Coser y follar todo es empezar

Crítica de los capítulos 5 y 6 de La Deuda, creación de Bel Gris para Tetatita con Sylvan G. Peter Sinnerpitt y Calita Fire

Se abre el telón y nos encontramos con un pequeño taller de costura, en el que trabajan Isaías y Demetrio. El primer es un interno de centro penitenciario, con tercer grado, que no tiene pinta de rehabilitarse, ya que pegó a una niña que rompió las gafas a su hija. El segundo, sin embargo, es un ex presidiario rehabilitado, que no puede olvidarse de Silverio, un funcionario que lo follaba rico entre rejas. Ambos trabajan para Telma, la jefa amargada que no sabe cómo hacer frente a sus problemas y facturas. Tres ollas a presión a punto de estallar y que necesitan desfogar...

• Título: La deuda 5 y 6.
• Duración: 9:40 y 10:37 minutos.
• Creador: Bel Gris.
• Productora: Tetatita.
• Actores: Sylvan G., Calita Fire y Peter Sinnerpitt.
• Temática: costura, bifriendly, mamadas, folladas.

Como si nos adentrásemos en una película de Rossellini, De Sica o Visconti, máximos exponentes del neorrealismo italiano, Bel Gris, creador de La Deuda 5 y 6, nos adentra con la cámara en un tradicional taller de costura en el que no puede faltar el sonido de las máquinas de coser, mientras que de fondo suena una pequeña radio con las noticias. La tensión se palpa en el ambiente, tras un primer plano de la jefa amargada rodeada de papeles y facturas a las que no sabe hacer frente. 

Al fondo, Isaías y Demetrio hablan de sus cosas, mientras cosen. Hay complicidad entre ellos y, cuando menos lo esperas, nos encontramos a Demetrio metiendo mano en el paquete de su compañero de taller. Eso sí, para que no nos olvidemos donde estamos, en un pequeño taller de costura, los planos que nos ofrece la cámara dan protagonismo a sus elementos más típicos, mostrándonos lo que comienza a pasar entre estos dos chicos a través de la máquina de coser y sus bobinas de hilos o de la tabla de planchado.

Como si estuviesen solos en el taller, pero recordemos que no lo están, Demetrio se arrodilla para hacerle una mamada a Isaías, mientras que Telma, la jefa amargada, plancha que te plancha los tejidos como si detrás de ella no estuviera pasando nada. Debe ser el taller más insonorizado para que una persona, a escasos metros, no escuche los lametones que Peter Sinnerpitt le está dando con su boca al rabo de Sylvan. Muy interesante ese contraste de piel, entre el negro del rostro del mamador y el blanco rosado de la polla del mamado.

La escena es un no parar. No hay margen para planos retóricos y, aprovechando la salida de la jefa amargada, nos adentramos con ambos chicos en una trastienda con estanterías plenas de pantalones vaqueros, donde Isaías se folla a Demetrio. Nos quedamos con el plano detalle, contrapicado, retomando la idea del contraste de pieles, en el que vemos parte del torso y del pubis blanco de Sylvan empujando el culo negro, como el chocolate, de Peter. Impresionante el sonido de la penetración, con esa sensación de humedad, que deja el contacto de una polla dentro de un culo lubricado.

Nos gusta que, para poner el punto y seguido al primer capítulo de los dos de esta nueva entrega de La Deuda, sea el pasivo el que eyacule tras la follada y no el activo. Sobre el suelo, rodeado por el cuerpo de Isaías, Demetrio se corre sobre unos trozos de tela que han colocado en el suelo. El recluso, con tercer grado, tiene que regresar al centro penitenciario a pasar la noche, mientras que el ex presidiario le dice que ha sido maravilloso, "Silverio", recordando a su funcionario deseado.

No hemos hablado de la grafía de la escena. Todo un acierto. Jugando con la temática de la escena, No Yoro, que es el responsable de la misma, además de la cámara, sonido e iluminación, ha jugado con tipografía y elementos que nos recuerdan a las etiquetas de las prendas. Y es que en Tetatita, como ya sabemos, no dan puntada sin hilo, siguiendo con la temática, y eso es un  plus de calidad que se nota y los hace diferente. 

Con frecuencia, encontramos a productoras o creadores de contenido para adulto que deciden hacer una escena sobre una temática o ambientación y, a la mitad de la misma, ya ni se acuerdan de ella, afanados en mostrar bien el mete y saca de los actores que es a lo que van. Eso no vale. Si nos vendes una fantasía, como esta del taller de costura, debes jugar con ella hasta el final y eso, en La Deuda 5 y 6, se cumple con creces.

Como en la segunda parte, cuando la jefa amargada, harta de todo, se lleva a Isaías a un aparte para comerle la polla y que se la folle. Si ya decíamos que eran tres bombas de relojería a punto de explotar y ¿qué mejor para desfogar que un buen polvo?. En esa segunda parte, aunque parezca un detalle nimio, se valora que el recluso coja un metro de costura (recordemos que estamos en un taller) para tirar del cuello de su jefa mientras se la chupa o para medir el grosor de su polla. 

Llevo ya más de medio artículo redactado y aún no he dicho que Sylvan G. es uno de los actores porno españoles más atractivos y sexys del momento. Tenía que decirlo y lo he dicho. No se puede tener una polla más grande y hermosa, un vello púbico más bien recortado, casi perfecto, y un torso tan bien definido. Además de lo detallista que es, ya que, cuando se desnuda para follarse a la jefa, tiene el detalle de quitarse hasta los calcetines blancos. No es una tontería, ya que un hombre desnudo, follando, y que se deje los calcetines pierde todo su encanto.

Nunca pensé que empezaría una afirmación en mi vida diciendo que "me encanta que una vagina...", pero lo tengo que decir. El rollazo que tiene Telma con ese coño peludo, mientras Isaías se lo come o se lo folla. No es habitual y es arriesgado, además de un acierto, hacer frente a esa moda de los "chochos depilados", que parecen de muñecas más que de una mujer. Así que sí, muy bien, el vello es bello tanto en un hombre como en una mujer.

Por cierto, ese plano de Sylvan G. a cuatro patas, mientras le hace un cunnilingus a la chica y se masturba, es para verlo en bucle todo el día. Pero no es el único, como el contrapicado mienras la penetra a cuatro patas o el plano posterior, de nuevo del culo y polla de Sylvan, mientras se la folla sobre el suelo. Por no hablar de ese primerísimo primer plano del pezón de Telma. Todo ello, con ese fondo escénico de perchero cargado de patrones y prendas.

Y aunque intenten follar sin que se entere el trío de este triángulo, Demetrio se ha percatado de lo que está pasando en el aparte del taller y no podía faltar en el desenlace de la escena. La jefa amargada y bien follada lo llama, "Dimitri", y este acude solícito para darle el último toque a la corrida de Isaías, masturbando su polla hasta que su semen cae sobre el cuerpo de Telma. Una vez desfogados todo, ahora toca volver al trabajo.

Escena realista, sin rodeos, que va al grano,  para mostrarnos lo que más nos gusta y de la mejor forma. Buen concepto y buena presentación. Un plato de éxito asegurado.

• Lo mejor: Cómo se explota la temática del taller de costura en todos sus detalles y, por supuesto, Sylvan G.
• Una pega: Que se pierda realismo al pensar que puedas mamar o follar a dos metros de una persona sin que se percate.
• Una curiosidad: Dos nuevas entregas, después de mucho tiempo, de la serie La Duda.
• Puntuación: ★★★★★

Puedes ver las escenas en este enlace.