado del semen. Y, terminada la terapia, cada uno para su casa...

  • Lo mejor: La iluminación natural que se cuela por la perciana.
  • Una pega: no le veo.
  • Una curiosidad: El anonimato de sus actores.
  • Puntuación: ★★★★☆

Puedes ver la escena completa en www.tetatita.com.

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